Por Agroempresario.com
Una joya escondida en la provincia de Buenos Aires que combina naturaleza, historia y tradición a tan solo dos horas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Este destino, aún poco conocido, se presenta como una opción perfecta para quienes buscan una escapada corta sin alejarse de la rutina urbana.
Ubicada a 140 kilómetros de la capital, Carmen de Areco se encuentra sobre la Ruta Nacional 7, conectando con localidades clave como Luján, Chacabuco y Junín. En sus cercanías, en un radio de 30 kilómetros, sobresalen destinos turísticos con fuerte impronta cultural como San Antonio de Areco, Salto y Capitán Sarmiento, convirtiendo a la zona en un corredor ideal para el turismo rural y gastronómico.
Entre las actividades que ofrece Carmen de Areco destaca recorrer su plaza principal, donde la arquitectura típica y el ritmo pausado invitan a desconectarse. La Iglesia Nuestra Señora del Carmen, emblema del patrimonio local, es un punto obligado. El Museo Histórico Pablo Pizzurno también abre sus puertas para acercar la historia de la región a los visitantes.
La experiencia en Carmen de Areco se completa con propuestas al aire libre: espacios verdes, arroyos y caminos rurales para caminatas, paseos en bicicleta o cabalgatas. La gastronomía local es otro atractivo: parrillas, restaurantes y casas de comida ofrecen carnes a la parrilla, pastas caseras y postres típicos. Todo acompañado de un buen vino o mate, disfrutando del paisaje y la tranquilidad.
Llegar es sencillo: desde Buenos Aires, el viaje en auto por la Autopista Acceso Oeste y Ruta Nacional 7 permite atravesar paisajes rurales que preparan al visitante para la experiencia del pueblo. Carmen de Areco no solo es un destino turístico, sino también una invitación a conectar con la esencia del interior bonaerense.