Por Agroempresario.com
El Gobierno argentino avanza con un ambicioso rediseño del Puerto de Buenos Aires, uno de los nodos comerciales más importantes del país. La nueva normativa busca transformar la infraestructura portuaria, incorporando una terminal exclusiva para cruceros y un polo comercial destinado al turismo, mientras se mantiene la operatoria de contenedores en los espigones tradicionales.
El Decreto 602/2025 deroga la norma anterior que prorrogó las concesiones de las terminales y establece un nuevo marco regulatorio para la licitación y concesión de las cinco terminales del puerto. La iniciativa apunta a ampliar la capacidad del calado para recibir buques de mayor tamaño, atraer inversiones privadas y mejorar la competitividad del puerto más grande del país.
La gestión de las nuevas concesiones quedará bajo la responsabilidad de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPYN), organismo recientemente creado a partir de la fusión de la Subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante con la Administración General de Puertos (AGP).
El objetivo de la ANPYN es unificar la administración de todas las terminales, garantizando eficiencia operativa y transparencia en los contratos. El nuevo esquema permite la participación de iniciativas privadas para el desarrollo del área turística y comercial, impulsando la inversión de capitales nacionales e internacionales.
El rediseño establece que los espigones 4 y 5 se destinarán a la nueva terminal de cruceros y al polo comercial. Los espigones 1, 2 y 3 continuarán operando como zonas de contenedores bajo un contrato unificado con Terminales Río de la Plata S.A., mientras que se mantienen las concesiones vigentes de la Terminal 4 a cargo de APM Terminals Argentina y de la Terminal 5 operada por BACTSSA, propiedad mayoritaria de Hutchison Port Investments.
Esta reorganización busca evitar conflictos operativos y coordinar de manera más eficiente la logística portuaria. Además, se proyecta la posible construcción de una terminal exterior, sujeta a estudios técnicos, ambientales y financieros que definan la viabilidad de la expansión.
El Gobierno busca que el puerto no solo sea un centro logístico de carga, sino también un espacio atractivo para el turismo y el comercio, integrando áreas de esparcimiento, gastronomía y servicios comerciales. La intención es transformar el Puerto de Buenos Aires en un punto estratégico que combine la operación industrial con actividades económicas de alto valor agregado.
Según el plan oficial, la incorporación de la terminal de cruceros permitirá recibir embarcaciones de gran calado, mejorando la conectividad internacional y generando un flujo constante de turistas y divisas. Esta inversión se enmarca en la visión de desarrollar la ciudad portuaria sin comprometer el tejido urbano ni la operación de contenedores existente.
Desde septiembre de 2023, mediante el Decreto 299/2023, las concesiones de las terminales 1 a 4 se extendieron hasta mayo de 2027, con posibilidad de prórroga hasta 2030. Sin embargo, muchas de estas extensiones operaban sin la actualización de inversiones y condiciones operativas acordes a la coyuntura actual. La Terminal 5, cuyo contrato vencía en mayo de 2024, anunció la salida de su concesión.
El nuevo decreto busca dar claridad legal, establecer un esquema competitivo de licitaciones y consolidar la administración del puerto bajo una autoridad única, con el objetivo de atraer inversión de alta escala y mejorar la eficiencia operativa.
La ANPYN contará con facultades amplias para convocar proyectos privados que desarrollen los espacios de cruceros y comercio. Esto abre oportunidades para empresas internacionales interesadas en inversión portuaria y turismo. La integración de capital privado permitirá acelerar la modernización del puerto y posicionarlo como un hub logístico y turístico de nivel internacional.
Además, la unificación de las concesiones de las terminales de contenedores en un solo contrato con Terminales Río de la Plata S.A. asegura la continuidad operativa, evitando conflictos y mejorando la planificación estratégica del puerto.
El rediseño del Puerto de Buenos Aires representa un cambio estructural histórico, integrando la operación industrial con actividades de turismo, comercio y servicios. Se espera que la modernización incremente la capacidad de recepción de buques, impulse la inversión extranjera y fortalezca la competitividad internacional del puerto.
Con la terminal de cruceros y el polo comercial, la ciudad de Buenos Aires proyecta un puerto más dinámico, capaz de combinar logística, turismo y comercio en un mismo espacio. Este proyecto marca un hito en la evolución de la infraestructura portuaria argentina, promoviendo un modelo que combina eficiencia, inversión y desarrollo urbano sostenible.