Por Agroempresario.com
La crisis climática, la degradación de los suelos y la pérdida de biodiversidad son amenazas directas a la sostenibilidad del sistema alimentario mundial. En este contexto, las grandes empresas del sector están adoptando enfoques innovadores para garantizar su resiliencia y mitigar su impacto. Tal es el caso de Nestlé, que presentó su estrategia de agricultura regenerativa en una nueva edición de Infobae Talks Triple Impacto.
Durante el evento, María Emilia Berardozzi, gerente de Sustentabilidad de Técnica y Manufactura de Nestlé para Argentina, Uruguay y Paraguay, explicó cómo la compañía está trabajando para reformular su modelo productivo en función de prácticas que protejan los recursos naturales, promueven la economía circular y fomenten el bienestar de las comunidades rurales.
“El cambio climático es un problema urgente y requiere respuestas concretas desde todos los sectores. En Nestlé creemos que debemos transitar hacia un sistema alimentario regenerativo, no solo sostenible”, sostuvo Berardozzi durante su participación.
La empresa tiene como meta alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050, y considera que la agricultura regenerativa es clave para lograrlo. Esta práctica se enfoca en mejorar la salud del suelo, preservar la biodiversidad, capturar carbono y fortalecer la resiliencia de los sistemas productivos, especialmente frente a eventos extremos como sequías prolongadas.
Según la ejecutiva, más del 70% de las emisiones de Nestlé provienen de la obtención de ingredientes agropecuarios. Por eso, la compañía decidió enfocar sus esfuerzos en el campo.
Un caso emblemático es el desarrollo de la primera leche en polvo orgánica del país, bajo las marcas NIDO y Svelty. El proyecto se realizó en conjunto con 16 productores argentinos, durante más de dos años, y tiene como premisa el cuidado integral del ecosistema del tambo: uso responsable del suelo, respeto por el comportamiento natural de los animales y exclusión de agroquímicos.
“Este tipo de producción es replicable. Buscamos expandir prácticas regenerativas incluso en tambos que producen leche convencional, porque vemos que los resultados ambientales y productivos son muy positivos”, explicó Berardozzi.
Además del campo, Nestlé trabaja activamente en reducir el impacto ambiental de sus envases. La empresa aspira a que el 95% de sus envases plásticos sean reciclables para 2025.
Para lograrlo, creó a nivel global el Instituto del Packaging, una unidad dedicada a investigar soluciones innovadoras como envases reutilizables, recargables o con menor uso de plástico virgen. Esta transformación no solo responde a las exigencias normativas, sino también a la creciente demanda de los consumidores por productos responsables con el medioambiente.
La compañía también implementó en Argentina programas de recolección y reciclaje postconsumo con un enfoque de economía circular:
Estos sistemas permiten revalorizar materiales que aún no tienen un circuito formal de reciclaje en el país.
Berardozzi también destacó que en 2024 Nestlé logró recolectar y reciclar el 100% del plástico y cartón equivalente al que colocó en el mercado argentino a través de sus productos. Esto equivale a más de 9 millones de toneladas de materiales recuperados.
El proceso fue validado por una auditoría externa realizada por SGS, siguiendo la norma ISO 14044 de Análisis de Ciclo de Vida (ACV). “Esto no sería posible sin alianzas estratégicas con recicladores locales, como CEMPRE y Latitud R. El trabajo colaborativo es clave”, subrayó la ejecutiva.
Nestlé también impulsa campañas de educación ambiental y concientización en comunidades. El objetivo es involucrar a consumidores, proveedores y aliados en una visión común de sustentabilidad que trascienda la empresa.
“La agricultura regenerativa no es solo una técnica de producción. Es una forma de pensar la relación entre la industria, el campo y el planeta. Es un compromiso intergeneracional”, concluyó Berardozzi.
Nestlé demuestra que las grandes empresas pueden asumir un rol activo en la transición hacia un sistema alimentario sostenible, integrando innovación, colaboración y compromiso ambiental.
Con iniciativas que abarcan desde el origen de los ingredientes hasta el reciclaje de envases, la compañía traza una hoja de ruta que no solo reduce su huella ecológica, sino que también mejora la calidad de vida de las comunidades agrícolas, protege la biodiversidad y responde a las exigencias de los consumidores conscientes.
La estrategia de agricultura regenerativa se consolida así como uno de los pilares de una nueva era en la industria alimentaria, donde el futuro se cultiva desde el presente, cuidando la tierra que nos alimenta.