uillermo Frusto arrancó a comienzos de 2003 con la producción de miel natural de abejas y, luego de imprimirle valor agregado y de probar variados ingredientes, fue creciendo con una veintena de productos. Sus mermeladas, mostazas y salsas no solo llegan a todos los rincones de la Argentina, sino que también se exportan a países de la región, a los Estados Unidos y a Europa, con una marca que apunta a identificar el origen argentino: Pampagourmet, delicias de campo.
En sus inicios, contó con el apoyo de su familia y llegaron a comprar cuatrocientas colmenas. “En 2004, nos impactó la crisis de la miel (producida por el hallazgo de un cargamento que salió del país contaminado, afectando a todo el sector apicultor) y se fueron cerrando las compras”, recuerda.
Había que buscarle la vuelta a la adversidad. “Para darle valor agregado comencé a cocinar con miel de manera casera”, dice Frusto. En medio de aquella tormenta, se puso a crear mermeladas, mostazas y salsas. Obtuvo las habilitaciones pertinentes y comenzó a venderlas “yendo y viniendo por la ruta, desde casa a las colmenas”.
Guillermo es un arquitecto oriundo de la localidad bonaerense de San Fernando, donde luego instaló la fábrica actual. “Tengo la maña del diseño y los fines de semana me dedico a inventar en una especie de laboratorio que tengo en mi casa, cambiando escalas, ajustando y creando productos nuevos; casi todos los inventé yo”, cuenta.
“Exportar estuvo en mí desde siempre, porque para los alimentos premium la Argentina es un mercado chico. Había que mandar afuera, tanto al mercado latinoamericano como a Europa; concretamos el primer envío a Alemania en 2007”, afirma Frusto. También remarca que, además de cuidar la calidad de sus productos, la firma busca, entre la múltiple oferta internacional, la identificación de lo nacional; por eso lo de “Pampa” y el nombre de otra marca con la que venden sus productos en los Estados Unidos: Memories of Patagonia.
La empresa obtuvo en 2008 el premio Excelencia Agropecuaria en la categoría Innovación Agroalimentaria. “Así, seguimos exportando hasta 2015; después dejamos y hace poco, volvimos”, subraya.
En 2019, mediante acciones coordinadas por la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI), el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, y la Cancillería, Pampagourmet volvió a exportar, presentando sus productos en las sucursales que posee Galería Kaufhof, la reconocida tienda multimarca alemana.
Frusto cuenta que la empresa funciona “con diez empleados, incluyéndome”. En esa línea, señala que “es una fábrica que realiza tareas bastante artesanales, con producción semiautomática, con un área comercial y otra administrativa, que tienen sus respectivos encargados”.
A futuro, Frusto aguarda que soplen mejores vientos para poder comprar la maquinaria necesaria que les permita “mejorar la eficiencia y bajar costos, para poder bajar precios, ser más competitivos y exportar más”.