El Tesoro de los Estados Unidos desarmó su inversión en letras de liquidez del Banco Central de la República Argentina (BCRA), según se desprende del último balance semanal que publicó la autoridad monetaria. La operación, que había surgido tras la intervención cambiaria liderada por el inversor Scott Bessent antes de las elecciones, habría concluido con una fuerte salida de pesos del sistema financiero local. El dato generó especulaciones entre economistas locales sobre la posible activación del swap de monedas por USD 20.000 millones, acordado recientemente con Washington.
De acuerdo con el informe oficial, el stock de letras emitidas en moneda local cayó desde $3,45 billones hasta $273.000 millones al 31 de octubre, lo que representa una disminución de $2,7 billones en una sola semana. Este movimiento coincide en magnitud con el incremento que se había observado la semana anterior, tras la intervención del Tesoro estadounidense para contener la presión sobre el dólar, una operación que —según reveló Infobae— involucró ventas de divisas por más de USD 2.100 millones.
Si bien ni el BCRA ni el Ministerio de Economía argentino brindaron explicaciones sobre el destino final de esos fondos, fuentes del mercado interpretan que el Tesoro norteamericano podría haber migrado su posición hacia otro tipo de instrumentos o, directamente, reconvertido los pesos en dólares, lo que reforzaría la hipótesis de que ya comenzó a ejecutarse una parte del swap anunciado con los Estados Unidos.

El informe de la consultora Aurum Valores fue uno de los primeros en advertir la magnitud del cambio en los pasivos del Banco Central. “Del balance semanal del BCRA se desprende una fuerte caída del stock de letras en pesos para fin de octubre. No descartamos que se deba a la reversión de la compra de pesos del Tesoro USA o al reposicionamiento en otros activos locales fuera del BCRA”, señaló la firma en su último análisis.
Por su parte, el economista Alejandro Giacoia, de Econviews, apuntó que mientras se registró una caída de las letras en moneda nacional, creció el rubro “Otros Pasivos” dentro del balance del Central. “Posiblemente eso refleje la activación de una parte del swap”, explicó. Este apartado del balance incluye, entre otras operaciones, el intercambio de monedas con China, por lo que un incremento podría estar indicando el inicio de una operación similar con los Estados Unidos.
En la misma línea se manifestó el economista Fernando Marull, quien escribió en la red social X (ex Twitter): “En línea con Alejandro, parece que se activó un tramo del swap con USA. Si no hay aclaraciones, podemos concluir eso. Info bajo análisis”.
Uno de los enfoques más detallados sobre la operatoria provino del economista Gabriel Caamaño, de la consultora Outlier. En su análisis, sostuvo que “se activó un tramo del swap con USA para darle salida a Bessent contra reservas y no contra mercado. Ahora hay un pasivo nuevo en USD que resta. Y si así fuera, hasta podríamos especular que esto estuvo hablado de entrada y la intervención del Tesoro funcionó como un anticipo del swap”.
Según esta lectura, la operación de Bessent —quien es cercano al entorno del expresidente Donald Trump— no habría sido un movimiento financiero aislado, sino parte de una estrategia coordinada entre Washington y Buenos Aires para estabilizar el mercado cambiario en los días previos a las elecciones y respaldar políticamente al gobierno de Javier Milei.
De confirmarse, este escenario implicaría dos hechos relevantes para la economía argentina: por un lado, la puesta en marcha del swap de monedas con el Tesoro estadounidense; y por otro, la obtención de una ganancia cercana al 10% para Bessent en su operatoria con pesos. Ambos elementos serían interpretados como señales concretas de apoyo financiero y político de la administración Trump hacia el gobierno libertario.
La consultora 1816 también había alertado sobre inconsistencias en los datos del Banco Central que, según su análisis, podrían interpretarse como una confirmación indirecta de la intervención del Tesoro norteamericano. En un informe especial, señaló que “el stock de Letras y Notas emitidas en Moneda Nacional del BCRA que se informa en el Balance Semanal dejó de coincidir con el stock diario sumado de LEGAR y LEMIN”, los instrumentos dollar linked colocados por la entidad monetaria a sectores exportadores.
El total de letras en pesos del BCRA alcanzó los $3,05 billones al 23 de octubre, mientras que el stock de LEGAR y LEMIN era de $293.000 millones. La diferencia, de $2,75 billones, equivale a USD 1.855 millones y se explica por los pesos que tenía Estados Unidos en el Banco Central”, explicó la consultora.
De acuerdo con el mismo informe, esa diferencia se reflejaba también en la línea “Otros pasivos en pesos” del Informe Monetario Diario del BCRA, sin que se registraran simultáneas ni operaciones REPO que justificaran la cifra. “Todo apunta a que los pesos del Tesoro norteamericano estaban en Letras emitidas por el BCRA y ahora salieron del sistema”, concluyó 1816.
La posible activación del swap con Estados Unidos representa un punto de inflexión en la política financiera argentina. Por un lado, podría fortalecer las reservas internacionales del Banco Central en el corto plazo, brindando mayor margen de maniobra cambiaria al Gobierno en un contexto de transición política y volatilidad externa.
Por otro, genera nuevas obligaciones en dólares, lo que implica compromisos futuros que deberán ser atendidos en el marco de la política monetaria que diseñe la administración de Milei. “Si efectivamente se activó un tramo del swap, implica que el BCRA tiene un pasivo en dólares con el Tesoro norteamericano. Es un alivio temporal de liquidez, pero no una solución estructural”, explicó Giacoia.
Mientras tanto, el mercado observa con atención los próximos movimientos del Central. Los analistas destacan que el comportamiento de las reservas y la evolución de los pasivos monetarios en las próximas semanas serán claves para confirmar si efectivamente el swap ya está en marcha y en qué condiciones se realizó.
Hasta el momento, ni el Banco Central ni el Ministerio de Economía emitieron un comunicado oficial para aclarar los movimientos reflejados en el balance. En tanto, desde Washington tampoco hubo declaraciones sobre el tema. Sin embargo, los indicios contables y la secuencia de hechos dan sustento a la tesis de que el Tesoro estadounidense intervino primero en el mercado cambiario y luego revirtió su posición en letras, dejando activado un nuevo canal de financiamiento bilateral.
El caso Bessent y la evolución de los instrumentos del BCRA se convirtieron así en un nuevo capítulo de la relación financiera entre Argentina y Estados Unidos, marcada históricamente por oscilaciones entre la cooperación y la tensión. Si la versión del swap se confirma, podría anticipar un nuevo esquema de respaldo externo, con implicancias políticas y económicas que trascienden el corto plazo.