Por Agroempresario-com
Varsovia, la capital y ciudad más poblada de Polonia, es un testimonio viviente de resiliencia y reconstrucción. Dividida en dos por el serpenteante río Vístula, esta urbe que alguna vez fue apodada "la París del Este" por su incomparable belleza, sufrió una devastación casi total durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, como el Ave Fénix, Varsovia ha sabido resurgir de sus cenizas, recuperando su esplendor y transformándose en una ciudad vibrante y llena de energía. Aquí, la armonía entre las encantadoras casas de colores de estilo medieval, los imponentes edificios históricos de la época comunista y la audaz arquitectura moderna crea un mosaico urbano fascinante que cautiva a cada visitante.
Para una inmersión completa en el alma varsoviana, se recomienda dedicar al menos dos días. Este tiempo te permitirá explorar su bello centro histórico, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, pasear por el barrio Judío y el bohemio barrio de Praga, visitar fascinantes museos, majestuosos palacios, exuberantes parques e históricas iglesias. Además, la experiencia no estaría completa sin deleitarse con la rica gastronomía polaca en sus tradicionales "bares de leche" o en sus restaurantes de primer nivel. Platos como los pierogi (dumplings rellenos), el contundente bigos (estofado de col agria y carne) o la cremosa sopa Żurek son una delicia para el paladar.
Si tu agenda lo permite, extender tu estancia te abrirá las puertas a excursiones de un día que te confrontarán con la historia más cruda de Europa, como los conmovedores campos de concentración de Auschwitz-Birkenau o Treblinka. O quizás prefieras explorar otras joyas polacas como las hermosas ciudades de Cracovia, Wroclaw, Gdansk o Poznan, cada una con su propio encanto medieval y cultural.
La mejor época para viajar a Varsovia y Polonia abarca de mayo a septiembre, cuando las temperaturas son más agradables y los días ofrecen más horas de sol, ideales para explorar a pie. La primavera y el otoño también son excelentes opciones, con menor afluencia de turistas y un clima aún favorable. Diciembre, a pesar de las bajas temperaturas y las pocas horas de luz, transforma la ciudad en un cuento de hadas con su espectacular iluminación navideña y sus encantadores mercadillos de Navidad, que abren desde finales de noviembre hasta principios de enero.
Basándonos en una profunda experiencia en la ciudad, hemos compilado una lista de los 16 lugares que consideramos absolutamente imprescindibles en Varsovia, una guía para que aproveches al máximo tu aventura polaca.
Adentrarse en las calles de la Ciudad Vieja (Stare Miasto) es, sin duda, una de las experiencias más gratificantes en Varsovia. Este barrio, el más antiguo y la auténtica joya de la ciudad, te transporta en el tiempo. Es fundamental recordar que casi el 90% de esta área fue brutalmente arrasada durante los bombardeos de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial y el posterior paso del Ejército Rojo. Sin embargo, gracias a una meticulosa labor de reconstrucción, basada en antiguas pinturas de maestros como Marcello Bacciarelli y Bernardo Bellotto, y en detallados proyectos arquitectónicos previos a la guerra, el casco antiguo recuperó su esplendor original con una fidelidad tan asombrosa que la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1980.
Un tranquilo paseo por sus calles empedradas y sus casas de arquitectura medieval con fachadas de colores vibrantes es una delicia. Te recomendamos dirigirte al corazón de este barrio, la preciosa Plaza del Mercado Viejo (Rynek Starego Miasta). Otros puntos de interés imperdibles en la Ciudad Vieja incluyen la pintoresca calle Piwna, el majestuoso Castillo Real, la animada Plaza del Castillo (Plac Zamkowy) y la imponente Catedral de San Juan Bautista. Para una comprensión más profunda de la historia de la ciudad y asegurar que no te pierdes ningún detalle, puedes optar por un free tour en español o un tour privado, ideales para grupos.
La Plaza del Mercado Viejo (Rynek Starego Miasta) es el punto de partida perfecto para explorar Varsovia. Visítala a primera hora de la mañana para disfrutar de su belleza con menos turistas. Esta plaza rectangular, epicentro de la Ciudad Vieja, está rodeada de coloridas casas de arquitectura tradicional que en la Edad Media pertenecieron a ricos comerciantes. Fue un lugar clave para ferias y ejecuciones públicas.
