Por Agroempresario.com
En un escenario regional donde el vínculo entre el campo y el Estado muchas veces está tensionado, Uruguay ofrece una excepción marcada por el diálogo institucional y la estabilidad en las políticas públicas. Así lo expresó Rafael Ferber, flamante presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), quien aseguró que existe una “comunicación fluida” entre el Gobierno y el sector agropecuario, acompañada de un “enfoque práctico” para abordar las urgencias del agro.
En una entrevista con el programa Chacra Agro Continental, Ferber destacó que el campo uruguayo atraviesa un presente alentador, impulsado por el buen clima y los precios internacionales favorables, especialmente en la ganadería. “Si hay utilidad, el productor invierte en el sistema. Siempre buscamos innovar y aplicar tecnología”, subrayó, al tiempo que ponderó la actitud emprendedora del productor uruguayo y el dinamismo que muestra hoy el sector.
No obstante, el dirigente advirtió que uno de los principales puntos de tensión para el agro sigue siendo la carga impositiva. “La presión fiscal es bastante grande. Nos deja trabajar, pero siempre al límite”, expresó. El sistema tributario que enfrenta el productor incluye el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE), el impuesto al patrimonio, la contribución inmobiliaria rural y el Imeba, que grava la facturación bruta.
Ferber también hizo foco en los desafíos vinculados a la infraestructura rural. Si bien reconoció que en términos generales Uruguay presenta condiciones mejores que muchas regiones argentinas, señaló que el norte del país muestra importantes carencias en caminos rurales y obras logísticas esenciales para el desarrollo productivo. “Nos falta un salto de calidad en infraestructura”, remarcó.
Con una economía agroexportadora consolidada, Uruguay destina entre el 60 y el 70 por ciento de su carne a los mercados internacionales. Estados Unidos y China son los principales destinos, pero también accede a nichos de alto valor como Japón, gracias a una sanidad animal reconocida a nivel mundial. La referencia de precios, explicó Ferber, se construye a partir de los valores del cordero y de las operaciones registradas en consignatarias y remates virtuales.
Respecto a la lechería, sector en el que tiene experiencia directa, Ferber señaló que la actividad atraviesa una etapa de estabilidad, aunque con un problema estructural grave: el recambio generacional. “Es una actividad que requiere mucha vocación. Hoy los tambos enfrentan un claro envejecimiento de sus productores”, advirtió.
Finalmente, el presidente de la ARU valoró la coherencia de las políticas agropecuarias a lo largo del tiempo. “A diferencia de otros países, Uruguay mantiene una línea continua de trabajo con el campo, más allá del signo político del Gobierno”, sostuvo. Y agregó que participar en la dirigencia rural “es una forma de servicio y una responsabilidad con las futuras generaciones”.