Soja: ROSARIO
$319.400 0.38%
Maíz: ROSARIO
$200.000 1.01%
Trigo: ROSARIO
$230.600 1.72%
Por Agroempresario.com
En el corazón del Valle de Traslasierra, Córdoba, se encuentra Nono, un pequeño pueblo que combina a la perfección entornos naturales, cultura y sabores regionales, ideal para quienes buscan una escapada tranquila y enriquecedora. Con sus balnearios de aguas limpias, senderos entre sierras y una atmósfera relajada, Nono atrae cada año a viajeros de todo el país en busca de un contacto directo con la naturaleza y la historia local.
Nono se ubica a aproximadamente 150 kilómetros de la ciudad de Córdoba y a 800 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Su cercanía a Mina Clavero —a solo siete kilómetros— facilita el acceso por carretera y por transporte público. El trayecto más recomendado desde Buenos Aires es por la Ruta Nacional 9 hacia Córdoba capital, continuando por el emblemático Camino de las Altas Cumbres, reconocido por sus curvas panorámicas y paisajes serranos, hasta tomar la Ruta Provincial 14 que conduce hacia el sur del Valle de Traslasierra.
Para quienes prefieren el transporte público, existen servicios de ómnibus de larga distancia que conectan Buenos Aires con Mina Clavero, desde donde se puede llegar a Nono en taxi o transporte local. Además, ciudades como Villa Carlos Paz y Córdoba capital funcionan como escalas ideales para quienes quieran dividir el viaje.
En cuanto al alojamiento, Nono ofrece una amplia variedad de opciones, desde cabañas y alojamientos rurales hasta hoteles boutique y campings para los amantes del contacto directo con la naturaleza. Para quienes usan vehículos con GNC, la estación más cercana está en Mina Clavero. La oficina de turismo local brinda información actualizada para planificar la visita con comodidad.
El verdadero atractivo de Nono radica en sus balnearios naturales, ubicados en las márgenes de los ríos Chico y Los Sauces, que atraviesan el pueblo. Estos espacios presentan playas de arena fina, aguas cristalinas y sectores de aguas calmas, aptas para familias y personas de todas las edades. Uno de los balnearios más tradicionales es el Paso de Las Tropas, ubicado a cinco kilómetros de la plaza central, donde el río forma pozas naturales y pequeñas cascadas en un entorno de vegetación nativa. Otro balneario muy popular es Los Remansos, a solo dos kilómetros del centro, que combina un fácil acceso con un entorno natural privilegiado.
Los amantes del turismo activo pueden disfrutar de variadas propuestas. El trekking es una de ellas: el cerro Champaquí, el más alto de Córdoba, se encuentra cerca de Nono y representa un desafío para senderistas de todos los niveles. Además, existen senderos locales como El Empedrado, el Sendero del Arroyo y el Sendero de La Juntura, con diferentes grados de dificultad y paisajes serranos. Para quienes prefieren otra forma de explorar, las cabalgatas guiadas por baqueanos locales ofrecen una experiencia tradicional y única para recorrer la región.
El Eco Kayac Traslasierra es una actividad original y cada vez más demandada: navegar en kayak por el Dique La Viña, partiendo desde San Huberto, permite disfrutar de una navegación tranquila en contacto con el ecosistema acuático. Las salidas cuentan con guías profesionales que acompañan a los turistas para asegurar una experiencia segura y enriquecedora.
La gastronomía en Nono es otro gran atractivo para los visitantes. En el centro del pueblo, frente a la histórica iglesia, es común encontrar escenas típicas como el cabrito a la llama, una tradición serrana que combina sabores ancestrales con un entorno de armonía rural. La oferta culinaria local incluye también empanadas fritas, trucha rellena y platos regionales que pueden disfrutarse tanto en restaurantes como en rotiserías, bares y casas de té.
Cada fin de semana, la plaza central se convierte en un punto de encuentro cultural gracias a la feria de artesanías. Allí, artesanos locales exhiben y venden productos hechos a mano, como tejidos, cerámicas, tallados y objetos de madera, que reflejan el trabajo y la identidad de la comunidad serrana. La plaza, rodeada de construcciones históricas, también es escenario de actividades culturales y eventos que promueven la preservación del patrimonio y las tradiciones.
Nono es uno de los pueblos más antiguos del Valle de Traslasierra, fundado hacia finales del siglo XVIII. Sus primeros habitantes construyeron viviendas de adobe que aún se conservan en el casco histórico, formando parte de un circuito turístico llamado “Casas con historia” que permite a los visitantes conocer la vida cotidiana y la evolución del pueblo a través del tiempo.
La economía local ha estado tradicionalmente ligada a la vida rural y la producción serrana, aunque desde mediados del siglo XX el turismo comenzó a consolidarse como un motor clave para el desarrollo del pueblo. La plaza principal, con su capilla inaugurada en 1908, sigue siendo el centro neurálgico de la vida comunitaria y el punto de partida para muchas experiencias turísticas y culturales.
Entre los sitios culturales más importantes está el Museo Rocsen, ubicado a cinco kilómetros del centro de Nono. Con una colección de más de 55.000 piezas, el museo propone un recorrido por la historia y la cultura mundial, que abarca desde objetos arqueológicos y etnográficos hasta vehículos antiguos y herramientas de diferentes épocas. Este espacio está diseñado para atraer a visitantes de todas las edades y resulta un punto imperdible para quienes buscan profundizar en el conocimiento histórico y cultural.
Otro atractivo muy valorado es el Laberinto de Nono, un circuito al aire libre con juegos que estimulan la coordinación y el equilibrio, ideal para familias con niños. La confitería del lugar ofrece vistas panorámicas a las sierras, sumando un espacio de relax y disfrute para todos los visitantes.
Los recorridos urbanos permiten descubrir murales con poemas, detalles arquitectónicos y otros elementos artísticos que enriquecen el paisaje del pueblo y fomentan un sentido de pertenencia a la región serrana.
La combinación de turismo activo, patrimonio cultural, gastronomía regional y balnearios naturales hacen de Nono un ejemplo de desarrollo turístico sostenible en el Valle de Traslasierra. El pueblo promueve la conservación de su entorno natural y cultural, buscando equilibrar la llegada de turistas con el respeto por las tradiciones y la naturaleza.
La comunidad local participa activamente en la organización de eventos y la preservación del patrimonio, mientras que las autoridades municipales trabajan en mejorar la infraestructura y los servicios sin perder la esencia tranquila y apacible que caracteriza a Nono.
