En el marco de la Segunda Temporada de “De Villanos a Héroes”, recibimos a Eduardo Pagano, Director del Laboratorio de Genómica y Marcadores Moleculares de la FAUBA, es uno de los referentes en mejoramiento genético y biotecnología agrícola en Argentina en una entrevista exclusiva con Carlos Becco. Durante el diálogo Pagano detalló la importancia del ADN, los marcadores moleculares y la innovación en la producción de granos, alimentos y otros productos agrícolas de alto valor, explicando cómo la ciencia acelera los procesos y mejora la calidad de los cultivos.
Según Pagano, toda la producción agroindustrial tiene un denominador común: el ADN. “Si queremos producir más rápidamente y con mayor calidad, la base de todo está en el material genético”, señaló. Esta visión se aplica no solo a granos, sino también a alimentos procesados y otros productos derivados de la agricultura.
El experto relató un ejemplo familiar que utiliza para enseñar: cuando le preguntó a su nieto de siete años qué era el ADN, el niño respondió con claridad: “Es lo que nos hace ser como somos”. Para Pagano, esta definición resume la esencia de su trabajo: comprender y aprovechar el ADN para mejorar los cultivos.
Durante la pandemia, la sociedad escuchó hablar sobre PCR, que permite amplificar el material genético para su análisis. Para Pagano, el principio es similar en el mejoramiento vegetal: hoy se puede anticipar la selección de plantas a nivel de semilla, sin esperar a que la planta crezca por completo. Esto acelera la producción de semillas y permite obtener cultivos de alta calidad, con rasgos específicos beneficiosos para el consumidor.
“El mejoramiento tradicional se basaba en matemáticas y probabilidades”, explicó. “Hoy, con los marcadores moleculares y la genómica, podemos anticiparnos y optimizar el proceso”.
A lo largo de las generaciones, ocurre la segregación genética, donde algunos rasgos no se expresan como se esperaba. Por eso, la selección cuidadosa del material genético es fundamental. Trabajar a nivel de ADN permite ahorrar tiempo, recursos y territorio, llevando al mercado productos de calidad en menor tiempo.
En los años 90, Pagano decidió especializarse en bioquímica y biología molecular en el exterior, anticipándose al boom del ADN en la investigación agrícola. Al regresar a Argentina, comenzó a relacionarse con estudiantes y jóvenes profesionales, transmitiendo conocimientos y motivando nuevas generaciones.
“Mi vocación principal es ser profesor”, afirmó. “Formar jóvenes, compartir conocimientos y guiarlos en la aplicación de la ciencia al agro es mi mayor satisfacción”.
El encuentro con el Grupo Don Mario permitió a Pagano aplicar su experiencia en mejoramiento genético al mercado. La empresa le brindó la oportunidad de capacitar a jóvenes profesionales y desarrollar recursos humanos de calidad, integrando teoría y práctica en proyectos reales de mejoramiento de cultivos.
“Podríamos aplicar ciencia directamente al desarrollo de productos agrícolas, generando impacto inmediato en el sector”, señaló.
Desde UBATEC, unidad de vinculación de la UBA, se impulsó un proyecto junto a la Asociación de Semilleros Argentinos para controlar la propiedad intelectual de semillas de soja y otras especies que se autofecundan. Se implementaron marcadores moleculares (SNPs) para identificar puntos específicos en el ADN, permitiendo un control eficiente y seguro del comercio de semillas.
Según Pagano, con 32 puntos de referencia genética en la soja, es posible diferenciar variedades y garantizar la autenticidad del material genético, un avance crucial para el sector.
El uso de marcadores moleculares permite anticipar características de los cultivos, optimizar programas de mejoramiento y reducir costos. Las pymes semilleras, universidades y entidades públicas han adoptado estas técnicas para mejorar la eficiencia de sus procesos.
“Al principio algunos consideraban los equipos y tecnología como un juguete caro”, recordó. “Hoy, el costo es menor que el de una 4x4, y el beneficio para la producción agrícola es incalculable”.
El Laboratorio de Genómica y Marcadores Moleculares, inaugurado en 2022, es fruto de años de planificación, compras de equipos desde 2018 y la perseverancia durante la pandemia. El laboratorio brinda servicio a empresas semilleras, universidades y organismos públicos, tanto en Argentina como en Uruguay.
Pagano destacó la contribución de su equipo: Natasha, directora técnica actual del laboratorio; Jessica, Silvina, Daniela, Josefina, Florencia y otros jóvenes profesionales que se están formándo y aquellos que ya se han convertido en líderes en mejoramiento genético en el medio productivo. También agradeció a figuras clave como Marcela Gally, exdecana de la facultad y fuerte propulsora de la creación del laboratorio, y Rodolfo Golluscio, su amigo, también exdecano, fallecido, y fundamentalmente Lorenzo Basso, exdecano y expresidente de UBATEC
Gracias a estos avances, se puede producir más y mejor en menos tiempo, optimizando la producción de granos, como soja, maíz y otros cultivos tradicionales y de reciente aparición en el mercado. La combinación de ciencia, experiencia académica y colaboración con el sector privado ha transformado la forma de trabajar en el agro argentino.