Por Agroempresario.com
Una amenaza silenciosa se cierne sobre el comercio exterior agroindustrial argentino. El reciente acuerdo bilateral firmado entre Bangladesh y Estados Unidos representa un duro golpe para los países exportadores de trigo del Mercosur, especialmente Argentina, que podría perder uno de sus mercados más dinámicos en Asia.
La noticia se confirmó el último domingo cuando el gobierno de Bangladesh selló un memorando de entendimiento con U.S. Wheat Associates para la compra de 700.000 toneladas de trigo estadounidense durante los próximos cinco años. El objetivo del acuerdo es claro: obtener una reducción arancelaria por parte de la administración de Donald Trump, que había amenazado con imponer un arancel del 35% a los productos bangladesíes, especialmente del sector textil.
La movida forma parte de la estrategia proteccionista del expresidente Trump en su regreso al poder, quien busca fortalecer el agro estadounidense utilizando el comercio como herramienta de presión geopolítica. Bangladesh accedió al acuerdo con la esperanza de recibir un trato arancelario similar al de Indonesia, que firmó un pacto similar y logró reducir el arancel del 32% al 19%.
Según el comunicado de U.S. Wheat Associates, el pacto "garantiza estabilidad en el abastecimiento de trigo" para Bangladesh, al tiempo que fortalece los lazos con el sector agrícola de EE.UU.
Tradicionalmente, el trigo de India era el principal abastecedor de Bangladesh. Sin embargo, tras la prohibición de exportaciones de ese país en 2022 por razones de seguridad alimentaria, el mercado bangladesí comenzó a abrirse a otros jugadores, privilegiando precios bajos y accesibilidad logística.
En ese contexto, Rusia y Ucrania ocuparon el primer lugar como proveedores, mientras que Canadá, Argentina y Brasil quedaron en segundo plano. No obstante, la competencia arancelaria puede modificar drásticamente ese mapa.
Según datos del Indec, en 2024 Argentina exportó 182.025 toneladas de trigo a Bangladesh por un valor FOB de 50,2 millones de dólares. En el primer semestre de 2025, la cifra subió a 382.675 toneladas por 87,3 millones de dólares, mostrando un crecimiento que ahora podría verse seriamente afectado.
Este nuevo escenario obliga a Argentina a replantear su estrategia comercial con países del sudeste asiático. Sin acuerdos bilaterales que igualen las condiciones arancelarias ofrecidas por Estados Unidos, el trigo argentino podría perder competitividad frente a sus competidores norteamericanos y euroasiáticos.
Además, ante la falta de tratados de libre comercio y un contexto internacional cada vez más proteccionista, los exportadores argentinos enfrentan mayores costos de acceso y menor previsibilidad, algo que impacta directamente en la rentabilidad del negocio.