a provincia cuenta con más de diez especies de rapaces que habitan diferentes ecorregiones. Entre estas, se encuentran gavilanes, águilas, halcones y lechuzas, todas ellas protegidas por la Ley de Fauna Silvestre.
Aseguran que las aves rapaces, son eficaces consumidoras de roedores, lo que las convierte en especies útiles para el ser humano por su rol ecológico profiláctico, contribuyendo al control integrado de plagas.
Cabe recordar que el control biológico, es un tipo de manejo que considera a un agente biológico como mecanismo de control de las especies que se presentan como plagas potenciales, como las palomas y algunos roedores de la periferia urbana.
Estos controladores biológicos, cazan en las zonas aledañas a sus nidos, pudiendo consumir hasta tres roedores por día, según el tamaño del ave.
Por último, el gobierno mendocino informó que en la actualidad, estas especies se han visto forzadas a modificar su zona de nidificación, trasladándose hacia zonas menos urbanizadas y dejando su hábitat de origen sin controladores naturales.
“El ser humano es el responsable por este desplazamiento, no sólo por el impacto en los ambientes de estas aves sino también por la captura y tráfico ilegal de ellas. Es por eso que se debe preservar a los especímenes que aún nidifican en zonas urbanas”, destacaron.
Infocampo