De la mano de los emprendedores Matías Lonardi y Matías White, fundadores de Cream Roll, llegaron los ‘helados en rollito’ denominados I-tim Pad en Tailandia. Originados en el sudeste asiático, son una alternativa a los helados tradicionales, ya presente en grandes ciudades occidentales como Nueva York, París y Londres.
En la Argentina, Cream Roll comercializa sus productos en eventos sociales, deportivos y corporativos y en ferias gastronómicas. Asimismo, los emprendedores están por abrir un local en Palermo y están evaluando la presencia en shoppings y la apertura de franquicias en el resto del país.
Cuando decidieron importar la idea de estos ‘helados en rollito’, la principal traba que encontraron fue la carencia del equipamiento necesario para la producción; “terminamos importándolas”, indicó Lonardi en referencia a las placas. Asimismo, debieron trabajar más de un mes en la obtención de la receta perfecta: “Hallar la clave para que el helado soporte la temperatura de -30°C y pueda salir en forma de rollito sin que se quiebre, no es tarea sencilla”, sostuvo el co-fundador de Cream Roll.
Como bien detalló Lonardi, la respuesta de los consumidores fue muy positiva, tanto en niños como en adultos. Para la promoción de sus helados, realizan publicaciones con influencers en Instagram y se contactan con organizadores de eventos y caterings para lograr una mayor visibilidad con clientes particulares y empresas.
La producción de estos helados difiere de los tradicionales desde la mezcla base. Cream Roll utiliza una mezcla a base de crema que se ubica sobre una placa que está a -30°. Luego, con la ayuda de espátulas, se pica la mezcla y se mueve para que tome consistencia mientras se va enfriando. Cuando alcanza los -20°, se retira en forma de ‘rollitos’ con la espátula. Cada cliente puede personalizar su helado con chocolates y toppings.
“Para estar siempre presentes en el mercado, tenemos en claro que tenemos que estar atentos al feedback de los clientes y seguir innovando”, finalizó Lonardi.