En el marco de la Segunda Temporada de “De Villanos a Héroes”, recibimos a Alejandrina Vendrell, CEO de Loci Labs y PhD en Biotecnología, en una entrevista exclusiva con Carlos Becco. Durante el dialogo Vendrell, detalló cómo nació la idea de crear un laboratorio colaborativo que permite a startups, pymes y corporaciones innovar en biotecnología sin necesidad de realizar grandes inversiones iniciales. Su iniciativa busca democratizar el acceso a la biotecnología y fortalecer un ecosistema que impulse la innovación de base científica en el país y en la región.
Durante la entrevista, Alejandrina Vendrell relató cómo la creación de Loci Labs surgió como respuesta a una problemática concreta: los altos costos y las limitaciones normativas que enfrentan los emprendedores del sector biotecnológico.
“Los emprendedores en biotecnología no pueden emprender en su casa como uno de tecnología. No pueden alquilar un espacio y ponerse a investigar, necesitan equipamiento costoso, normas de bioseguridad y habilitaciones específicas”, explicó.

Vendrell señaló que el desafío principal radica en los requisitos técnicos y legales que acompañan la manipulación de materiales biológicos. “Trabajar con biotecnología implica gestionar residuos patológicos y cumplir con estándares de seguridad que deben ser declarados ante los municipios y los organismos estatales. Hay que inscribirse como generador de residuos peligrosos y cumplir múltiples regulaciones. No es algo que se pueda improvisar”, detalló.
Ante este contexto, muchos proyectos biotecnológicos quedan truncos en su etapa inicial por falta de infraestructura o recursos para montar un laboratorio propio. Frente a esta necesidad, Loci Labs se presenta como una solución integral que combina instalaciones de alta calidad, acompañamiento técnico y una comunidad de innovación.
El concepto de Loci Labs parte de una idea tan simple como transformadora: ofrecer laboratorios completamente equipados bajo un modelo flexible de uso compartido, similar al coworking tradicional, pero con estándares industriales de bioseguridad y calidad farmacéutica.
“Pensamos que necesitábamos un lugar plug and play, que cuando surja una oportunidad de hacer un proyecto biotecnológico, se pueda entrar y trabajar de inmediato”, describió la CEO.
El espacio está diseñado para albergar startups en diferentes etapas de desarrollo, pero también para recibir pymes, spin-offs universitarios y equipos de innovación corporativa. “Las corporaciones tampoco pueden innovar dentro de sus plantas productivas por razones regulatorias y de seguridad. Por eso diseñamos un entorno con los estándares de la industria, pero preparado para proyectos en fase experimental”, destacó Vendrell.
En Loci Labs, los emprendedores acceden a laboratorios listos para usar, con equipos calibrados, mantenimiento constante y certificaciones de seguridad. Además, el modelo incluye servicios de mentoría, vinculación y acompañamiento para potenciar el crecimiento de los proyectos.
“No es solo un cowork. Lo que creamos es una especie de incubadora a demanda, donde las startups tienen instalaciones, equipamiento, seguridad y también acompañamiento profesional”, explicó.
El primer espacio de Loci Labs está ubicado en Corrientes y San Martín, en pleno microcentro de la Ciudad de Buenos Aires. Una localización estratégica que, según su fundadora, no es casual.
“Queríamos que los inversores tradicionales, que están en el distrito financiero, pudieran ver que en Argentina se puede hacer biotecnología con el mismo nivel de calidad que en el primer mundo”, subrayó Vendrell.

La sede cuenta con dos pisos de 420 metros cuadrados cada uno, sumando un total de 840 metros. En el primer piso se ubica un cowork tradicional, con salas de reuniones, auditorio, comedor y oficinas privadas. El segundo piso está completamente dedicado a laboratorios de última generación.
Allí se distribuyen 20 estaciones de trabajo para startups, dos laboratorios privados y un área especializada con filtros HEPA, que garantizan ambientes estériles para tareas de alta precisión. Además, existen zonas específicas para biología molecular, cultivo celular, microbiología, microscopía y química, todas equipadas con tecnología de nivel industrial.
“Los laboratorios tienen pisos y paredes sanitarias, mesas resistentes a químicos importadas de Austria y equipamiento de punta. Todo está calibrado y mantenido con estándares de la industria farmacéutica”, detalló.
La comparación con un hotel no es casual. “Nosotros decimos que es un hotel con mini bar para científicos”, bromeó Vendrell.
Más allá del equipamiento, el valor diferencial de Loci Labs está en su ecosistema colaborativo. Cada startup miembro forma parte de una comunidad donde se promueve la colaboración entre equipos, el intercambio de conocimientos y la conexión con inversores y mentores especializados.
Actualmente, el espacio alberga unas diez startups activas, entre ellas Elytron, la primera en instalarse. “Empezaron siendo seis personas y ahora son catorce. Eso refleja el crecimiento que buscamos acompañar: planes modulares que permiten escalar o reducir según la etapa del proyecto”, indicó la fundadora.

