a digestión anaeróbica es un proceso natural que implica el ciclo anaeróbico del carbono. Mediante la acción combinada de diversos grupos bacterianos, en ausencia total de oxígeno, la materia orgánica se degrada dando dos productos finales:
Existen diversas materias primas para el proceso de digestión anaeróbica:
-Excremento de animales (vacas y cerdos fundamentalmente),
-Cultivos energéticos (cereales, pastura, maíz, mijo, girasol),
-Residuos de la industria alimenticia,
-Otros residuos orgánicos.
El sustrato puede estar conformado por un único elemento o incluso puede formarse con una composición variable de estas posibilidades. Por ejemplo, en Alemania, el sustrato utilizado para la realización de biogás está compuesto por 47% cultivos energéticos, 41% de excremento animal, 10% residuos orgánicos, 2% residuos industriales y de agricultura. Depende de la materia prima y tecnología de las que se disponga, así como también del clima en el cual se pretenda llevar a cabo el proyecto.
Se deben tener en cuenta dos parámetros fundamentales para la selección de la materia prima a utilizar:
-Contenido de Sólidos Totales: entre 7 y 9% de la materia prima.
-Contenido de Sólidos Volátiles: cuanto mayor es el contenido, mejor será el rendimiento de la materia prima.
La energía contenida en el biogás es directamente proporcional al contenido de metano. 1 m3 de metano tiene un potencial energético de aproximadamente 10 kWh. A modo estimativo, se puede decir que una vaca en ordeñe cuenta con la posibilidad de generar 3,5 kWh de biogás por día y de esta manera alimentar una lámpara incandescente de 100 W de forma permanente.
De esta manera, aprovechar los residuos orgánicos generados a diario en áreas rurales puede convertirse en una herramienta para obtener nuevas fuentes de ahorro económico, cierta independencia en áreas rurales con deficiente acceso a la red eléctrica y también disminuir emisiones contaminantes y olores molestos.
AgriTotal