Por Agroempresario.com
El vínculo de cooperación entre Argentina y China se consolidó con la extensión por cinco años de un acuerdo estratégico entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina y el Biogas Institute of Ministry of Agriculture and Rural Affairs (BIOMA) de China. Este memorándum de entendimiento tiene como objetivo promover el intercambio de conocimientos y la transferencia de tecnología en dos áreas clave: la producción de biogás y el tratamiento de efluentes.
Este convenio, firmado inicialmente en 2021, ha generado avances significativos en la digestión anaeróbica de efluentes pecuarios en Argentina. María Eugenia Beily, investigadora del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMYZA), destacó que el acuerdo ha permitido la elaboración de informes técnicos sobre el estado de la digestión anaeróbica en el país, además de la realización de ensayos experimentales para optimizar los procesos y mejorar la valorización agronómica de los digeridos. Los seminarios y cursos conjuntos, tanto en formato presencial como online, también han sido fundamentales en la capacitación de los profesionales involucrados.
A lo largo de los años, diversos sectores del INTA han sido parte de este esfuerzo binacional. Además del IMYZA, se sumaron unidades como el IPAF Patagonia (CIPAF), el Instituto de Floricultura, la Agencia de Extensión de Venado Tuerto y varias estaciones experimentales, como las de Pergamino, Misiones y Concepción del Uruguay, que han colaborado activamente en investigaciones conjuntas.
En 2024, un grupo de investigadores, encabezado por Beily y acompañado por Lucas Zanovello, diseñador industrial del IPAF Patagonia, y Martín Ullarte del INTA Mendoza, participó de un curso presencial en Chengdú, China. Esta experiencia se completó con la visita a laboratorios de BIOMA, donde los investigadores argentinos tuvieron la oportunidad de conocer de primera mano los biodigestores anaeróbicos y participar en clases sobre ingeniería de reactores y diseño de sistemas para la gestión de efluentes.
Beily resaltó que este tipo de intercambios internacionales no solo fortalece la transferencia de tecnología entre los dos países, sino que también abre nuevas oportunidades para desarrollar soluciones sostenibles en la gestión de efluentes y la producción de biogás en Argentina.
El Simposio sobre la Promoción de Bioenergía para un Desarrollo Bajo en Carbono fue otro espacio en el que los investigadores argentinos compartieron avances en áreas clave como la mejora de la calidad de la fermentación del biogás y el diseño participativo para la agricultura familiar. Zanovello también destacó que durante su participación en seminarios sobre biodigestión, se debatieron sistemas de tratamiento de efluentes ganaderos, fundamentales para los países en desarrollo.
Este acuerdo, renovado por otros cinco años, se perfila como un pilar fundamental en el camino hacia la sostenibilidad y la implementación de soluciones innovadoras para el sector agropecuario argentino.