Son considerados alimentos orgánicos aquellos que en todo su proceso de elaboración, desde la materia prima hasta el empaque, nunca han estado en contacto con productos químicos, sustancias toxicas o aditivos sintéticos. Según Josefina Marcenaro, licenciada en Nutrición, “los alimentos orgánicos son alimentos donde no se han realizado procesos de radiación, ni utilizado organismos genéticamente modificados o transgénicos y donde el cuidado del medioambiente es sumamente importante para lograr su certificación definitiva”.
Dado a que existen ciertos mitos y realidades acerca de los alimentos orgánicos, la licenciada dio a conocer algunos de estos factores para clarificar si verdaderamente se cumplen o son simplemente creencias populares.
En cuanto a si “los alimentos orgánicos son más nutritivos que los convencionales”, según una investigación de Dena Bravata, investigadora del Centro de Políticas de Salud de la Universidad de Stanford (EEUU), “falta evidencia sólida de que los alimentos orgánicos sean significativamente más nutritivos que los convencionales”. En esa línea, un estudio de la Food Strandards Agenct, de Gran Bretaña, llegó a la misma conclusión.
En segundo lugar, la licenciada dio a conocer que la creencia de que los alimentos orgánicos son más caros es cierta, dada la escasez de oferta de los mismos.
Otra creencia es que “los productos orgánicos protegen el medio ambiente”; según Marcenaro esto también es cierto ya que al no utilizarse fungicidas, pesticidas y herbicidas, se impacta de forma positiva sobre el medio impidiendo que se contaminen los suelos y los terrenos.
Finalmente, en cuanto a la creencia de que la durabilidad de los productos es menor, la licenciada dijo que esto también es cierto dado que al no utilizarse conservantes ni aditivos, los productos se descomponen más rápido.
A modo de conclusión, Marcenaro sostuvo: “En realidad las características positivas que se le atribuyen a los productos orgánicos son difíciles de establecer si no existe una regulación general. Existen alimentos 100% orgánicos certificados, dependiendo el país donde se legislen y la normativa aplicable. Para certificar el producto con un sello de producto Orgánico, implica un riguroso programa de control tanto de la materia prima como del producto final elaborado”.