Por Agroempresario.com
En el desierto de San Juan, donde la naturaleza ha esculpido extrañas y magníficas figuras, se encuentra una formación rocosa que parece sacada de otro planeta. "Los Hongos", como se les llama, son gigantescas formaciones de piedra que se erigen como monumentos naturales, producto de la erosión del viento y el agua a lo largo del tiempo. Estas figuras miden entre 8 y 10 metros de alto y su aspecto recuerda a enormes hongos blancos que salpican el paisaje desértico.
Ubicados al sur de la localidad de Pismanta, sobre la ruta provincial 412, llegar hasta este rincón oculto no es tarea fácil. Es necesario un vehículo 4x4, dado el terreno accidentado y de difícil acceso. Sin embargo, la recompensa es una experiencia única: recorrer a pie un paisaje lleno de misteriosas formaciones rocosas que invitan a ser exploradas. Este sitio ha comenzado a atraer la atención de los turistas gracias a los esfuerzos de la Municipalidad de Calingasta, que ha comenzado a promoverlo como un destino turístico.
El guía local Nico Meglioli, experto en excursiones 4x4 y conductor de La Morada Aventura, comenta que el viaje desde Pismanta hasta "Los Hongos" es de aproximadamente 60 kilómetros, pasando por localidades como Villa Iglesia y Bella Vista. Un desvío lleva hasta Bauchazeta, un área conocida por su conexión con un famoso hecho delictivo: aquí, en 2006, se escondió Fernando Araujo, uno de los responsables del célebre robo al Banco Río de Acasusso. Según Meglioli, tras varios días acampando, Araujo fue encontrado por la policía, y aunque los habitantes del lugar intentaron rastrear el dinero robado, nunca lograron hallarlo.
A lo largo del recorrido hacia "Los Hongos", los viajeros disfrutan de un paisaje impresionante, donde se distingue el cerro Majadita y su glaciar, ubicado a 6.240 metros de altura. Aunque la zona no es tan productiva como en el pasado, todavía se cultivan cebolla y alfalfa. Además, los viajeros pueden observar las típicas especies vegetales locales, como la jarilla, cuyas flores amarillas contrastan con los paisajes áridos, y el ajenjo, cuyas propiedades curativas eran muy valoradas por las generaciones anteriores.
El contraste entre la belleza natural del lugar y la industria minera de la región, que está en auge con el desarrollo de proyectos como la mina José María, también genera inquietud entre los locales. Si bien algunos ven con esperanza el potencial económico que traerá la minería, otros temen los posibles efectos negativos sobre el medio ambiente.
En este rincón aislado del desierto sanjuanino, "Los Hongos" no solo representan una curiosidad geológica, sino también un espacio cargado de historia y promesas para el futuro. Sin duda, es un destino que no deja indiferente a quienes se aventuran a conocerlo.