Tras ser destruida por el ejército alemán, fue reconstruida imitando su diseño del siglo XVII. Hoy, es un vibrante punto de encuentro donde locales y turistas se mezclan, disfrutan de terrazas y admiran artistas callejeros. No te pierdas la estatua de la Sirenita, ícono de la ciudad. Esta escultura de bronce, con espada y escudo, similar a la de Copenhague, esconde una leyenda vinculada al nacimiento de Varsovia y forma parte de su escudo.
Además, en la plaza se encuentra el Museo de Historia de Varsovia, con una vasta colección que narra la evolución de la ciudad desde sus orígenes hasta su devastación en la Segunda Guerra Mundial. El museo abre de martes a domingo, de 10h a 17h.
A solo unos pasos de la Plaza del Mercado se alza la Catedral de San Juan, una de las iglesias más antiguas y significativas de Varsovia. Construida en el siglo XIV en estilo gótico, esta catedral fue escenario de importantes ceremonias de coronación y sirvió como panteón para varios monarcas polacos. Sin embargo, su destino fue trágico durante el Alzamiento de Varsovia, cuando fue reducida a escombros, sobreviviendo milagrosamente solo uno de sus muros.
Tras una minuciosa restauración, la fachada de ladrillo rojo fue recuperada en su totalidad, así como el impresionante paso elevado de 80 metros que la conectaba con el Castillo Real, construido en 1620 tras un intento de asesinato al rey de Polonia Segismundo III frente a la catedral. Aunque la rica decoración barroca y las numerosas obras de arte que albergaba en su interior se perdieron, el nuevo estilo gótico sobrio incorpora piezas de gran valor, como una réplica del coro barroco original, el órgano y una cripta que custodia los restos de destacadas personalidades polacas, incluyendo a los duques de Mazovia, el rey Estanislao II Poniatowski (el último monarca polaco), varios presidentes de Polonia y el Premio Nobel de Literatura Henryk Sienkiewicz.
Al salir, no olvides pasar por la Plaza Kanonia para dar tres vueltas alrededor de una campana de bronce del siglo XVII. Se dice que esta campana, que nunca fue colgada en ningún campanario, trae buena suerte. La Catedral de San Juan abre de lunes a sábados de 10h a 18h y los domingos de 15h a 19h.
En la entrada sur de la Ciudad Vieja se erige el Castillo Real, una impresionante obra arquitectónica de estilo barroco-neoclásico y una de las maravillas imperdibles de Varsovia. Esta antigua residencia real y sede del Parlamento tiene sus orígenes en el siglo XIV, aunque alcanzó su máximo esplendor y su configuración actual entre los siglos XVI y XVII, bajo el reinado de Segismundo III.
A pesar de haber sido completamente destruido por los nazis, el castillo fue reconstruido con una fidelidad y un lujo de detalles asombrosos, replicando a la perfección el antiguo palacio. Hoy en día, los visitantes pueden recorrer sus diversas habitaciones reales, exquisitamente decoradas con mobiliario de época, tapices y valiosas obras de arte. Destacan pinturas de Rembrandt como "Niña en un marco" y "El padre de la novia judía". Durante la visita, podrás admirar la opulenta Sala de Audiencias, la distinguida Sala de Mármol, el gran Salón de Asambleas, la imponente Sala del Trono y la Cámara del Consejo, además de pasear por sus hermosos jardines exteriores.
El precio de la entrada es de aproximadamente 30 PLN (7 euros) e incluye el acceso a las principales estancias reales, las cuales puedes explorar cómodamente con la ayuda de una audioguía en español. Al salir del castillo, te sugerimos un paseo por la hermosa Plaza del Castillo, dominada por la columna corintia de Segismundo, erigida en 1644 en honor al rey Segismundo III, una figura crucial y muy querida en la historia del país. Desde esta columna, parten interesantes recorridos, como el free tour de la Segunda Guerra Mundial, que visita monumentos de la capital polaca que rinden homenaje a los ciudadanos que defendieron su nación. El Castillo Real abre de martes a domingo de 10h a 18h, extendiendo su horario los viernes hasta las 20h.
