La provincia de Misiones lanzó un atractivo recorrido de naturaleza para el turismo de aventura que propone visitar siete cascadas poco conocidas —además de los clásicos sitios turísticos— y explorar la selva misionera en profundidad. En el corazón de la región nordeste argentina, este circuito se desarrolla íntegramente dentro de áreas de selva y reservas naturales, y apunta tanto al ecoturismo como a desconectarse del turismo masivo.
En primer lugar, el recorrido contiene puntos tan destacados como los Saltos del Moconá, que se extienden de modo longitudinal por el cauce del río Uruguay, formando un verdadero “muro de agua” de más de tres kilómetros. Su visita permite acceso en lancha o desde miradores naturales y constituye una de las joyas naturales de la provincia. También atraviesa el Parque Provincial Salto Encantado, donde el salto principal de 64 metros cae en un cañadón de vegetación densa y ofrece senderos, miradores y zonas de descanso, según informó Economía Sustentable.

Dentro del circuito figuran además los saltos de agua de menor escala pero igual valor paisajístico y ecológico: el Salto Capioví, ubicado cerca del pueblo de Capioví; el Salto Berrondo, a solo ocho kilómetros del centro de Oberá; el Salto Krysiuk, en un entorno agreste entre caminos rurales y plantaciones de yerba mate; y los Saltos del Arroyo Mbocay, próximos a la ciudad de Puerto Iguazú, que ofrecen pozas naturales ideales para refrescarse en verano.
Las autoridades locales recomiendan recorrer el circuito iniciándolo desde Posadas, Oberá o Puerto Iguazú, con vehículo propio o 4×4 —ya que algunos accesos son de tierra y pueden presentar dificultades con lluvias— y hacerlo preferiblemente entre los meses de mayo y septiembre, cuando el clima es más templado y el estado de los caminos suele ser mejor. También se sugiere llevar calzado adecuado, repelente, agua y respetar las normas de conservación de cada área.

Desde el Ministerio de Turismo de la provincia se hace hincapié en que el conjunto de servicios —senderismo, navegación, miradores, camping y avistaje de aves— está pensado para diversificar la oferta turística más allá del tradicional foco en las Cataratas del Iguazú. Así, la nueva ruta apela tanto al turista que busca aventura como al que desea tranquilidad en plena naturaleza.
En su contexto histórico-natural, la selva misionera forma parte de la ecorregión del Bosque Atlántico, una de las más biodiversas del país. A través de esta ruta se fomentan además prácticas de turismo sustentable y de bajo impacto, valorizando el patrimonio natural más allá de los lugares más masificados.

El desafío para los visitantes está en encontrar el equilibrio entre disfrutar de estos escenarios casi vírgenes y respetar la ecología, las comunidades locales y la señalización. La recomendación es consultar previamente con los prestadores locales o los centros de informes del Ministerio de Turismo de Misiones para confirmar el estado de accesos, tarifas, condiciones climáticas y posibles cortes por lluvias.
Desde el punto de vista del turismo regional, esta estrategia forma parte de un movimiento más amplio que busca redistribuir la demanda turística hacia nuevos destinos, descongestionar los sitios más visitados y prolongar la estadía promedio en la provincia, con el consiguiente beneficio para las economías locales.
En conclusión, la nueva ruta de cascadas “secretas” en Misiones se presenta como una invitación a quienes ya conocen lo clásico de la región o buscan experiencias distintas: selva, agua, quietud y aventura a pocos kilómetros de los rincones más concurridos.