os contaminantes en la crianza de aves causan una constante y mayor actividad del sistema inmunitario que trata de evitar enfermedades y aumenta la necesidad de más proteína y energía. Es decir, mayor consumo de alimento, pero con menor ganancia diaria de peso con retraso en el crecimiento de las aves, con aumento de enfermedades infecciosas. De esta forma se incrementan los costos de producción y la contaminación de la carne para consumo humano.
Por ello, una excelente limpieza y desinfección de galpones, todas las instalaciones y el equipo es una acción útil para prevenir enfermedades y disminuir la contaminación ambiental en las instalaciones pecuarias.
La evaluación de la limpieza y desinfección de galpones y todas las instalaciones avícolas es una acción que asegura la higiene y asegura el menor grado de contaminación y donde el desafío infeccioso sea menor.
Al evaluar el lavado y desinfección se pretende detectar los sitios más contaminados, es decir, los que requieren una atención especial para mejorar el proceso, y con ello reducir significativamente la contaminación y los diversos agentes infecciosos causantes de enfermedades, asegurando un mejor ambiente para el siguiente lote.
Los métodos existentes para evaluar el nivel de contaminación de instalaciones se dividen en indirectos y directos.
Los métodos indirectos relacionan el estado de salud de las aves con el nivel de contaminación de las casetas. No indican el grado de contaminación ni qué contaminantes están involucrados. Entre dichos métodos podemos mencionar la ganancia diaria de peso, necropsias, revisiones en rastro y la inspección visual y olfativa, esta última solo nos da una idea de la calidad de la limpieza.
Por otro lado, los métodos directos pueden determinar el grado de contaminación de las superficies; se relaciona con la presencia de proteínas trifosfato de adenosina o miden el número de unidades formadoras de colonias bacterianas involucradas.
La desinfección se realizará hasta que toda la caseta esté completamente limpia, seca y se hayan concluido todas las reparaciones en ellas, ya que los desinfectantes reducen su potencia o no son efectivos en presencia de suciedad o materia orgánica.
Los métodos más utilizados para la desinfección con agentes químicos en las casetas avícolas son la aspersión, espumas y termo nebulización.
Durante la desinfección se debe seguir una metodología que garantice que se cubran todas las áreas, equipo y materiales presentes dentro de las casetas. Posterior a la desinfección, se mantendrá cerrada la caseta el mayor tiempo posible, para evitar la entrada de fauna nociva.
Hay diversas clases de desinfectantes entre los que podríamos nombrar los fenoles, los cuaternarios de amonio, halógenos, agentes oxidantes, compuestos de clorexidina y alcoholes.
El objetivo principal de estos desinfectantes es reducir las poblaciones microbianas al máximo actuando sobre los microorganismos para destruir sus membranas, inhibir su metabolismo o lisar la célula.
Fenoles: Los fenoles son derivados del alquitrán de hulla con una base de ácido carbónico. Tales desinfectantes son efectivos contra hongos, bacterias grampositivas y negativas, pero no lo son contra esporas de bacterias y solo controlan algunos virus.
En altas concentraciones, los fenoles actúan como tóxico protoplasmático, penetración y desarreglo de la pared celular y precipitación de las proteínas celulares, pero en bajas concentraciones solo son afectados los sistemas enzimáticos de la célula.
Cuaternarios de amonio: Los cuaternarios de amonio son compuestos sin olor, transparentes, no irritantes, con acción deodorizadora y detergente; extremadamente solubles en agua y su propiedad germinicida se reduce en presencia de materia orgánica. Estas substancias son efectivas contra organismos grampositivos, moderadamente efectivas contra gramnegativas y controlan algunos hongos y virus.
Aldehídos: Estos reaccionan con proteínas de la cápside y compuestos del ácido nucleico dentro de la partícula viral, pero su grado de difusión esta dado por el tiempo, potencial, pH y naturaleza del agua.
El formaldehído generalmente es una dilución de formalina al 40%. Es muy usado para desinfectar en forma de vapor al ser mezclado con permanganato de potasio, produciendo así un vapor muy tóxico.
Para una mayor efectividad este vapor debe mantenerse a temperaturas superiores a los 22°C y una humedad relativa del 65% por varias horas antes de ser utilizado.
En algunos países ya ha sido prohibida la formalina porque es un agente carcinogénico y además extremadamente irritante para la piel, para los ojos y es una causa de dolores de cabeza sobre todo en los trabajadores que lo aplican.
Los beneficios productivos y económicos de un sólido programa de bioseguridad que incluya un estricto protocolo de limpieza y desinfección de galpones son de suma importancia en la producción avícola.
La limpieza y desinfección de galpones son actividades muy importantes, meticulosas y tardadas, donde además de evaluar los procesos de desinfección, es importante evaluar la calidad del agua, su contenido de minerales y su potabilización, así como lavar y desinfectar tinacos, tuberías y almacenes de alimentos.
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