En la Cuarta Temporada de “Comunicándonos en Agroempresario.com”, junto a Fernando Vilella, Director de Desarrollo Estratégico y Contenidos de Agroempresario.com, recibimos a Carlos Cuenca, Jefe del Área Económica de la Embajada de Brasil en Argentina, y a Fernando Zelner, Consejero de la misma misión diplomática. Ambos representantes ofrecieron una visión estratégica sobre la agenda común que une a Argentina y Brasil en materia agropecuaria, ambiental y geopolítica.
En diálogo con Agroempresario.com, Cuenca y Zelner destacaron el enorme potencial de ambos países para influir en el comercio agrícola global, remarcaron la necesidad de comunicar al mundo la sostenibilidad de sus sistemas productivos, y subrayaron el rol clave de la región amazónica en la bioeconomía y la transición ecológica.
“Brasil y Argentina, juntos, no somos solo grandes productores. Somos una verdadera potencia agropecuaria global cuando actuamos en conjunto”, afirmó Carlos Cuenca. Según explicó, si bien existe una aparente competencia por la similitud en sus exportaciones, el verdadero desafío —y al mismo tiempo, la gran oportunidad— reside en la cooperación: abrir nuevos mercados, impulsar estándares regulatorios más justos y negociar acuerdos de manera coordinada como bloque regional.
Desde la mirada brasileña, la estrategia no pasa por la competencia bilateral, sino por la complementariedad productiva y la acción conjunta frente a terceros mercados. En palabras de Cuenca: “Si trabajamos conjuntamente, tenemos más condiciones de negociar apertura de mercados, mejorar estándares sanitarios y lograr mejores acuerdos comerciales. El Mercosur es la plataforma que permite que esa articulación tenga impacto real”.
Fernando Zelner complementó esta visión al remarcar que los sistemas productivos sustentables de la región deben ser parte del mensaje que se transmite al mundo. “Nuestra agricultura no solo produce alimentos, también aporta a la sostenibilidad y al ambiente global. La seguridad alimentaria es inseparable de la sostenibilidad ambiental”, indicó.
Ambos funcionarios coincidieron en que las discusiones internacionales sobre sostenibilidad agrícola deben reconocer las realidades y contribuciones de países como Brasil y Argentina. “No podemos aceptar que detrás de discursos ambientales se escondan barreras comerciales. Las reglas deben considerar nuestras condiciones de producción y nuestra trayectoria en sostenibilidad”, advirtió Cuenca, en clara alusión a algunos debates actuales con la Unión Europea.
Esta postura está alineada con los reclamos de múltiples países del Sur Global, que consideran que las exigencias ambientales de los países desarrollados a menudo no tienen en cuenta los esfuerzos ya realizados ni las necesidades de desarrollo de las regiones más vulnerables.
El vínculo entre ambos países, además, excede el comercio de commodities. Cuenca subrayó que si se amplía la mirada a insumos, maquinaria y productos agroforestales, “la integración y la complementariedad entre Brasil y Argentina son muy marcadas”. En ese sentido, sostuvo que hay múltiples oportunidades de generar flujos comerciales que aún no han sido explorados.
Zelner reforzó esta visión: “No se trata sólo de abrir mercados, sino de generar oportunidades. Hay muchos productos brasileños que no se ven en Argentina y viceversa. Tenemos que trabajar para que la integración comercial sea real, más allá de las estadísticas”.
Uno de los temas centrales abordados fue la realización de la próxima COP en la Amazonía brasileña, hecho que ambos consideran estratégico. “No se trata solo de organizar una cumbre, sino de mostrarle al mundo la vida real de una región con 30 millones de habitantes, con desafíos sociales y potencial científico”, explicó Zelner.
Para Brasil, la bioeconomía es una herramienta clave para reducir la deforestación sin condenar a la pobreza a los habitantes de la región amazónica. El desarrollo de agtechs, la ciencia aplicada a los productos del bosque y la búsqueda de alternativas económicas sostenibles son políticas centrales para el gobierno brasileño.
Cuenca agregó que la elección de una ciudad amazónica para organizar la COP tiene un fuerte valor simbólico: “La Amazonía está en el epicentro del debate climático hace décadas, pero también es una región mal comprendida. Queremos que el mundo vea la realidad y se involucre”.
De cara a la COP, Brasil tiene varias prioridades. Entre ellas, traducir el lenguaje técnico del cambio climático al lenguaje cotidiano, para que más actores sociales, empresariales y civiles se involucren activamente. También, avanzar hacia la implementación concreta del Acuerdo de París, que busca limitar el aumento de la temperatura global a 2 grados.
“Ya no estamos en etapa de diagnósticos o discusiones teóricas. Necesitamos decisiones concretas para implementar lo que ya se ha acordado. Y eso requiere cooperación, multilateralismo y realismo”, afirmó Cuenca.
Ambos diplomáticos remarcaron también la importancia del Acuerdo Unión Europea–Mercosur. “Es mucho más que una apertura comercial: es un canal privilegiado de cooperación, en un momento en que el multilateralismo enfrenta muchas dudas. Para nosotros, sigue siendo el mejor camino para avanzar en todas las agendas, incluso la climática”, afirmó Zelner.
Además, anunció una novedad relevante: el exministro brasileño Roberto Rodríguez fue designado como enviado especial para Agricultura ante la COP, lo que fortalece el mensaje de que la agricultura forma parte de la solución a la crisis climática.
Otro punto clave es la comunicación del agro. En palabras de Cuenca, “es natural y positivo que el sector agrícola se organice y comunique sus intereses. En países muy urbanizados como los nuestros, la sociedad muchas veces no conoce el trabajo y el impacto del agro en su vida cotidiana”.
Zelner coincidió en que no basta con comunicar hacia adentro, sino que es crucial hacerlo hacia el exterior. “Nuestros sistemas productivos tienen que ser entendidos por nuestros clientes, socios comerciales y consumidores del mundo. Tenemos que explicar el valor ambiental, energético y alimentario de nuestra agricultura”.
Ambos destacaron el rol de medios especializados como Agroempresario.com para cumplir esa función estratégica de puente entre el agro y la sociedad.
El cierre del diálogo dejó una señal clara. “Brasil y Argentina seguirán siendo socios. Con mucha complementariedad, debemos trabajar juntos en los mercados globales, comunicar nuestros sistemas y asumir nuestro rol como grandes proveedores sostenibles del mundo”, concluyó Cuenca.
Frente a los desafíos globales del cambio climático, la seguridad alimentaria y el comercio justo, la asociación estratégica entre Argentina y Brasil aparece como una herramienta poderosa para construir una agenda regional sólida, sustentable y respetada a nivel internacional.