Por Agroempresario.com
El presidente de la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (ACSOJA), Rodolfo Rossi, analizó la reciente medida del Gobierno que elimina temporalmente las retenciones a las exportaciones de granos, y advirtió que la solución no pasa por acciones coyunturales sino por políticas de largo plazo que otorguen previsibilidad al sector.
“Cada productor en su mundo tendrá su necesidad de financiación, de cubrir alguna cuenta, probablemente invertir más en tecnología, etcétera, pero es una medida que tiene fecha de finalización. No creo que sirva para planificar la próxima campaña”, señaló Rossi, subrayando que el carácter temporal de la decisión limita su efectividad en la planificación agrícola.
Rossi reconoció que la medida podría generar expectativas en el corto plazo: “Haber llevado a cero las retenciones, que nadie se lo hubiese imaginado, puede dar la posibilidad de discutir reducciones más razonables, por ejemplo del 26% a 20 o 22%, lo que sería bastante razonable”. Sin embargo, destacó que estas expectativas deben ser manejadas con cautela, dado que la falta de continuidad en las políticas genera incertidumbre.
En cuanto al volumen de soja disponible, el dirigente detalló que actualmente hay 15 millones de toneladas en manos del sector productivo, equivalentes a aproximadamente 6 mil millones de dólares. Rossi indicó que se hablaba de unas 20 millones de toneladas, pero que faltaban definir alrededor de 5 millones, lo que representa cerca de 2 mil millones de dólares. “Lo que se liquide hoy no se va a liquidar en diciembre. Vamos a ver cómo reaccionan los productores, todavía no tuvimos tiempo de analizarlo en la cadena”, explicó.
Rossi también hizo hincapié en la desigualdad entre productores de distinta escala: “El productor que tiene que vender rápido, generalmente el más chico, es el más perjudicado. Pero también hay productores grandes que han entrado en quebrantos y compañías de insumos afectadas. Habrá que ver cómo actúa cada uno, aunque seguro que el más pequeño es quien vende primero”.
El dirigente agregó que la previsibilidad sigue siendo un desafío central: “El vaso vacío es que la previsibilidad en este país no existe. Hay incertidumbre sobre los mercados, los precios de soja y maíz, y la falta de previsibilidad en un negocio riesgoso como la agricultura no contribuye a su desarrollo”.
Según Rossi, la medida sorprendió incluso a la propia cadena: “Todavía no tuvimos tiempo de analizarla en profundidad. Parece más de lo mismo, como un nuevo dólar soja. Pero llevarla a cero fue un golpe inesperado”. Señaló además que la soja sigue siendo más castigada que otros cultivos: “Que la soja tenga tres veces más derechos de exportación que el maíz es una locura. Pensábamos que se sensibilizarían antes de la siembra, pero ahora cambió todo”.
Si bien el apoyo a cualquier alivio fiscal es bienvenido, Rossi enfatizó que lo fundamental es la previsibilidad. “Muchos productores aprovecharán esta medida, como hicieron con otras, aunque las entidades no estuviéramos a favor”, comentó, destacando la necesidad de establecer reglas claras y permanentes que permitan planificar con certeza.
Para el presidente de ACSOJA, el gran desafío es que la baja de retenciones no sea solo coyuntural: “El sector pedía que esta reducción se haga permanente con una ley o política programada. Nos habíamos convencido de que esto iba a ser temporal dentro del período de gobierno, pero todavía faltan dos años más. La cadena de la soja estaba muy discriminada y debería haberse aplicado la baja de forma más rápida”.
Rossi concluyó que la medida actual, aunque sorprendente, no soluciona los problemas estructurales: “Ahora aparece una retención cero que nos saca de la norma que ya estábamos de acuerdo. Habría que sentarse a negociar sobre esta base de cero, para que no volvamos a los valores que teníamos ayer”.