Por Agroempresario.com
La eliminación transitoria de las retenciones para la soja, los granos y ciertas carnes fue el eje central de un debate que reunió a funcionarios, productores y empresarios en Rosario. En el marco de la 10° edición del seminario de la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (ACSoja), los representantes del Ministerio de Economía explicaron los alcances de la medida y remarcaron que se trata de una política pensada para “liberar el potencial productivo” del sector agroindustrial.
El encuentro, realizado en la sede de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), contó con la participación de Pablo Lavigne, secretario de Coordinación de Producción de la Nación; Juan Pazo, titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA); y Martín Vauthier, director del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE). La mesa estuvo moderada por Javier Cervio, director ejecutivo de la BCR.
Durante el panel, los funcionarios ofrecieron precisiones sobre el esquema de retenciones cero, que estará vigente hasta el 31 de octubre o hasta alcanzar un volumen de exportaciones de US$7000 millones, lo que ocurra primero.
La apertura del seminario estuvo a cargo de Sergio Iraeta, secretario de Agricultura, junto a Rodolfo Rossi, presidente de ACSoja, quienes destacaron la relevancia del complejo sojero como motor de la economía nacional.
El más enfático fue Juan Pazo, productor agropecuario además de funcionario, quien aseguró que el Gobierno “ve al campo como un aliado y no como un enemigo”. En su exposición, destacó que la eliminación de alícuotas permitirá que los productores mejoren su capacidad de inversión en bienes de capital: “Hoy necesitás un 30% menos de soja para comprarte un tractor, una camioneta o una cosechadora”, ejemplificó.
Para Pazo, la medida generará un impacto directo en la actividad económica: mayor liquidez, dinamismo en las operaciones y mejores condiciones de financiamiento gracias a la baja del riesgo país y la estabilidad cambiaria.
Por su parte, Martín Vauthier explicó que el tope de US$7000 millones responde a un cálculo de stocks y a la necesidad de reforzar la credibilidad del programa económico en un momento de “ruido político”. Según su análisis, la decisión no representa un costo fiscal, sino una inversión que generará mayor recaudación a futuro.
“El objetivo es sacarle el pie de encima al sector privado. En diciembre de 2023 recibimos una economía con alta presión tributaria, inflación diaria del 1,5% y un Banco Central quebrado. Hoy, gracias al ajuste, logramos equilibrio fiscal y acumulamos más de US$25.000 millones en reservas”, señaló.
Además, reiteró que no habrá modificaciones en el esquema monetario y cambiario del Banco Central de la República Argentina (BCRA), y que el ancla principal del programa seguirá siendo lo fiscal.
Pablo Lavigne explicó que la quita de retenciones alcanza a productores de todos los tamaños, sin necesidad de aclaraciones adicionales en el Boletín Oficial. Según el funcionario, el beneficio es transversal y busca impulsar tanto a las economías regionales como al complejo exportador.
Sobre la continuidad de la medida más allá de octubre, Lavigne sostuvo que dependerá del balance entre la recaudación y el impacto económico. Sin embargo, aseguró que el Gobierno apuesta a un modelo de mayor libertad económica, con reformas laborales y tributarias previstas después de las elecciones legislativas del 26 de octubre.
Los representantes de ACSoja y los productores presentes valoraron la presencia del equipo económico, aunque también plantearon dudas respecto de la duración de la medida. Muchos reclamaron que la eliminación de las retenciones sea permanente, entendiendo que se trata de una condición clave para planificar inversiones a largo plazo.
El panel también abordó los efectos colaterales de la medida. Según Vauthier, más allá del alivio inmediato, el impacto positivo se verá en la movilización del consumo interno, las compras de insumos y maquinaria agrícola, y el aumento de superficies sembradas, lo que fortalecerá el flujo de divisas.
Pazo señaló que, además del alivio impositivo, el Gobierno trabaja para mejorar la infraestructura que necesita el campo. Destacó que se están preparando llamados a licitación para concesiones viales, con el objetivo de involucrar al sector privado y a las provincias en el desarrollo de obras estratégicas.
En este punto, reconoció que las recientes inundaciones complicaron la logística agrícola, lo que refuerza la necesidad de inversión en caminos, rutas y puertos. “La competitividad del agro depende también de un sistema logístico eficiente”, subrayó.
El seminario de ACSoja se convirtió, en definitiva, en un espacio donde el Gobierno buscó mostrar respaldo al campo y enviar señales claras de previsibilidad. La eliminación de las retenciones, aunque temporal, se enmarca en un modelo económico que privilegia la reducción de impuestos como motor de crecimiento.
Para los funcionarios, se trata de una medida que no solo beneficia a los productores, sino también a la macroeconomía del país, generando más inversión, producción y exportaciones. Para los productores, en cambio, el desafío pasa por lograr que esta decisión se convierta en una política estructural y no en un alivio circunstancial.