Desde la Plaza del Castillo, puedes adentrarte en algunas de las calles más pintorescas del centro histórico, como la calle Piwna, hasta llegar a la conmovedora estatua de Maly Powstaniec (El Pequeño Insurrecto). Esta hermosa escultura conmemora a los niños soldados que lucharon y perdieron la vida durante el trágico Alzamiento de Varsovia de 1944.
Muy cerca de esta estatua se encuentra la Barbacana, un impresionante bastión defensivo que formaba parte de la muralla medieval que rodeaba la ciudad, protegiéndola de ataques enemigos. Cruzar esta puerta, que servía como el principal acceso a la antigua villa medieval y te conduce a la Ciudad Nueva, es otra de las experiencias recomendadas en Varsovia.
Si en este punto de tu recorrido por Varsovia sientes apetito, te complacerá saber que a pocos metros de esta histórica construcción se ubican restaurantes altamente recomendados como Podwale 25, Gościniec y Stolica, donde podrás deleitarte con la auténtica comida típica polaca. La Barbacana no es solo un vestigio del pasado, sino un punto estratégico para continuar explorando la riqueza cultural y gastronómica de la capital polaca.
Una vez que cruces la Barbacana, te encontrarás en la Ciudad Nueva (Nowe Miasto), un barrio fundado a finales del siglo XIV y considerado otra de las zonas más importantes y fascinantes para visitar en Varsovia. Originalmente una ciudad independiente que se separó de la Ciudad Vieja a finales del siglo XIV, la Ciudad Nueva sufrió una devastación total durante la invasión sueca (1655-1660). Aunque se reconstruyó y se anexionó a la actual Varsovia en 1791, volvió a quedar en ruinas durante el Levantamiento de Varsovia en 1944.
A pesar de este trágico pasado, la Ciudad Nueva ha sabido resurgir una vez más, ofreciendo numerosos puntos de interés. Comienza tu recorrido por la Iglesia del Espíritu Santo, un importante lugar de peregrinación, y el Monumento a los Héroes del Levantamiento, dedicado a todos aquellos que perecieron en la lucha contra los nazis en Varsovia.
Después de estas visitas, puedes pasear por la encantadora calle Freta, rodeada de casas coloridas, donde se alza la Iglesia de San Jacek, notable por sus 14 altares y cinco capillas, y que funcionó como hospital durante el Levantamiento de Varsovia. En el número 16 de esta misma calle, encontrarás la casa natal de Marie Curie, ahora convertida en un museo que narra la infancia de esta científica pionera, la primera mujer y única persona en el mundo en recibir dos Premios Nobel en distintas especialidades científicas: Física y Química.
La calle Freta te conducirá a la Plaza del Mercado Nuevo, el epicentro de este barrio, donde uno de sus laterales alberga la barroca Iglesia de San Casimiro con su distintiva cúpula verde. Para concluir tu itinerario, acércate a la Iglesia de la Visitación de la Virgen María y disfruta de un agradable paseo por la calle Kościelna, donde se encuentra la estatua de Maria Skłodowska-Curie, hasta llegar a las serenas orillas del río Vístula.
Si dispones de tiempo adicional después de un paseo por la orilla del Vístula, te animamos a cruzar el río por el puente Śląsko-Dąbrowski o en transporte público (bus o tranvía) para llegar al barrio de Praga. Este es, sin duda, uno de los barrios más interesantes y auténticos de Varsovia. La gran ventaja del barrio de Praga es que, a diferencia de otras zonas de la ciudad, no fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial. Esto te permite apreciar su arquitectura original de ladrillo rojo, con un encanto ligeramente decadente, sus antiguas farolas y pequeños patios, que le confieren una atmósfera única.
En la actualidad, este barrio bohemio y alternativo ha logrado superar su antigua fama de inseguro para transformarse en una de las zonas más codiciadas de la ciudad, especialmente entre artistas. Han establecido una vibrante comunidad, visible en las numerosas galerías de arte, muestras de arte urbano, centros culturales, cafeterías originales y tiendas de diseño que han florecido en sus calles.
