Por Agroempresario.com
Finalmente, el proceso de privatización de la empresa estatal Belgrano Cargas y Logística SA ha comenzado. El decreto publicado este lunes formaliza la estrategia de licitación de las tres líneas ferroviarias de carga: Belgrano, San Martín y Urquiza. Cada una será concesionada por separado, y se establecieron siete licitaciones por ramal con el fin de fomentar la competencia e incentivar la inversión privada.
La privatización de Belgrano Cargas fue incluida en la Ley Bases y cuenta con la aprobación de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, la Subsecretaría de Transporte Ferroviario, la Secretaría de Transporte y el Ministerio de Economía. El decreto no dispone la privatización en sí, sino que define el esquema mediante el cual se ejecutará, estableciendo un modelo desverticalizado.
A diferencia de anteriores procesos de concesión, en esta oportunidad la infraestructura se licitará de manera fragmentada. Las vías, las locomotoras, los vagones y los talleres serán subastados por separado. Mientras que los terrenos y las vías seguirán siendo propiedad del Estado, las locomotoras y los vagones serán vendidos, y los talleres entregados en concesión.
El objetivo del Gobierno es atraer distintos tipos de inversores. Empresas constructoras podrían encargarse de las vías, mientras que operadores logísticos podrían enfocarse en la administración del servicio. Cualquier interesado en gestionar el tráfico ferroviario deberá adquirir locomotoras, registrarse en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y abonar un peaje por el uso de la infraestructura.
Para garantizar estándares de calidad, quienes administren las vías deberán comprometerse a realizar obras de infraestructura y respetar tarifas máximas establecidas en la licitación. Desde el Gobierno destacan que este modelo busca reducir la regulación estatal sin perder el control sobre la eficiencia del sistema.
Cada ramal tendrá siete licitaciones independientes:
El Belgrano cuenta con seis talleres, que se licitarán en dos paquetes. Por su parte, el Urquiza y el San Martín tienen menos infraestructura, por lo que se subastarán en un solo paquete cada uno.
El Gobierno planea publicar los pliegos en mayo, con tres meses de plazo para recibir ofertas. Luego, habrá un mes para evaluación, y en septiembre u octubre se anunciarán los adjudicatarios.
Belgrano Cargas cuenta con 4.300 empleados que serán distribuidos entre los nuevos concesionarios. Aún se desconoce cómo se garantizarán las condiciones laborales en la transición.
Desde el sector privado existen reservas sobre la eficiencia del esquema propuesto. Empresarios y especialistas advierten que la fragmentación del sistema podría generar problemas operativos y encarecer los costos.
El analista de bioenergías y ferrocarriles Claudio Molina expresó: “Cuanto más se desintegra un ferrocarril con baja densidad de tráfico y alta inversión necesaria, más difícil resulta hacerlo eficiente. La experiencia internacional no sigue este modelo de segmentación extrema”.
Actualmente, tres empresas privadas ya operan líneas ferroviarias de carga:
Las concesiones de estas empresas, otorgadas en los años 90, vencen este año. El Gobierno deberá decidir si renueva los contratos bajo el nuevo modelo fragmentado.
El especialista en servicios ferroviarios Federico Conditi advirtió que esta política “desintegra el sistema ferroviario en lugar de fortalecerlo. Es un esquema que no está pensado para reducir el déficit ni para ampliar la participación del tren en el transporte de carga”.
Condini comparó este proceso con el fallido modelo británico de privatización ferroviaria. “Inglaterra está revirtiendo su privatización mediante la creación de una empresa pública, Great British Rail, que absorberá progresivamente las concesiones privadas. Argentina podría estar cometiendo el mismo error”, sostuvo.
El Gobierno insiste en que la privatización traerá eficiencia y mayor inversión en infraestructura ferroviaria. Sin embargo, la falta de un consenso claro sobre el modelo genera incertidumbre en el sector.
Mientras se esperan los pliegos definitivos, las dudas persisten sobre cómo afectará este esquema a la logística agroindustrial, un sector clave para la economía argentina que depende del transporte ferroviario para la exportación de sus productos.
Las próximas semanas serán determinantes para conocer el impacto real de esta transformación ferroviaria y si logrará atraer el interés de inversores dispuestos a apostar por un sistema descentralizado y fragmentado.