En el marco de la Cuarta Temporada de “Comunicándonos en Agroempresario.com”, recibimos a Amador Sánchez Rico, Embajador de la Unión Europea en Argentina, en una entrevista exclusiva con Fernando Vilella, Director de Desarrollo Estratégico y Contenidos de Agroempresario.com.
En un discurso cargado de simbolismo y proyección geopolítica, el diplomático europeo resaltó desde Buenos Aires la solidez del vínculo entre Europa y América Latina, subrayando los desafíos compartidos y las oportunidades comunes que se abren en un mundo que demanda más cooperación, sostenibilidad y visión estratégica. “Estamos unidos por la historia, por la cultura, por los valores, y también por el futuro”, afirmó con contundencia, en el marco de la conmemoración por el 74° aniversario del proyecto europeo.
El encuentro, atravesado por una agenda densa en contenido económico y político, permitió reforzar un mensaje clave: para Bruselas, América Latina y especialmente Argentina es un socio prioritario en esta nueva etapa de redefinición del orden global. Con el telón de fondo de la guerra en Ucrania, tensiones políticas, la transición energética y el trabajo por recursos estratégicos como el litio, el cobre y el hidrógeno verde, la Unión Europea busca revitalizar su alianza transatlántica.
Sánchez Rico recordó que hace 74 años, el 9 de mayo de 1950, Robert Schuman propuso crear una comunidad europea del carbón y del acero. Esa idea –resumida en la Declaración Schuman– sentó las bases de la actual Unión Europea.
Desde entonces, la Unión Europea creció en número de miembros, competencias y ambiciones. Hoy representa la segunda economía del mundo, una potencia comercial, y cuenta con un amplio acervo normativo en áreas como el medio ambiente, los derechos humanos y la transición digital.
"Desde sus inicios, el proyecto europeo se ha basado en una visión cooperativa, con instituciones comunes y un respeto profundo por la diversidad de sus pueblos. Es una lección de historia que nos recuerda que la paz, la estabilidad y el progreso no son dados, sino construidos colectivamente", señaló.
En su exposición, el diplomático europeo no eludió las dificultades actuales: la guerra en Ucrania, el conflicto en Medio Oriente, el ascenso de China, el retorno del proteccionismo y los riesgos de fragmentación global. "Estamos viviendo un tiempo de policrisis", dijo, "y por eso necesitamos socios confiables y comprometidos con los mismos valores democráticos".
En ese marco, América Latina aparece como un aliado natural. "Nos unen no sólo siglos de historia compartida, migraciones, idiomas y cultura. También tenemos intereses comunes frente a los grandes desafíos de nuestro tiempo: la lucha contra el cambio climático, la promoción del desarrollo sostenible, la transición energética y la defensa del multilateralismo".
Uno de los temas centrales del discurso fue el acuerdo de asociación entre la Unión Europea y el Mercosur, que lleva más de dos décadas en negociación y cuya firma ha enfrentado múltiples postergaciones. "Queremos que el acuerdo se firme pronto. Es una herramienta estratégica que beneficiará a ambas regiones", remarcó Sánchez Rico.
El acuerdo UE-Mercosur creará un mercado de más de 700 millones de personas, con reglas claras para el comercio, la inversión, la protección ambiental y los derechos laborales. La Comisión Europea lo considera parte esencial de su nueva agenda geopolítica.
"Queremos invertir más en Argentina. Pero para eso se necesitan condiciones claras, previsibilidad y respeto por el Estado de derecho", explicó el Embajador Sánchez Rico, al tiempo que destacó el trabajo conjunto con el gobierno nacional para facilitar la llegada de capital europeo a proyectos verdes, infraestructura y tecnología.
La Unión Europea mira con atención el potencial argentino en sectores clave para la transición energética. El litio del norte argentino, el cobre de la Cordillera, el hidrógeno verde producido en la Patagonia y la agroindustria sostenible son activos estratégicos para una economía europea que busca reducir su dependencia de fuentes fósiles y proveedores poco confiables.
"Queremos invertir más en Argentina. Pero para eso se necesitan condiciones claras, previsibilidad y respeto por el Estado de derecho", explicó el Embajador Sánchez Rico, al tiempo que destacó el trabajo conjunto con el gobierno nacional para facilitar la llegada de capital europeo a proyectos verdes, infraestructura y tecnología.
En particular, mencionó el plan Global Gateway, una iniciativa de inversión de la Unión Europea que movilizará hasta 300.000 millones de euros en países socios, con foco en infraestructura sostenible, conectividad digital, educación e investigación. "Argentina está incluida en ese mapa. Queremos que las inversiones europeas no sólo generen beneficios económicos, sino también desarrollo local.", agregó.
Más allá del comercio y las inversiones, Europa busca consolidar una asociación basada en valores. En ese sentido, Sánchez Rico subrayó el compromiso de la Unión Europea con la defensa del ambiente, la justicia social, la equidad de género y la inclusión. "El desarrollo económico no puede darse a costa del planeta ni de las personas. Por eso promovemos estándares altos en todos nuestros acuerdos", indicó.
También destacó la cooperación en ciencia, tecnología e innovación, especialmente en sectores como la bioeconomía, la transición energética, la salud y la educación superior. "Queremos que nuestras universidades trabajen juntas, que nuestros investigadores colaboren, que nuestros estudiantes se conozcan. La movilidad académica es clave para construir una ciudadanía global", afirmó.
Uno de los ejes más repetidos del discurso fue la necesidad de reglas claras, instituciones sólidas y cooperación entre los sectores público y privado. "Europa aprendió que sin Estado de derecho no hay inversión, y sin inversión no hay desarrollo", sostuvo.
En ese sentido, valoró el trabajo que viene realizando Argentina para estabilizar su macroeconomía, promover un clima de negocios más transparente y reinsertarse en el mundo con una agenda de desarrollo productivo. "Sabemos que no es fácil. Pero también sabemos que hay voluntad política y capacidades extraordinarias en este país", expresó.
Además, resaltó el rol de las provincias y de los actores locales en la construcción de relaciones internacionales. "La diplomacia no es sólo entre cancillerías. También es entre regiones, ciudades, universidades, cámaras empresarias y cooperativas. En Europa lo entendimos hace tiempo: la integración es más efectiva cuando es también descentralizada y federal".
En varios pasajes, el Embajador evocó los lazos históricos entre Europa y América Latina, pasando por las grandes migraciones del siglo XIX y XX. "Muchos europeos encontraron en Argentina una segunda patria. Hoy, sus descendientes son parte y siguen construyendo este país con esfuerzo, creatividad y compromiso", dijo.
Pero el foco estuvo puesto en el futuro. "Esta no es una relación de nostalgia, sino de esperanza. Queremos construir juntos un mundo más justo, más verde y más resiliente. La historia nos une, pero el futuro nos compromete", afirmó.