La estructura del modelo permite a las empresas alquilar espacios por día, semana, mes o años, dependiendo de las necesidades experimentales. “Un emprendedor puede venir un día a hacer una extracción de ADN o quedarse meses desarrollando una línea de investigación completa”, explicó.
Además de su rol como incubadora y laboratorio colaborativo, Loci Labs promueve el crecimiento del talento joven. Vendrell contó su experiencia como jurado en Nucleate, una iniciativa que premia a emprendedores biotecnológicos emergentes.
“Vimos niveles espectaculares. Algunos de los participantes están terminando la facultad o haciendo su doctorado. Tienen ideas muy frescas y necesitan espacios para probar sus conceptos”, afirmó.
El premio que ofrece Loci Labs consiste en un programa intensivo de tres meses, que combina acceso a las instalaciones, equipamiento y mentoría personalizada. El objetivo es ayudar a los equipos a transformar sus ideas en proyectos concretos y técnicamente viables.
La historia de Alejandrina Vendrell combina la rigurosidad científica con la visión emprendedora. Veterinaria de formación, comenzó su carrera como investigadora en el CONICET, donde trabajó durante una década en proyectos de biotecnología aplicada, centrados en terapias antitumorales.
“Era una científica súper nerd. Publicaba en revistas de alto impacto y soñaba con cambiar el mundo”, recordó entre risas.
Sin embargo, con el tiempo comprendió que el impacto real requería salir de la academia. “Me di cuenta de que para que mis investigaciones llegaran al mercado debía salir del laboratorio académico y pasar a la industria”, explicó.
Al incorporarse al sector privado, descubrió las limitaciones estructurales del ecosistema argentino: “Comercializamos, pero no producimos ni innovamos desde cero. Intentar innovar dentro de una empresa fue un proceso doloroso. Vi de cerca cómo los estándares industriales no podían cumplirse en las universidades, y eso me hizo entender que había un vacío enorme que alguien debía llenar.”
Ese vacío se convirtió en el punto de partida de Loci Labs. La idea nació en plena pandemia, mientras trabajaba desde su casa y plasmaba sus reflexiones en una presentación de PowerPoint.
“Era una tesina de un posgrado. Mientras el mundo estaba encerrado, yo pensaba que el ecosistema necesitaba un espacio así”, recordó.
El proyecto cobró forma cuando su pareja, vinculada al mundo financiero, vio el potencial de la idea. “Me dijo: hagámoslo. Empezamos a afinar los números y cuando vimos que era posible, arrancamos. Hoy Loci Labs es una realidad consolidada”, contó.
El éxito de la primera sede en Buenos Aires impulsó la expansión del modelo. Actualmente, Loci Labs tiene una segunda sede en el Parque Empresarial Austral en Pilar y está gestionando un partnership para abrir una tercera sede en Córdoba.
“Queremos que más emprendedores tengan acceso a espacios que cumplan con estándares industriales, sin tener que asumir los costos de una infraestructura propia”, aseguró.
La visión de Vendrell trasciende lo local: busca posicionar a la biotecnología latinoamericana como un actor relevante en el escenario global. “El mundo está en conflicto y en crisis, pero eso abre una oportunidad para que los países de la región se unan y muestren su potencial, sobre todo en talento humano y capacidades industriales”, sostuvo.
La CEO de Loci Labs considera que la biotecnología es una de las grandes verticales del futuro de la humanidad, clave para el desarrollo de la bioeconomía. Argentina, afirmó, tiene una posición privilegiada para liderar este proceso.
“Nuestro país es uno de los diez del mundo con más empresas biotecnológicas. Tenemos el conocimiento, el talento y la vocación para innovar. Solo necesitamos los espacios adecuados para hacerlo”, enfatizó.

La propuesta de Loci Labs apunta a reducir las barreras de entrada a la biotecnología: “Ofrecemos un modelo plug and play que permite aprovechar las oportunidades sin tener que demorar en construir ni buscar financiamiento extra. Es entrar y hacer”, sintetizó Vendrell.
Al cierre de la entrevista, Alejandrina Vendrell reflexionó sobre su recorrido personal y profesional, y expresó su agradecimiento a las personas que la acompañaron en el camino.
“Pienso en mis hijos y en el tiempo que les robé. Pero también agradezco cada puerta que se abrió y cada puerta que se cerró, porque ambas me llevaron hasta acá”, confesó.
La emprendedora destacó especialmente el apoyo de su equipo y de quienes creyeron en el proyecto desde el inicio. “El equipo de Loci Labs es espectacular. Pablo Álvarez, nuestro gerente, es de esas personas que nacieron para ser bomberos, siempre resolviendo todo. Y la lista de agradecimientos sería interminable, porque sentí apoyo de muchísima gente”, concluyó emocionada.
Con su liderazgo, Loci Labs se consolida como un referente regional en infraestructura biotecnológica compartida, un modelo que combina innovación, colaboración y visión estratégica para construir el futuro de la ciencia aplicada en Argentina y Latinoamérica.