Por Agroempresario.com
El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, propuso la creación de una zona económica que conecte el océano Índico con África, con el objetivo de reforzar la presencia japonesa en el continente y fomentar el libre comercio, la inversión y la cooperación tecnológica. La iniciativa se presentó durante la Novena Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África (TICAD 9), celebrada en Yokohama, donde se reunieron representantes de más de 50 países africanos y organismos internacionales.
Ishiba subrayó que la propuesta busca fortalecer la competitividad de los países africanos y generar un marco estable para los negocios nipones. “Japón cree en el futuro de África”, afirmó, destacando que Tokio respalda la Área Continental Africana de Libre Comercio como mecanismo para consolidar oportunidades económicas en la región. La iniciativa japonesa incluye inversiones directas, líneas de crédito, programas de capacitación y cooperación tecnológica, con miras a reducir la dependencia de otras potencias y potenciar el desarrollo sostenible del continente.
La zona económica proyectada permitiría canalizar recursos desde empresas japonesas establecidas en India y el Oriente Medio, generando proyectos de infraestructura, energía y digitalización, con la intención de aumentar la influencia económica y estratégica de Japón en África frente a la creciente expansión de China y la menor presencia de Estados Unidos.
Como parte de la estrategia, Ishiba anunció una línea de préstamos por 5.500 millones de dólares en conjunto con el Banco Africano de Desarrollo, destinados a financiar proyectos de infraestructura, apoyar la sostenibilidad y aliviar la presión de la deuda en los países africanos. Además, Japón prevé capacitar a 30.000 especialistas en inteligencia artificial en los próximos tres años, con el objetivo de promover la digitalización, generar empleo y reducir la brecha tecnológica existente en la región.
El secretario general de la ONU, António Guterres, destacó la importancia de fortalecer las capacidades africanas para reducir desigualdades y mejorar la representación del continente en la gobernanza global. “África debe tener una voz más fuerte en la toma de decisiones que afectan su futuro”, señaló, subrayando que el continente sigue subrepresentado en los organismos internacionales y que la cooperación tecnológica es clave para nivelar la competitividad.
La propuesta de Japón se da en un contexto de creciente competencia entre grandes potencias por el control de mercados estratégicos en África. Mientras China ha expandido su influencia mediante préstamos y proyectos de infraestructura desde comienzos de siglo, Estados Unidos ha reducido su presencia debido a políticas proteccionistas y recortes en ayuda exterior. La iniciativa japonesa busca consolidar una presencia más activa y sostenible en la región, equilibrando la balanza de poder y promoviendo un desarrollo económico equilibrado.
La conferencia TICAD 9 también abordó temas de paz, estabilidad, cambio climático, salud y educación, enfatizando la necesidad de una cooperación integral entre Japón y los países africanos. Los participantes coincidieron en que el continente africano tiene un papel estratégico en la economía global, y que el fortalecimiento de sus capacidades productivas y tecnológicas es esencial para garantizar un crecimiento inclusivo y sostenible.
La cumbre concluirá con la adopción de la llamada “Declaración de Yokohama”, cuyo contenido será presentado por Ishiba en una conferencia de prensa. Este documento establecerá los lineamientos para la inversión, la cooperación tecnológica y el desarrollo económico en África, consolidando la propuesta japonesa de crear una zona económica que vincule el océano Índico con el continente africano.
En paralelo, Japón busca incentivar proyectos de infraestructura y comercio que fortalezcan la integración regional y generen un flujo constante de inversión y conocimiento. La capacitación en inteligencia artificial y tecnologías digitales se perfila como un eje central para aumentar la competitividad y facilitar la incorporación de África en cadenas globales de valor, promoviendo empleo, innovación y sostenibilidad ambiental.
Con estas medidas, Japón espera posicionarse como un socio confiable y estratégico para África, ofreciendo alternativas frente a la influencia de China y compensando la menor participación de Estados Unidos en el continente. La iniciativa refuerza el compromiso japonés con el desarrollo económico, social y tecnológico de la región, marcando un paso firme en la consolidación de relaciones duraderas y beneficiosas para ambas partes.