Entre sus lugares más destacados se encuentran la Iglesia de Nuestra Señora de Loreto, la Catedral de San Miguel Arcángel, el bullicioso Bazar Różyckiego y las pintorescas calles adoquinadas Ząbkowska, Brzeska y Mala. Es notable que en esta última calle se rodaron escenas de la aclamada película El Pianista. El barrio de Praga es también famoso por su arte callejero, con impresionantes murales que adornan las paredes de edificios en calles como Środkowa, Mała y Wrzesińsk. Además, antiguas fábricas de ladrillo rojo han sido reconvertidas en dinámicos espacios culturales y de entretenimiento, como la de Koneser. Para profundizar en la historia y los rincones con encanto de este barrio, puedes unirte a un free tour especializado.
Después de explorar Praga, reponer fuerzas en un "bar de leche" (Bar Mleczny) es una experiencia auténtica. Estos establecimientos, creados por el gobierno comunista para ofrecer comida barata a los trabajadores, deben su nombre a la predominancia de productos lácteos en su menú. El Rusalka, que mantiene una estética de los años 60-70, es altamente recomendado. Si tu interés en la gastronomía de Varsovia y Polonia va más allá, puedes reservar un tour gastronómico con guía en español para una inmersión completa.
Recorrer la Ruta Real es, sin duda, una de las experiencias más enriquecedoras en Varsovia. Este antiguo camino, que antaño utilizaban los reyes para desplazarse entre el Castillo Real y los impresionantes palacios de verano Lazienki y Wilanów, te sumerge en la historia y la grandiosidad de la ciudad.
La ruta, de aproximadamente 10 kilómetros, comienza justo al salir de la Plaza del Castillo, adentrándose en la hermosa calle Krakowskie Przedmieście. Esta avenida es un verdadero escaparate arquitectónico, albergando una concentración notable de edificios históricos, incluyendo la Universidad de Varsovia, el imponente Palacio Presidencial, el elegante Palacio Czapski, el histórico Palacio Kazimierz, las significativas iglesias de la Santa Cruz y de Santa Ana, el lujoso Hotel Bristol, el distinguido Palacio Potocki, entre otros.
Al llegar al Monumento a Nicolás Copérnico, la calle cambia de nombre y se convierte en Nowy Świat. Aquí comienzan a aparecer las tiendas más exclusivas, galerías de arte de vanguardia y la popular Iglesia de San Alejandro, cuya forma recuerda al Panteón Romano y que se sitúa en la Plac Trzech Krzyży (Plaza de las Tres Cruces).
Desde esta plaza, se extiende la Avenida Ujazdowskie, que te guiará directamente hacia los palacios de verano. Antes de llegar a ellos, pasarás por el precioso Parque Ujazdowski y su castillo del siglo XVII, una de las construcciones más antiguas y fascinantes que ver en Varsovia.
El recorrido total hasta el Palacio Lazienki es de unos 4 kilómetros. Para llegar al Palacio de Wilanów, si no quieres caminar 6 kilómetros adicionales, es recomendable tomar un autobús. Si realizas este paseo durante los meses más fríos o simplemente te apetece un dulce, no dudes en acercarte a alguna chocolatería E. Wedel para probar su delicioso chocolate caliente en taza o sus exquisitas pastas rellenas; ¡es una parada que no te arrepentirás de hacer! Otra excelente opción para comer o tomar algo es Hala Koszyki, un vibrante mercado cubierto con una gran variedad de puestos de comida.
Durante tu paseo por la Ruta Real, podrás admirar la belleza de las fachadas de numerosos edificios históricos desde el exterior. Sin embargo, hay algunos que merecen una visita más profunda, como la Iglesia de Santa Ana y la Iglesia de la Santa Cruz.
La Iglesia de Santa Ana, construida en el siglo XV, se distingue por su fachada de estilo gótico que contrasta notablemente con un interior barroco. Este alberga elementos originales de gran valor, como el órgano, el púlpito y el altar mayor.
Pero, sin duda, el mayor atractivo de esta iglesia es su torre, conocida como Taras Widokowy. Aunque es una estructura independiente de la iglesia, ofrece las mejores vistas de Varsovia y de la histórica Ciudad Vieja. Para alcanzar la cima de la torre y disfrutar de estas vistas espectaculares, deberás ascender 150 escalones de piedra.
