En el marco de la Segunda Temporada de “De Villanos a Héroes”, recibimos a Ana Mouján, CEO de Green Footprint Agricultural Solutions (G-FAS), es una de las voces más potentes de la innovación agroindustrial argentina en una entrevista exclusiva con Carlos Becco. Durante el diálogo Ana Mouján compartió cómo una inspiración náutica transformó la forma de producir en el campo y cómo su espíritu emprendedor la llevó a convertir ideas disruptivas en soluciones globales.
Lo que comenzó como una anécdota en una tarde de navegación en el Río de la Plata junto a Héctor, su marido, socio y compañero de aventuras, se convirtió en un punto de inflexión: el hallazgo de que un mástil de fibra de carbono podría convertirse en un barral de pulverizadora agrícola. Ese “eureka” dio origen a un recorrido que revolucionó la industria, desde King Agro hasta John Deere, y que hoy se potencia con G-FAS y su apuesta por una agricultura más liviana y sustentable.
La historia comenzó en un velero con mástil de fibra de carbono. “Un día, navegando en el Río de la Plata, miré el mástil y pensé: si esto lo ponemos horizontal, puede ser un boom para el agro”, recordó Ana Mouján. La idea parecía descabellada: unir dos mundos tan diferentes como la náutica y la agricultura.
Con la ayuda de fabricantes especializados en mástiles, y tras convencerlos de embarcarse en un terreno que no conocían, el proyecto empezó a tomar forma el barral de fibra de carbono mostró todo su potencial al poco tiempo.
El resultado fue inmediato: el ancho de labor pasó de 28 a 50 metros, duplicando la productividad con la misma máquina. La fibra de carbono entró al agro para quedarse.
El salto definitivo llegó cuando John Deere compró la empresa a los 4 años y los llevó a escenarios globales como la feria “Agritechnica” de Hannover (Alemania).
“El stand de John Deere tenía como estrella nuestro barral de fibra de carbono. Todo el mundo pasaba y preguntaba qué era eso. Fue un orgullo ver cómo una idea nacida en el Río de la Plata llegaba al mundo”, contó.
Ana Mouján destacó que su motor es el cuestionamiento permanente: “Estamos muy acostumbrados a pensar de una determinada manera. Pero, ¿qué pasa si lo hacemos distinto? ¿Qué pasa si recuperamos algo que se dejó de usar y lo mejoramos? Ese es mi espíritu innovador”.
Para la empresaria, la clave de la innovación está en no aceptar lo establecido como definitivo. “Cada pregunta que nos hacemos abre posibilidades, aparecen ideas nuevas”, enfatizó.
En el 2019, con el entusiasmo de continuar con la innovación y mejores soluciones para el Agro, Ana Mouján decidió formar equipo y dar un paso más allá y fundar Green Footprint Agricultural Solutions (G-FAS). El propósito: apostar a una agricultura liviana, eficiente y sustentable.
“Creemos en una agricultura liviana y más sustentable, y no se trata sólo de materiales como la fibra de carbono, sino también de sistemas. Vamos en sentido contrario al modelo del “ bigger is better ” estamos rompiendo ese paradigma con propuestas nuevas para los diferentes sistemas agrícolas , subrayó.
En esa línea nació el stripper G-FAS de fibra de carbono, un sistema que se usaba pero que por el peso se dejó y ahora con los materiales livianos permite mayor ancho y más eficiencia. El sistema de trilla es muy distinto al de los cabezales convencionales que cortan toda la planta y lo procesan en la cosechadora, el stripper “peina” la espiga y extrae directamente el grano. Es una trilladora en si mismo.
“Desnuda la planta y deja el rastrojo en pie. Es poético verlo funcionar. Mantiene la humedad, frena la erosión y facilita la siembra de segunda, además que las semillas penetran mejor en el suelo y mejora el rinde”, explicó.
El uso de fibra de carbono permitió ampliar el ancho de labor y reducir el peso, logrando disminuir el consumo de combustible, mayor velocidad de avance, duplicando la eficiencia.
El camino no fue fácil. El primer prototipo se probó durante los 3 primeros años en los campos arroceros de Adecoagro, con más de 60.000 hectáreas en producción. “Fueron meses de gran entusiasmo, mucho calor, 40 grados a la sombra, entre los yacarés y los aguará guazú. Subidos arriba de las máquinas, midiendo y mejorando en cada iteración hasta lo que resultó el producto aprobado. Todo con mucha pasión. Emprender es eso: meterte en el barro y avanzar contra viento y marea, confiando en que vas a lograrlo hasta ver que tu proyecto camina”, recordó.
Las pruebas incluyeron mediciones exhaustivas de pérdidas y ajustes técnicos. El resultado fue contundente: mayor productividad, menor impacto ambiental y mejor estado del suelo para el cultivo siguiente.
El recorrido de Ana Mouján no se limita a la creación de G-FAS. Junto a Héctor, también llevó adelante un programa de TV “EL Campo la Industria Verde” emitido por Canal Rural y se involucró en la ganadería con la introducción de la raza Wagyu, poco conocida en Argentina y Uruguay.
“Mi zona de confort es emprender. Mi lema es “Just do it” … Uno va aprendiendo mucho en el camino y nada es más gratificante que ver cómo una idea se convierte en realidad”, confesó.
Ana Mouján agradeció especialmente a quienes confiaron en los inicios de G-FAS, como García Mansilla, José Aranda, Lartirigoyen, Donnelly y Adecoagro, socios de la empresa.
Hoy, la empresa ya vendió más de 40 cabezales en tres años, instalando una marca reconocida en el mercado. Exportando a Paraguay, Uruguay y muchas consultas de Brasil, USA y países del este europeo.
La CEO de G-FAS dejó una reflexión para quienes quieren innovar en el agro:
La historia de Ana Mouján es la de una mujer que con supo unir mundos distintos para generar impacto global. Desde un mástil de fibra de carbono en un velero hasta un cabezal de stripper en una cosechadora, su camino refleja cómo la innovación surge de mirar lo conocido desde otro ángulo, animarse a los desafíos de esa visión y hacerla realidad.
“Mi zona de confort es emprender”, repite como lema. Y con cada proyecto, demuestra que en el agro argentino todavía hay espacio para la creatividad, la sustentabilidad y el crecimiento.