Por Agroempresario.com
En las riberas del río Paraná, la ciudad de Goya, Corrientes, se presenta como un lugar donde la historia, la cultura y la naturaleza convergen para atraer tanto a turistas nacionales como internacionales. Apodada “la petit París” por su aire señorial y su tradición cultural, Goya es un destino que sorprende por su teatro histórico, su rica diversidad cultural y sus paisajes ribereños, destacando además por la Reserva Isoró y una reconocida tradición en pesca deportiva.
Aunque pueda parecer lógico pensar que la ciudad tomó su nombre de un militar o una figura histórica, Goya debe su identidad a Gregoria Morales, apodada “Goya”, una mujer emprendedora que gestiona un almacén y elabora un queso que se hizo famoso en el puerto local. Así, sin una fecha oficial de fundación, la ciudad creció al compás de la llegada de inmigrantes españoles, italianos, sirio-libaneses, alemanes, franceses y miembros de la comunidad judía. Muchos de ellos se asentaron en la región dedicándose a la ganadería y al cultivo de tabaco.
La mezcla de culturas quedó reflejada en la arquitectura y tradiciones locales, pero también en las figuras ilustres que marcaron la historia de Goya. Entre ellas destaca Camila O’Gorman, una joven porteña que, tras enamorarse del sacerdote Ladislao Gutiérrez, escapó a Goya para huir de la persecución política en Buenos Aires durante la dictadura de Juan Manuel de Rosas. Su historia, emblemática y trágica, es recordada en la ciudad y mantiene vivo el legado de valentía y amor prohibido que protagonizó.
Recorrer el centro de Goya implica pasar por la emblemática Plaza Mitre, que con su monumento a la Libertad y la Catedral Nuestra Señora del Rosario muestra la fisonomía del lugar. La guía local Helga Cheyenne Justiniano señala detalles que escapan al ojo común, como el ficus que muchos confunden con un árbol de yerba mate o la reconstrucción idéntica de la torre norte de la catedral, tras su derrumbe en 1983.
Pero el verdadero orgullo de Goya es su Teatro Municipal Solari, que data de 1847 y es considerado uno de los teatros más antiguos del país aún en funcionamiento sin haber sido trasladado. Originariamente llamado Teatro Club 25 de Mayo, fue creado por el italiano Tomás Mazzanti y pasó por varias manos hasta que fue adquirido por el cineasta chileno Santiago Lorenzo Solari. Este teatro no solo es un monumento histórico sino que también guarda relatos de fantasmas y leyendas que enriquecen su mística.
La vida a orillas del Paraná está marcada por la dinámica del río y las islas que actúan como barrera natural frente a sus crecidas. La Costanera de Goya, actualmente en proceso de mejora, es un espacio donde locales y visitantes disfrutan del mate y del descanso, en un ambiente apacible y cargado de historia.
A escasa distancia de la ciudad se encuentra la Reserva Natural Isoró, un área protegida de aproximadamente 70.000 hectáreas que ofrece una experiencia única en contacto con la naturaleza. Guiados por Cheyenne y con Fabián Fiorito al timón de la lancha, los visitantes pueden disfrutar de un paseo por el arroyo Isoró, observando especies autóctonas como yacarés, garzas y una vegetación rica en sauces, timbó y sangre de dragón. La biodiversidad se suma a la experiencia, y la presencia ocasional de serpientes curiyú añade emoción al recorrido.
Goya es también reconocida por su Fiesta Nacional del Surubí, un evento que atrae a pescadores deportivos de Brasil, Paraguay, España y Argentina. Según Fabián, uno de los organizadores, la competencia reúne a más de 1.200 embarcaciones que navegan el riacho Goya para capturar ejemplares de surubí, una especie emblemática de la región. El concurso, que se realiza entre abril y mayo, combina la pasión por la pesca con espectáculos musicales y actividades culturales.
Para alojarse, la Posada del Sauce ofrece una propuesta que conjuga historia y confort. Con una construcción que data de 1870, esta posada está ubicada sobre el riacho Goya y es gestionada por la familia Farizano, con Ignacio Aranda como responsable del día a día. Su entorno de sauces y la cercanía al río hacen de este alojamiento un lugar ideal para descansar y disfrutar de la naturaleza, con la presencia constante de aves autóctonas como el cardenal viudita.
La gastronomía local, representada en espacios como la Cervecería Sativa y el restaurante Amore Mío, complementa la experiencia turística, brindando sabores auténticos y un ambiente acogedor para quienes visitan la ciudad.
Goya, con su combinación de historia, cultura y naturaleza, se posiciona como un destino turístico imperdible en el litoral argentino. Sus atractivos, desde el Teatro Solari hasta la Reserva Isoró y la Fiesta del Surubí, ofrecen una oferta diversa y de calidad, que continúa creciendo gracias al compromiso de sus habitantes y al interés de visitantes nacionales y extranjeros.