La provincia de Buenos Aires atraviesa una situación crítica tras las intensas lluvias que, en pocos días, duplicaron el promedio histórico de mayo registrado en los últimos 30 años. Este fenómeno meteorológico dejó como saldo una gran cantidad de barrios anegados, viviendas afectadas y pérdidas materiales significativas, tanto en zonas urbanas como rurales.
Frente a esta emergencia, el equipo municipal se encuentra desplegado en el territorio, reforzando tareas de asistencia, limpieza, evacuación y acompañamiento a las familias damnificadas. “Hay mucho por hacer, y estamos presentes con todo el equipo municipal para hacerlo”, aseguró un funcionario local, en referencia al compromiso de los distintos niveles del gobierno con los vecinos. Las tareas se desarrollan en coordinación con Defensa Civil, bomberos y organismos provinciales.
Las localidades más afectadas del conurbano bonaerense están recibiendo atención prioritaria debido al colapso del sistema pluvial en varias zonas. En algunos municipios, los centros de evacuación están funcionando a plena capacidad, brindando abrigo, alimentos y contención psicológica. Asimismo, maquinaria vial y camiones cisterna trabajan para drenar el agua acumulada en calles y zonas bajas.
Desde la administración provincial, encabezada por Axel Kicillof, se monitorea permanentemente la evolución del clima y el estado de las infraestructuras, al tiempo que se evalúan nuevas medidas para prevenir riesgos sanitarios y estructurales. El gobernador pidió a los intendentes reportes constantes para organizar una respuesta articulada.
Las autoridades advierten que las precipitaciones podrían continuar, por lo que se recomienda a la población permanecer atenta a los canales oficiales y evitar circular por zonas inundadas. La prioridad, coinciden todos los niveles del Estado, es salvaguardar la vida y el bienestar de los bonaerenses.