a producción de materia seca anual por hectárea, es la clave para lograr mayores rendimientos de kilos de carne por hectárea, debido a la eficiencia de producción de forraje lograda.
Cuando se piensa en verdeos de invierno y verano, uno de los principales inconvenientes asociados a la siembra de ellos, tiene que ver con la decisión de interrumpir el ciclo de uno, para dar comienzo al ciclo del otro. En este sentido y partiendo de la base de verdeos limpios, se podría sembrar sorgo forrajero dentro de ryegrass o intersembrar ryegrass dentro de sorgo, logrando una mayor cobertura, producción y aprovechamiento del recurso para la generación de alimento.
Fortia te invita a leer el boletín técnico generado por el médico veterinario Leandro Abdelhadi, donde a partir de ensayos realizados, describe las mejores recomendaciones para esta práctica.
Uno de los principales inconvenientes asociados a la siembra de verdeos, tiene que ver con la decisión de interrumpir el ciclo de uno, para dar comienzo al ciclo del otro.
En este sentido y partiendo de la base de verdeos limpios, uno podría sembrar sorgo dentro de ryegrass (ilustración 1) o intersembrar ryegrass dentro de sorgo (ilustración 2), dependiendo de los objetivos productivos.
Este tipo de práctica se realiza en siembra directa y sobre lotes consolidados con años de ryegrass (promoción), en dónde las principales malezas que pueden complicar a un sorgo en la implantación como gramilla y pasto cuaresma ya han sido controladas con la práctica de promoción (Tomassone, 2004).
Aquí pueden darse dos situaciones en cuanto a la fecha de siembra.
Lo primero es que, si contamos con un banco de semilla suficiente de ryegrass de años anteriores, podríamos interrumpir su ciclo a mitad de primavera y sembrar el sorgo más temprano, entendiendo que luego, el banco de semillas existente nos devolverá la cobertura de ryegrass hacia el final del verano.
La otra situación, sería la inversa, no tener certeza del banco de semillas, o estar partiendo de un lote implantado con ryegrass. Entonces, lo que podemos hacer una vez que madure la semilla del ryegrasses un control total de la cobertura con herbicidas y sembrar el sorgo. En ambos casos, lo que debemos asegurarnos es que tendremos la semilla de ryegrass en el lote, aunque la ventaja de contar con un banco de semilla nos permite anticipar la siembra de sorgo y con ello la disponibilidad de forraje estival.
En casos en los que tenemos que permitir al ryegrass semillar, cuanto antes dejemos de pastorearlo en primavera, antes lograremos la inducción y semillazón, y con ello antes sembraremos el sorgo; mientras que si seguimos pastoreando el ryegrass hasta primavera tardía lo que sucederá es que terminaremos sembrando tarde el sorgo, y para cuando demos el primer pastoreo seguramente el ryegrass ya estará naciendo.
El objetivo de esta práctica radica en disponer de volúmen y calidad de forraje para el verano, de manera tal, que se logre superar en productividad un rastrojo de promoción de ryegrass con las especies estivales que allí podrían aparecer, como Lotus tenuis o pasto miel.
Un punto clave para tener en cuenta radica en la fertilidad inicial, por lo que si normalmente para una promoción de ryegrass se recomiendan dosis de trabajo de fósforo en torno a los 20 kgP/ha (Vega, 2010), cuando a la promoción la sucederá una siembra directa de sorgo se recomienda duplicar o triplicar el fósforo en la promoción.
En cuanto a la fertilización nitrogenada en sorgos implantados sobre ryegrass, partimos de un antecesor altamente demandante de nitrógeno, por ende, es muy importante el uso de nitrógeno. En este sentido se recomienda aplicar un 30% a la siembra y el resto a partir de 5-6 hojas, recordando que las mayores eficiencias en uso del nitrógeno (30 - 40 kgMS forraje/kgN) se logran a bajas dosis (50-70kgN/ha); mientras que a dosis altas de fertilización la eficiencia cae, describiendo la típica curva logarítmica dosis - respuesta (Beyaert and Roy, 2005).
Sin dudas es la práctica más usada de las dos, se basa simplemente en incorporar la semilla del ryegrass anual en el sorgo a partir del primero o segundo pastoreo, lo que se realiza con fertilizadora al voleo, con sembradora sin clavar cuchillas turbo (para evitar lesionar macollos del sorgo).
CONSEJO: Hacerlo parcela a parcela en la medida que avanzamos en el pastoreo (salvo que usemos avión y ahí tendremos que programar los pastoreos para hacer el lote completo).
En caso de utilizar fertilizadora o avión, para asegurar el contacto de la semilla con el suelo, lo recomendable es esparcir la semilla en el lote cuando a los animales aún les quede un 30% del pastoreo por realizar, con el objetivo de que una vez esparcida la semilla los animales con el pisoteo la pongan en contacto con el suelo y garanticen la implantación y logro final del verdeo de invierno.
Esto no es necesario si utilizamos sembradora, ya que la distribución y contacto con el suelo es muy uniforme, y ello garantiza el logro del verdeo de inverno una vez que el último pastoreo seguido de una helada, se encarguen del sorgo (ilustración 5).
Experiencias realizadas en el Est. El Encuentro en los últimos 10 años, en donde la rotación sorgo/ryegrass conviven en un sistema de cría bovina intensiva, han demostrado que tanto la productividad de los sorgos como de ryegrass, no difieren en lo absoluto de las siembras tradicionales en las que el proceso se inicia con un control químico del antecesor. A favor de la intersiembra de ryegrass sobre sorgo, tenemos la ventaja de estar realizando una siembra temprana, que como sabemos es determinante no sólo para el aprovechamiento temprano, sino también para maximizar la productividad del ryegrass (Brizuela, 2000).
Como mencionamos anteriormente para el escenario de sorgo sobre ryegrass, pero ahora con cultivos invertidos en su orden de aparición, la fertilización fosforada es clave para el desarrollo radicular del ryegrass y por ende se recomienda duplicarla al implantar el sorgo; mientras que un control de malezas de hoja ancha combinado con una fertilización nitrogenada a partir de la primera helada, son claves en garantizar la productividad del verdeo invernal.
En lo que respecta a malezas, cabe mencionar que si bien esta práctica resulta exitosa en lotes limpios de malezas complicadas (gramilla y pasto cuaresma); la buena noticia es que en el corto plazo tendremos sorgos forrajeros igrowth (Trucillo y col. 2013) con lo cual podremos potenciar el área del cultivo. Pero hay que considerar que la práctica de rotación sorgo igrowth/ryegrass dependerá de las restricciones que imponga la imidazolinona a utilizar en el control de malezas, sobre el cultivo posterior.
En resumen, la experiencia acumulada en la asociación Sorgo/Ryegrass nos permite disponer de una alternativa para no parar lotes, sin que haya diferencias en lo que uno u otro recurso producen en comparación con sembrarlos por separado (siempre y cuando se considere el manejo de malezas y nutrientes descripto), en planteos ganaderos exigentes, como lo pueden ser sistemas de cría intensiva, recría o lechería en los cuales la disponibilidad de área para el pastoreo es limitada.
Agrotitio – Fortia