El horario de visita de la torre es de lunes a viernes de 10h a 21h, y los sábados y domingos de 11h a 22h, durante los meses de mayo a octubre. El resto del año, el horario de cierre se adelanta a las 18h. Una visita a la Iglesia de Santa Ana no solo te conecta con la historia religiosa de Varsovia, sino que te recompensa con panorámicas inolvidables de la capital polaca.
La Universidad de Varsovia, la institución de educación superior más grande y una de las más prestigiosas de Polonia, se erige como otro de los lugares imprescindibles para visitar en la capital polaca. No es solo un centro de conocimiento, sino también un atractivo turístico reconocido mundialmente, gracias a sus espectaculares jardines botánicos ubicados en el tejado de su biblioteca. Estos jardines albergan una impresionante variedad de plantas y árboles de todas partes del mundo.
Aunque el acceso a los invernaderos de la universidad requiere una tarifa, es altamente recomendable visitar su terraza de acceso libre. Desde allí, se pueden disfrutar de vistas privilegiadas de las torres de las iglesias de la Ciudad Vieja, del imponente Palacio de la Cultura y la Ciencia y del serpenteante río Vístula.
Durante tu paseo por los jardines, puedes relajarte en alguna de las hamacas dispuestas para los visitantes o cruzar las diversas pasarelas rodeadas de exuberante vegetación, que ofrecen vistas al interior de la biblioteca, siempre llena de estudiantes concentrados en sus estudios.
El horario de visita de los jardines es todos los días de 08h a 20h; en invierno, el horario de cierre se adelanta a las 15h. La Universidad de Varsovia es un ejemplo perfecto de cómo el conocimiento y la naturaleza pueden fusionarse en un espacio que invita tanto al aprendizaje como a la contemplación.
Al final del primer tramo de la Ruta Real, te encontrarás con una de las joyas verdes de Varsovia: el Parque Łazienki. Este extenso parque de estilo barroco, fundado en el siglo XVI, es un remanso de paz donde locales y turistas se congregan para desconectar del bullicio de la ciudad, sumergiéndose en un entorno de naturaleza exuberante y majestuosos palacios.
Entre las diversas edificaciones que salpican el parque, destaca el precioso Palacio de la Isla, una joya de estilo clasicista. Ubicado sobre una isla artificial en medio de un lago, fue la antigua residencia de verano del rey Estanislao II. Otros lugares que merecen una contemplación, al menos desde el exterior, son la Casa Blanca, el Palacio Myślewicki, el Anfiteatro Clásico, el Templo de Diana y el Palacio Belvedere, además de numerosos monumentos, pabellones y encantadores jardines.
Si visitas este parque un domingo, entre las 12h y las 16h, durante los meses de mayo a agosto, tendrás la oportunidad de disfrutar de un concierto gratuito con las mejores composiciones de Frédéric Chopin, justo al lado de su monumento. Para aquellos con tiempo limitado, una manera cómoda y eficiente de explorar los principales atractivos turísticos de Varsovia es optar por el autobús turístico, que ofrece comentarios grabados en español sobre cada punto de interés. El Parque Łazienki está abierto todos los días de 6h a 21h, invitando a sus visitantes a disfrutar de su belleza y serenidad.
La historia del virtuoso compositor y pianista Frédéric Chopin está intrínsecamente ligada a Varsovia, ciudad donde vivió más de la mitad de su vida. Su infancia y juventud transcurrieron en diferentes palacios de la ciudad, gracias al trabajo de su padre como profesor. Para adentrarse en su vida y legado, la visita al Museo Chopin es imprescindible. Este museo, uno de los lugares más relevantes para visitar en Varsovia, alberga en sus 15 salas una vasta colección de objetos personales, manuscritos de sus obras y notas del propio compositor.
Además de la visita al museo, puedes acercarte al hermoso Parque Łazienki, donde se erige un monumento dedicado a él, y a la Iglesia de la Santa Cruz, un lugar de profunda significancia, ya que allí descansa el corazón de Chopin, y que cuenta con un altar mayor bellamente ornamentado con detalles de oro.
