La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca aprobó el Protocolo de Calidad para las ciruelas desecadas/deshidratadas variedad D'Agen, según lo establecido en la Resolución 72/2025, publicada en el Boletín Oficial el 16 de mayo de 2025 . Esta medida permite a los productores acceder al uso del sello "Alimentos Argentinos, una elección natural", que certifica el cumplimiento de estándares específicos de calidad y producción.
El protocolo fue desarrollado con la colaboración del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Clúster de Ciruela Industria de Mendoza y la empresa Nevada Argentina S.A. . Su implementación busca fortalecer la competitividad del sector, facilitar el ingreso a nuevos mercados y consolidar la reputación de las ciruelas argentinas en el comercio internacional.
La resolución invita a productores y empresas de la cadena productiva a adoptar las normas técnicas establecidas, y a las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a difundir el protocolo en sus respectivas jurisdicciones .
Beneficios del nuevo protocolo para la exportación de ciruelas desecadas
La aprobación del Protocolo de Calidad para ciruelas desecadas de la variedad D'Agen, formalizada mediante la Resolución 72/2025, representa un avance estratégico para el sector frutícola argentino, especialmente para las economías regionales como la de Mendoza y San Rafael, donde esta producción tiene fuerte impacto económico y social.
Uno de los principales beneficios del protocolo es que permite a los productores y empresas acceder al sello "Alimentos Argentinos, una elección natural". Este distintivo oficial no solo valida el cumplimiento de estándares de calidad, inocuidad y trazabilidad, sino que también funciona como una herramienta de diferenciación en los mercados internacionales, aumentando la competitividad del producto frente a la oferta global.
Asimismo, el protocolo establece parámetros claros sobre las condiciones de producción, secado, procesamiento y envasado de las ciruelas, lo que impulsa una mejora continua en las prácticas del sector. Esto se traduce en una mayor homogeneidad del producto, que responde a las exigencias de los consumidores y compradores externos.
Desde el punto de vista comercial, la implementación de este estándar facilita el ingreso a nuevos mercados, mejora la reputación del origen argentino y abre la posibilidad de conquistar nichos de alto valor donde se premian los alimentos certificados por origen y calidad.
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