Por Agroempresario.com
En el mercado de Chicago, el maíz ha demostrado una notable resistencia a la volatilidad generada por la guerra comercial desatada por la administración de Donald Trump. Mientras la soja y el petróleo sufrieron caídas significativas, el cereal logró mantenerse a flote, respaldado por fundamentos sólidos y una demanda sostenida.
En la última semana, el maíz cerró al alza, desmarcándose del derrumbe generalizado de otros activos. La soja perdió al menos 17 dólares por tonelada, el petróleo cayó a su nivel más bajo en tres años y las bolsas registraron su peor desplome desde 2008. Sin embargo, el cereal mantuvo su fortaleza, incluso ante el aumento de la superficie sembrada en la campaña en curso.
Los analistas coinciden en que la decisión de Trump de excluir a México de las sanciones comerciales brindó un alivio clave, dado que el país latinoamericano es el mayor comprador de maíz estadounidense. El temor a represalias comerciales había presionado a la baja el precio del grano en meses anteriores, pero la eliminación de este riesgo permitió una recuperación.
Según especialistas de Market Minute, el precio del maíz Diciembre podría mantenerse en niveles de 157-160 dólares por tonelada durante los próximos cuatro meses. La incertidumbre persiste, sin embargo, respecto a los volúmenes finales de producción y las condiciones climáticas que podrían impactar en el rendimiento de los cultivos.
Un punto clave es la estimación de rendimientos por parte del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA). Los expertos creen que los números actuales son optimistas y que solo un desarrollo excepcional de la campaña podría justificar tales proyecciones. Además, gran parte del aumento en la superficie sembrada proviene de estados con menor productividad histórica, lo que podría limitar el impacto sobre la oferta global.
Otro aspecto determinante es el comportamiento de los farmers. En esta época del año, los productores suelen retener su cosecha a la espera de mejores precios, reduciendo la disponibilidad en el mercado y sosteniendo los valores. Los analistas creen que, aunque el maíz no volverá en 2025 a los 187-190 dólares por tonelada, su potencial alcista sigue siendo mayor que el bajista.
Desde un punto de vista técnico, el maíz ha superado la media móvil de 200 días, lo que indica una tendencia de recuperación. Varios analistas destacan que, aunque las recientes caídas fueron pronunciadas, no lograron sostenerse en el tiempo. La clave estará en mantener el soporte actual, lo que podría convertir una antigua resistencia en un nuevo piso de precios.
"El maíz no es un mercado bajista", afirma un trader experimentado. "La reacción tras los anuncios de aranceles demuestra que los fundamentos son sólidos. Ya se informó el incremento de superficie sembrada, pero ¿y ahora qué? ¿Realmente alguien cree que se alcanzará un rendimiento récord?".
A esto se suma que gran parte de la zona potencialmente sembrable en EE.UU. enfrenta condiciones de sequía. Aunque los niveles de humedad han mejorado en el este del país, en el oeste la situación sigue siendo crítica. Como siempre, el clima jugará un rol determinante en la configuración final de la oferta.
La guerra comercial entre EE.UU. y China sigue generando incertidumbre en el mercado de commodities. Mientras la soja depende fuertemente de las compras del gigante asiático, el maíz cuenta con una demanda más diversificada. La débil situación del dólar en los últimos meses también ha mejorado la competitividad de los precios estadounidenses, favoreciendo las exportaciones.
En cuanto a los flujos comerciales, la imposición de aranceles por parte de Trump podría modificar las dinámicas globales. Las sanciones incluyen un 25 % para productos de Corea del Sur, 54 % para China, 24 % para Japón y 20 % para la Unión Europea. En respuesta, China ha tomado represalias comerciales y la UE estudia medidas similares.
Esto podría beneficiar a otros exportadores como Brasil, Argentina y Ucrania. Brasil, que tiene una fuerte relación comercial con China y Europa, podría captar parte del mercado perdido por EE.UU. Sin embargo, su alta demanda interna podría limitar su capacidad de exportación, lo que abriría oportunidades para Argentina y Ucrania.
En el Mar Negro, los exportadores creen que la demanda de maíz ucraniano podría aumentar significativamente debido a las tensiones comerciales. Si China sigue adquiriendo petróleo venezolano, los aranceles sobre sus productos podrían aumentar al 79 %, profundizando la disputa y beneficiando indirectamente a otros jugadores del mercado del maíz.
El mercado del maíz sigue siendo un punto de interés clave para los inversores y productores. A pesar de la incertidumbre global y la volatilidad de los mercados financieros, el cereal ha demostrado su capacidad para mantenerse firme. Factores como la demanda sostenida, las restricciones climáticas y los cambios en los flujos comerciales podrían seguir sosteniendo su precio en el corto y mediano plazo.
Mientras la guerra comercial redefine las reglas del juego, el maíz sigue siendo un actor fundamental en el mercado de commodities. Con una producción que aún enfrenta interrogantes y una demanda que se mantiene fuerte, el panorama para el grano amarillo sigue siendo de resistencia en un contexto de alta volatilidad.