Un momento especialmente emotivo para recordar a Chopin se vive en el aniversario de su muerte, el 17 de octubre de 1849, cuando los interiores de las iglesias se llenan con la conmovedora música del Requiem de Mozart. Si eres un apasionado de la música clásica, no puedes dejar de reservar un concierto a piano de una hora en la sala Fryderyk de Varsovia, una oportunidad única para deleitarte con las obras del gran maestro.
Una curiosidad adicional relacionada con Chopin son los bancos multimedia instalados por toda la ciudad para conmemorar el 200 aniversario de su nacimiento. Estos bancos te permiten escuchar algunas de sus piezas con solo pulsar un botón; uno de ellos se encuentra en el Parque Łazienki, justo al lado de su monumento. Para una exploración completa de los puntos de interés vinculados a Chopin y una comprensión más profunda de su historia en Varsovia, un tour guiado en español es una excelente opción. El Museo Chopin abre de martes a domingo de 11h a 20h.
El Palacio de Wilanów, la parada final de la Ruta Real, es conocido con razón como el "Versalles polaco" y es, sin lugar a dudas, otro de los lugares imprescindibles que ver en Varsovia. Esta maravilla del arte barroco del siglo XVII, que sirvió como residencia palaciega del rey Juan III Sobieski, tiene la particularidad de haber sobrevivido casi intacta a la devastación de la Segunda Guerra Mundial, gracias a su ubicación alejada del centro histórico.
Después de admirar su imponente fachada, profusamente decorada con esculturas que narran la vida y los triunfos del rey Juan III Sobieski, puedes adentrarte en los salones reales interiores. Estos están decorados con mobiliario de diferentes épocas, destacando la sobria Sala Blanca, la majestuosa Galería del Rey, el Museo de Interiores, la Galería del Retrato Polaco y el exótico Gabinete Chino. Sin embargo, la verdadera joya de Wilanów reside en el vasto parque que lo rodea.
Este enorme espacio natural alberga varios jardines que cautivan a primera vista. Entre ellos, el Jardín Barroco, la parte más antigua del parque, se distingue por sus dos niveles de terrazas meticulosamente diseñadas. Otro deleite visual es el Jardín Chino-Inglés, con su precioso estanque que invita a la contemplación. Para sumergirte completamente en la historia y los secretos de este magnífico palacio, se recomienda reservar una visita guiada en español.
El horario de visita del Palacio de Wilanów varía según la temporada: en invierno, está abierto de miércoles a lunes de 9:30h a 16h; el resto de los meses, los lunes, miércoles, sábados y domingos, el horario se extiende hasta las 18h. Una visita a Wilanów es un viaje en el tiempo a la época dorada de la monarquía polaca y una muestra del esplendor artístico y arquitectónico.
Una vez que hayas completado el recorrido por la Ruta Real, puedes regresar al centro de la ciudad en autobús, bajando en la parada del Palacio de la Cultura y la Ciencia. Esta imponente estructura, construida entre 1952 y 1955 por orden directa de Stalin durante la época de la ocupación rusa, es un hito arquitectónico ineludible en Varsovia.
A pesar de que su existencia fue motivo de controversia para algunos locales, quienes propusieron su demolición por ser un símbolo de la dominación soviética, sus 234 metros de altura se han mantenido hasta el día de hoy, convirtiéndolo en uno de los edificios más altos de Polonia y, sin duda, en el mejor mirador de la ciudad.
Actualmente, este edificio, que exhibe la característica estructura de los antiguos rascacielos de la URSS, alberga una diversidad de espacios, desde oficinas y departamentos institucionales hasta bibliotecas, teatros y dos salas de conciertos. El mirador del Palacio de la Cultura y la Ciencia está abierto todos los días de 10h a 20h, ofreciendo vistas panorámicas espectaculares de Varsovia, una perspectiva única de la ciudad que ha sabido reinventarse.
El Gueto de Varsovia, el más grande establecido en Europa por la Alemania nazi durante el Holocausto, es uno de los lugares más conmovedores y obligatorios para visitar en la capital polaca. Esta etapa trágica y oscura de la historia polaca y europea comenzó aquí, cuando los nazis ocuparon la ciudad y, posteriormente, establecieron el gueto, confinando en condiciones extremas a más de 400.000 judíos, tanto de Varsovia como de otros países ocupados.
