En la Cuarta Temporada de “Comunicándonos en Agroempresario.com”, junto a Fernando Vilella, Director de Desarrollo Estratégico y Contenidos de Agroempresario.com, se presentó un testimonio tan cálido como estratégico. Hovhannes Virabyan, Embajador de Armenia en Argentina, ofreció un recorrido exhaustivo por la historia, la economía, las capacidades productivas, tecnológicas y humanas de su país, en una conversación que dejó en claro que los vínculos entre ambas naciones están en plena expansión.
“Todo es un puente importante entre nuestros dos estados y que sirve para bien de ambos. Es un puente que conoce ambas culturas y las considera 100% argentinos y 100% armenios”, expresó, subrayando el valor de la comunidad armenia como lazo activo y profundo entre las dos sociedades.
“Decimos que Armenia es un joven milenario”, sintetizó el Embajador Virabyan. Y es que Armenia, con más de seis mil años de historia, fue una de las primeras civilizaciones del mundo en practicar la vitivinicultura, adoptar el cristianismo como religión oficial y preservar un legado cultural monumental. Sin embargo, como país independiente moderno, lleva apenas 33 años de historia desde su salida de la Unión Soviética.
Esta dualidad —entre lo ancestral y lo emergente— define gran parte de la identidad y los desafíos de Armenia. “La agricultura es un sector tradicionalmente desarrollado en Armenia. No somos grandes por tamaño, por eso tenemos que ser más productivos, usar más inteligencia y aprovechar nuestras capacidades para lograr grandes resultados con pequeños recursos”, explicó Virabyan.
El sector vitivinícola armenio es una joya histórica y una apuesta al futuro. “Hace 10 o 15 años se encontraron en una cueva de Armenia un viñedo perfectamente conservado, con todos los instrumentos y el proceso de hace más de 6.000 años”, relató, destacando el rol de Armenia, Georgia y el norte de Irán como cunas de la viticultura mundial.
Hoy, Armenia exporta vinos de cepas locales desarrolladas con técnicas modernas. Gracias a su diáspora —presente también en Argentina—, los vinos armenios se abren paso en distintos mercados, incluido el argentino, donde ya hay pequeñas cantidades de importación. “También el mercado armenio consume vinos argentinos, mundialmente conocidos”, agregó el Embajador Virabyan.
Uno de los casos más destacados es el de una bodega familiar armenia que, en más de una década, logró exportar a más de 20 países con un producto de altísima calidad. La cooperación vitivinícola entre Armenia y Argentina, aunque incipiente, muestra un enorme potencial de crecimiento.
Además del vino, Armenia presenta oportunidades de inversión en sectores como el bancario, los minerales y los aeropuertos. “El sector bancario es bastante fuerte y estable. También tenemos inversiones en infraestructura aeroportuaria. Por ejemplo, una empresa americana maneja dos aeropuertos en Armenia”, explicó Virabyan.
Entre sus exportaciones se destacan minerales, piedras preciosas y metales preciosos. Pero no solo se trata de recursos naturales: “También exportamos prendas de vestir, y desde 1880 tenemos fábricas muy reconocidas que producen para el mundo”, indicó el Embajador Virabyan.
En un tramo clave de su testimonio, el embajador sorprendió al vincular a Armenia con el desarrollo tecnológico global. “Durante la Unión Soviética, Armenia era considerada el Silicon Valley de la región. Las primeras computadoras soviéticas fueron programadas y producidas en Armenia”, recordó con orgullo.
Hoy, esta tradición se traduce en un ecosistema emprendedor en crecimiento. “Tenemos nuestros primeros unicornios, empresas que exportan al mundo. Y muy pronto, abriremos en Buenos Aires un centro tecnológico llamado Sumo, nacido en Armenia, con presencia ya en París, Berlín y Los Ángeles”, anunció el Embajador Virabyan. El centro estará dirigido a niños de 10 a 14 años, y será una apuesta educativa y tecnológica sin precedentes para el vínculo bilateral.
La convergencia entre agricultura e innovación es un objetivo estratégico. “Hacemos esfuerzos para incorporar más tecnologías, inteligencia artificial, robótica en la producción agrícola. Buscamos manejar mejor los procesos y los resultados del campo”, destacó Virabyan, en sintonía con los desafíos globales de productividad sustentable.
Este enfoque también marca un punto de encuentro con Argentina, donde la agricultura de precisión y la bioeconomía son pilares del desarrollo agroindustrial.
“En Armenia hay más de 25.000 monumentos culturales”, afirmó el diplomático. Entre ellos, se encuentran las primeras iglesias y monasterios del mundo cristiano, ya que Armenia fue el primer país en adoptar el cristianismo como religión oficial.
La riqueza histórica y arquitectónica convierte al país en un destino de turismo cultural y religioso de alto interés. Pero también destacan el turismo gastronómico —con platos únicos que combinan influencias europeas y asiáticas— y el turismo rural, ligado al vino y la producción agrícola.
“Hace poco organizamos un evento junto a la Cámara Armenio Argentina dedicado al turismo. Vinieron más de 15 empresas turísticas de Armenia a presentar la oferta y conocer las oportunidades argentinas, más allá de Buenos Aires, también en provincias”, detalló el Embajador Virabyan.
“Tenemos relaciones excelentes, sin diferencias ni problemas. Pero como en cualquier relación interestatal, siempre hay que alimentarla con nuevos proyectos, ideas mutualmente interesantes”, reflexionó. En diciembre pasado, en Buenos Aires, se realizó un foro sobre inversiones con la presencia de más de 100 empresarios de ambos países.
Durante ese encuentro se discutieron oportunidades de cooperación comercial, inversión sectorial y casos de éxito. Fue, además, el puntapié para una misión empresarial que tendrá lugar en Armenia entre fines de septiembre y principios de octubre. “Invitamos a todos los interesados a acercarse a la Embajada o a la Cámara Argentino-Armenia para participar”, remarcó Virabyan.
Otro eje destacado fue la colaboración académica y científica. “Desde hace más de diez años tenemos una cooperación con INTA y la Universidad Nacional Agraria de Armenia. Hay intercambio de profesionales, experiencias y visitas en ambas direcciones”, explicó Virabyan.
Este lazo académico busca potenciar la formación en agroindustria, biotecnología y desarrollo sustentable. Además, se trabaja en expandirlo a otras provincias argentinas, dentro de un marco de cooperación descentralizada.
Para fortalecer estos lazos federales, Armenia abrirá este año dos nuevos consulados honorarios en Córdoba y Rosario. “Son provincias con comunidades armenias importantes. Esta descentralización permite ampliar la cooperación económica, educativa y cultural”, detalló el Embajador Virabyan.
El embajador cerró con palabras de agradecimiento y admiración hacia la labor de Agroempresario.com y su equipo: “Quiero felicitar por el enorme trabajo que están realizando. Vi los resultados, sus instalaciones me impresionaron muchísimo. Es un win-win para las embajadas, para el sector privado y para ustedes”.