El aceite de colza, como cualquier aceite vegetal, aporta principalmente grasas. La que se encuentra en mayor cantidad es el ácido erúcico, que en grandes cantidades puede ser nocivo para la salud. Para quitarle la mayor parte de este ácido, el aceite de colza pasa por una serie de tratamientos, de manera que la cantidad que se puede encontrar no es peligrosa para la salud. Aun así, con diferentes tipos de colza, y a partir de unas semillas de colza seleccionadas, se ha llegado a obtener aceite de colza bajo en ácido erúcico, que recibe el nombre de aceite de canola.
El tipo de grasas que aporta el aceite de colza son principalmente grasas insaturadas. Es destacable su contenido en ácido linolénico (omega 3); es el aceite vegetal con más omega 3 que existe. Se trata de un ácido graso esencial que nuestro organismo no puede fabricar y, por lo tanto, es muy importante que esté presente en la dieta con pescado azul, nueces y diferentes semillas, como la chía. Asimismo, contiene ácido oleico, el mismo tipo de ácido graso que aporta el aceite de oliva.
Su perfil graso hace que sea un aceite con propiedades cardiosaludables. Y como otros aceites aporta vitamina E, un potente antioxidante que ayuda a mantener el aceite de buen estado, para que no se oxide.
En España, la primavera del 1981 hubo una intoxicación masiva que se atribuyó al aceite de colza. Se lo llamó síndrome del aceite tóxico y presentaba un cuadro que cursaba con insuficiencia respiratoria.
Sí es cierto que esta intoxicación fue debida a un aceite de colza, pero este aceite estaba adulterado. Se trataba de un aceite que estaba desnaturalizado y destinado a otros fines, de manera que no era apto para el consumo, pero se vendió como tal.
El problema no era el aceite en sí, sino los restos de plaguicidas que contenía. Este episodio tan dramático es la causa de la mala reputación de este aceite.
El aceite de colza se puede utilizar para cocinar y aliñar; al tener un sabor muy neutro no altera ni cambia el gusto final del plato. Además, es muy estable, lo que lo hace útil también para cocinar.
Se consume en muchos países de Europa, pero en España resulta complicado encontrar una botella de aceite de colza. Sin embargo, sí lo podemos encontrar como ingrediente en diferentes productos alimentarios precocinados y procesados, ya que se puede utilizar en su proceso de elaboración.
El aceite de colza no supone ningún peligro para el consumo humano, todo lo contrario, tiene muchas propiedades, y es apto tanto para cocinar como para aliñar. Y aunque actualmente es muy difícil encontrarlo en cualquier supermercado, si te lo encuentras, no tengas ningún miedo en consumirlo.
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