Por Agroempresario.com
En un año marcado por la incertidumbre económica global y la redefinición de políticas internas, los activos financieros en Argentina transitan una etapa de recuperación tras una fuerte corrección. Los analistas del mercado coinciden en que hay cuatro factores determinantes que podrían alentar una nueva suba de bonos y acciones en lo que resta de 2025: el avance en acuerdos comerciales internacionales, la baja de la inflación, la estabilidad cambiaria con fortalecimiento de reservas, y el resultado del calendario electoral.
Estas variables están siendo monitoreadas de cerca por inversores locales y del exterior, que ven con atención cómo se combinan las condiciones macroeconómicas, las decisiones de política monetaria y fiscal, y el contexto político, para delinear la evolución de los precios de los activos argentinos.
Uno de los principales motores que podría impulsar una nueva suba de los activos es el cierre de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Las tensiones arancelarias impulsadas por el gobierno de Donald Trump han sembrado incertidumbre en los mercados internacionales desde 2024, afectando el apetito por riesgo y el flujo de capitales hacia países emergentes como Argentina.
Sin embargo, los avances recientes en las negociaciones, que derivaron en un entendimiento provisorio con aranceles vigentes solo por 90 días, revirtieron parte del pesimismo y abrieron una ventana para la recuperación. Ignacio Morales, Chief Investment Officer de Wise Capital, sostuvo que este acercamiento “nos asegura varias cuestiones: un dólar que comienza a recuperarse, precios internacionales de materias primas en alza y una inflación norteamericana en descenso. Esto puede traducirse en un retorno paulatino a los activos de riesgo, como los argentinos”.
Desde InvertirOnline (IOL) también destacaron que “la implementación errática de nuevas tarifas y la amenaza de una guerra comercial prolongada modificaron la percepción de riesgo global. Una solución negociada podría favorecer un nuevo ciclo alcista en los activos emergentes, incluyendo los bonos argentinos con alto beta”.
La inflación y el crecimiento del PBI son otros dos elementos clave para sostener la valorización de los activos. De acuerdo con las proyecciones del mercado, el Producto Bruto Interno argentino podría crecer un 5% en 2025. Sin embargo, este escenario ya estaría parcialmente descontado en las valuaciones actuales, por lo que es esencial que los indicadores económicos confirmen esta tendencia.
Salvador Di Stefano, analista económico, advirtió que “una baja en el tipo de cambio oficial puede arrastrar a la baja los precios internos, ya que muchos bienes incluyen componentes importados. Esto puede beneficiar a los bonos en pesos ajustados por CER o tasa nominal, que podrían comprimir sus rendimientos y generar ganancias de capital”.
Por su parte, la consultora Invecq remarcó que “los datos de marzo reflejaron una contracción económica, pero los primeros indicadores de abril muestran un repunte. Si el nuevo esquema cambiario logra consolidarse y generar estabilidad, podríamos estar frente a una expansión sostenida durante el resto del año”.
La estabilidad del tipo de cambio tras la eliminación del cepo cambiario y la acumulación de reservas internacionales se posicionan como pilares para consolidar la confianza en el mercado argentino. La flotación libre con bandas establecidas por el Banco Central permitió al dólar ubicarse en un punto medio entre los tipos de cambio oficiales y financieros, lo cual contribuyó a frenar la inflación de marzo y abril.
José María Segura, economista jefe de PwC Argentina, destacó que “la reacción inicial del mercado fue positiva. El dólar encontró un nuevo equilibrio y la estacionalidad de las exportaciones puede sostener ese nivel en los próximos meses. A largo plazo, las inversiones en sectores como energía y minería anticipan un incremento en las exportaciones y una mayor fortaleza cambiaria”.
Según el acuerdo vigente con el FMI, el Gobierno debe alcanzar una meta de acumulación de USD 8.900 millones en reservas netas para fin de año. Ignacio Morales explicó que “el BCRA puede intervenir en el mercado si el dólar cae al piso de la banda. Además, espera ingresos financieros, desembolsos de organismos internacionales y un aumento de los depósitos privados”.
Adcap Grupo Financiero también remarcó que, pese a que el BCRA tiene la facultad de intervenir, prioriza el control de la inflación en un año electoral. Esta estrategia refuerza el compromiso con la estabilidad macroeconómica y podría continuar alentando a los inversores.
En un contexto donde la política influye directamente en las decisiones económicas, las elecciones legislativas de medio término son un factor determinante para los mercados. El triunfo del oficialismo en la ciudad de Buenos Aires generó optimismo, y una victoria a nivel nacional podría consolidar el rumbo económico actual.
“El principal motor de las decisiones de inversión este año son las elecciones. El Gobierno parece tener una posición favorable frente a una oposición fragmentada, y eso se traduce en expectativas positivas por parte del mercado”, señalaron desde Adcap.
El economista Gustavo Ber coincidió en que “la combinación de un renovado apetito global por el riesgo y los buenos resultados en las elecciones provinciales impulsan una visión positiva sobre la historia argentina. Los inversores buscan continuidad en el rumbo económico y señales de gobernabilidad”.
Sin embargo, también persisten los riesgos. Jorge Fedio, analista técnico de Clave Bursátil, advirtió que “aunque el país está mejorando, la Bolsa venía desmejorando. Los comicios pueden dar un envión si el resultado acompaña, pero hay ruidos políticos, como la frustrada ley de ficha limpia, que generan dudas en el exterior”.
Los analistas coinciden en que la recuperación observada desde abril puede sostenerse si se consolidan los cuatro factores clave: acuerdos internacionales, baja de la inflación, estabilidad cambiaria con reservas sólidas y una elección que valide la continuidad del plan económico.
A pesar de la volatilidad que caracteriza al mercado argentino, muchos consideran que el actual contexto ofrece oportunidades. En particular, las valuaciones de los bonos y acciones se mantienen por debajo de sus picos de enero, lo que podría dar margen para nuevas subas si se confirman las señales positivas en los próximos meses.