En el marco de la Segunda Temporada de “De Villanos a Héroes”, recibimos a Alejandra Marino, Co-Fundadora de PASTECH y docente investigadora con más de 30 años de trayectoria en producción animal en una entrevista exclusiva con Carlos Becco. Durante el diálogo Marino, nos compartió su experiencia que refleja décadas de investigación y transferencia tecnológica, y cómo esa experiencia derivó en la creación de un emprendimiento innovador que hoy está transformando la producción animal en Argentina y la región.
Con una visión clara, Marino sostuvo una idea central que atraviesa toda su propuesta: “Todo comienza midiendo y gestionando el pasto”.
En su exposición, Alejandra Marino explicó que el principal insumo de la ganadería argentina es el pasto, un recurso natural que coloca al país entre los territorios más privilegiados del mundo para la producción de carne, leche y lana.
Argentina cuenta con condiciones agroecológicas excepcionales: temperatura media anual de 15 grados, entre 700 y 1.000 milímetros de precipitaciones distribuidas a lo largo del año y una amplia diversidad de especies forrajeras tanto templadas como subtropicales.
“Podemos producir entre 10 y 20 toneladas de pasto por hectárea de muy buena calidad, algo que pocos países en el mundo pueden lograr”, subrayó Marino.
Sin embargo, aclaró que la abundancia de pasto no siempre es sinónimo de eficiencia productiva ni de sustentabilidad. “Si se acumula demasiado, empeora la calidad del forraje y también se resiente el crecimiento del recurso. Por eso es fundamental medir y gestionar correctamente”, explicó.
Uno de los principales desafíos que destacó Marino es que, aunque todos los productores saben cuántas hectáreas manejan y cuántos animales tienen, muy pocos conocen realmente cuánto pasto producen y disponen.
“Menos del 10% de los ganaderos en Argentina miden cuánto pasto tienen para alimentar sus rodeos. Y esa es la base de todo el negocio”, advirtió.
A nivel mundial, el pasto ocupa el 70% del área cultivable del planeta, y sin embargo, la medición de su disponibilidad es una práctica que sigue siendo marginal. Esto se debe, en parte, a que tradicionalmente las mediciones se realizaban de forma manual, con cortes, secado, pesado y cálculos que demandaban mucho tiempo y mano de obra, algo cada vez más escaso en el campo.
La vida profesional de Alejandra Marino estuvo marcada por la docencia y la investigación en producción animal. Durante décadas trabajó en la Unidad Integrada Balcarce, y junto al Grupo Producción y Utilización de Pasturas se dedicó a estudiar y cuantificar el crecimiento de pasturas.
“Pasamos años recorriendo potreros, midiendo a mano, cortando pasto, secando y repitiendo ese proceso una y otra vez. Era un trabajo necesario, pero sumamente demandante en esfuerzo humano”, relató.
La pandemia de 2020 fue un punto de inflexión. Las dificultades para importar equipos de medición desde países como Nueva Zelanda y Australia llevaron a Marino y a su colega Juan Insúa a tomar una decisión clave: desarrollar un dispositivo propio en Argentina.
Así nació PASTECH, una startup que aplica tecnología 4.0 para medir, monitorear y gestionar el pasto en tiempo real.
El primer prototipo se inspiró en equipos usados en otros países: un bastón con un plato que se apoya sobre el pasto y mide la altura comprimida en centímetros, incorporando sensores electrónicos, georreferenciación y calibraciones específicas para cada tipo de recurso forrajero.
“Si bien desde la institución siempre nos movilizó la investigación, la extensión y la transferencia, decidimos dar un paso más para resolver problemas concretos del productor. Pasamos de escribir papers y ofrecer capacitaciones, a crear un producto tangible que alguien comprara y le resultará útil”, explicó Marino.
El primer gran paso fue cuando un productor adquirió el equipo y comprobó que realmente solucionaba un problema de gestión. “Esa fue la validación que necesitábamos: un cliente satisfecho que podía tomar mejores decisiones gracias a los datos”, recordó.
Hoy, PASTECH ya está presente en 13 provincias argentinas y en Uruguay, con más de 220.000 hectáreas privadas bajo monitoreo. La herramienta permite:
Un punto central del enfoque de Marino es que el pasto no es solo alimento para el ganado, sino también un componente clave para la sostenibilidad ambiental.
El crecimiento de las pasturas captura energía solar y secuestra carbono, una parte queda en la biomasa aérea de las plantas y otra en las raíces y en el suelo, contribuyendo a la formación de materia orgánica y a la mitigación del cambio climático.
“Cuando gestionamos el pasto correctamente, no solo producimos más carne, leche o lana, sino que también mejoramos la salud de los suelos y ayudamos a compensar las emisiones de la ganadería”, explicó.
Uno de los datos más llamativos que compartió la cofundadora de PASTECH es que en primavera se produce el 70% del pasto del año, pero se utiliza menos de un tercio.
“Ese desfase genera enormes pérdidas productivas y económicas. Con datos y herramientas tecnológicas podemos corregir esa ineficiencia y multiplicar la producción de carne sin necesidad de expandir la frontera agropecuaria”, afirmó.
El desarrollo de PASTECH no fue un camino lineal. Marino recordó que cuando ingresaron a la incubadora de empresas de la Universidad Nacional de Mar del Plata, recibieron una lección fundamental: “Una startup no es hacer una publicación científica”.
Mientras que la investigación académica busca la verdad con evaluaciones rigurosas que necesariamente requieren procesos de larga duración (años), el emprendedurismo exige soluciones rápidas, prácticas y enfocadas en el usuario que necesita resolver su problema “ya”.
“Fue un aprendizaje duro. Más de una vez pensamos en abandonar. Pero la validación del productor y diversos reconocimientos, nos mostraron que estábamos en el camino correcto”, señaló.
Hoy, PASTECH se consolida como un modelo de innovación abierta que articula conocimientos de la agronomía, la nutrición animal, la robótica y el software.
El equipo fundador está compuesto por:
Gracias a esa sinergia, lograron crear una solución que ya se perfila para escalar a otros países de América Latina.
Con una visión optimista, Marino sostiene que Argentina puede triplicar su producción ganadera si aprovecha el potencial de sus pasturas y adopta masivamente tecnologías de gestión.
“Hoy producimos en promedio cinco toneladas de pasto por hectárea, cuando podríamos estar en 15 o 20. Todo comienza midiendo, generando datos y tomando decisiones en consecuencia”, enfatizó.
Más allá de los logros tecnológicos, Alejandra Marino destacó que uno de los aspectos que más disfruta de esta nueva etapa es el contacto con las nuevas generaciones de emprendedores, técnicos y productores.
“La tecnología está acercando más gente a la actividad agropecuaria. Es una etapa magnífica, porque podemos transmitir lo aprendido y al mismo tiempo nutrirnos de la energía y creatividad de los jóvenes”, expresó.
El camino recorrido por PASTECH ya recibió múltiples reconocimientos en el ecosistema emprendedor y agropecuario. Para Marino, esos logros son señales que confirman que están en el buen camino.
“Después de 30 años de investigación, hoy podemos entrar a tocar puertas con una solución concreta que funciona. Eso nos impulsa a seguir creciendo”, concluyó.