n su afán por incorporar a la región cultivos alternativos de alto valor nutricional, el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (Cicytex) abrió hace cuatro años una línea de investigación en la que se han analizado quinoa, estevia, espelta o trigos antiguos, entre otros.
Y ahora, para mostrar las conclusiones obtenidas, varios técnicos han participado en el II Simposium Internacional de Investigación en Quinoa, organizado por la Universidad Estatal de Washington. En el evento, celebrado de manera ’online’ del 17 al 19 de agosto, los investigadores extremeños han hablado sobre seis variedades de quinoa y su adaptación a las condiciones de clima y suelo de Extremadura, su agronomía, su potencial productivo y su calidad nutricional.
El principal hallazgo es que cultivando quinoa en la región se puede obtener un rendimiento interesante, incluso en secano. Lógicamente, con menos kilos por hectárea que en el regadío, pero, aun así, los investigadores lo ven viable. Además, los resultados indican que las variedades analizadas (pasto, atlas, marisma, jessi, roja y duquesa), que han sido cedidas por Agrosur, se adaptan bien a las condiciones agroambientales extremeñas, siempre y cuando se siembren en el momento en que los técnicos aconsejan.
El estudio, realizado en colaboración con el Instituto Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (Intaex), se ha ensayado en la finca La Orden de Cicytex y en otras fincas de Olivenza y de la Campiña Sur para observar las diferentes variedades, fechas de siembra, plagas y enfermedades que pudieran surgir, o el sistema de cultivo, entre otros aspectos.
El investigador principal, Javier Matías Prieto, explica que la quinoa es un cultivo cuya calidad nutricional es incuestionable. Es incluso superior a la de cereales tradicionales, como el trigo, el maíz, el arroz y la avena. «El consumo de quinoa no viene propiciado por una moda, sino que hemos podido comprobar que es un alimento con un alto porcentaje de proteína, y esta es muy completa», apunta Matías.
Además, no contiene gluten, con lo que es apta para celiacos, y su contenido en minerales es muy superior al de otros granos, como los cereales ya mencionados. Por todo esto, el investigador cree que la demanda de quinoa va a seguir creciendo. Según comenta, en Extremadura ya ha empezado a introducirse este cultivo, habiendo ya plantadas unas 100 hectáreas aproximadamente en la región.
La quinoa procede de Sudamérica, por lo que inicialmente no se adaptaba a las condiciones europeas, pero ya se han mejorado diversas variedades. «Es un cultivo del que hay que ir aprendiendo su manejo, pero actualmente tiene potencial para ser rentable», recalca Matías. No obstante, «si no se siguen las recomendaciones correctamente, el rendimiento cae bastante».
Con recomendaciones se refiere principalmente a sembrarlo en la fecha más propicia, que es febrero. «Cuando el cultivo está en floración es más sensible a las altas temperaturas de primavera y disminuye su rendimiento, así que hay que sembrar lo antes posible por que si no, todo son trabas: la planta se hace más grande, hay más problemas de malas hierbas e insectos, etcétera», apunta el investigador de Cicytex. La recolección se hace en julio. Otro de los avances obtenidos es que, aunque los mayores rendimientos los obtiene en regadío, su demanda de agua no es muy grande, por lo que las necesidades de riego son de apoyo. Además, no precisa de una gran inversión.
Asimismo, en el marco de una economía verde y circular y con el fin de conseguir producciones sostenibles, se ha elaborado también un estudio del rendimiento de los tallos de quinoa, sin uso significativo actualmente. El objetivo es valorizar este subproducto. Con los resultados obtenidos se están estudiando diferentes posibilidades, como su uso para alimentación animal, reincorporación al suelo o empleo como biocombustible sólido.
Pregón Agropecuario