Las enfermedades, el hambre y las brutales deportaciones a campos de concentración como Treblinka y Auschwitz redujeron su población a tan solo 50.000 personas. Antes de su liquidación final, este lugar fue escenario del heroico Levantamiento del Gueto de Varsovia, la primera gran revuelta contra el nazismo. Con valentía, los judíos lograron obtener algunas armas y resistieron con coraje durante casi un mes, hasta que fueron aplastados por los nazis y los pocos supervivientes enviados a los campos de exterminio.
Es imprescindible acercarse a las calles Sienna y Złota, que aún conservan fragmentos del muro original del gueto, testigos silenciosos de la atrocidad. También merece la pena recorrer la calle Próżna, donde se mantienen en pie las cuatro únicas casas que permanecieron intactas tras la demolición del gueto.
Durante el recorrido, no te pierdas la Sinagoga Nożyk, el Monumento a los Héroes del Gueto (erigido en honor al levantamiento), el Cementerio Judío, que alberga más de 200 tumbas y algunas fosas comunes del Holocausto, y la Umschlagplatz, una plaza utilizada por los nazis para concentrar a los judíos antes de enviarlos a los campos de exterminio.
Este barrio también alberga dos interesantes museos: el Museo Judío de Varsovia (POLIN), donde podrás conocer en profundidad las penalidades de los judíos polacos, y el Museo del Alzamiento, que presenta una extensa colección de objetos y material fotográfico de este crucial período de la historia. El Museo Judío abre de miércoles a lunes de 10h a 18h (viernes, sábado y domingo hasta las 20h). El Museo del Alzamiento abre de miércoles a lunes de 08h a 18h (jueves hasta las 20h). Visitar el Gueto de Varsovia es un acto de memoria y una lección vital sobre la historia.
Si dispones de días adicionales en tu itinerario o si el clima no acompaña durante tu visita a la ciudad, Varsovia ofrece una rica variedad de museos que merecen ser explorados, brindando una perspectiva profunda de su historia, arte y ciencia.
Estos museos ofrecen opciones para todos los gustos e intereses, desde el arte clásico hasta la ciencia moderna y la historia militar, enriqueciendo tu viaje a Varsovia con conocimiento y entretenimiento.
Una vez que hayas explorado los 16 lugares imprescindibles de Varsovia, te sugerimos considerar una o más excursiones de un día a otros puntos clave de Polonia. Estas salidas ofrecen una perspectiva más amplia de la historia y la cultura del país, incluyendo sitios de profunda significación que invitan a la reflexión.
Estas excursiones ofrecen una combinación de reflexión histórica y descubrimiento cultural, enriqueciendo tu viaje por Polonia más allá de la capital.
Para una estancia cómoda y estratégicamente ubicada en Varsovia, el Motel One Warsaw-Chopin es nuestra recomendación principal. Este hotel, situado a solo 15 minutos a pie del centro histórico, combina una magnífica ubicación con excelentes servicios. Con una recepción disponible las 24 horas, un personal amable y un desayuno de alta calidad, garantiza una experiencia placentera.
Otras opciones de alojamiento que ofrecen una excelente relación calidad/precio y están bien situadas en la ciudad incluyen el Hotel Gromada Warszawa Centrum, el LoftHotel Sen Pszczoly y el Hotel Metropol. Al elegir cualquiera de estas opciones, te aseguramos una base cómoda y conveniente para explorar todo lo que Varsovia tiene para ofrecer.
Varsovia cuenta con dos aeropuertos principales que conectan la ciudad con el resto del mundo: el Aeropuerto Chopin (WAW) y el Aeropuerto Modlin (WMI). Ambos están bien comunicados con el centro de la ciudad, ofreciendo diversas opciones de transporte.
Desde el Aeropuerto Chopin (WAW): Considerado el más importante de Polonia, con vuelos internacionales, el Aeropuerto Chopin ofrece varias alternativas para llegar al centro de forma rápida y económica:
Desde el Aeropuerto Modlin (WMI): Este aeropuerto suele ser utilizado por compañías de bajo costo y ofrece las siguientes opciones de transporte al centro: