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Por Denise Sol Mazzitello | Agroempresario.com
En el marco del Ciclo de Seminarios In-House “Argentina Agrega Valor en Origen”, Agroempresario.com organizó su Primera Edición sobre “Proteínas Animales: ¿Puede haber un boom de producción y exportación?”, realizada el pasado 18 de noviembre y coordinada por Fernando Vilella, Director de Desarrollo de Agroempresario.com. Atilio Benedetti, Diputado de la Nación por Entre Ríos, evaluó las oportunidades que se abren para el sector agropecuario, los acuerdos, el escenario de transformación y por qué se considera clave para el desarrollo económico del país.
Benedetti destacó la magnitud del momento actual: “Estamos ante un cambio fenomenal de posibilidades para el desarrollo del país”. El diputado señaló que esta nueva etapa implica “interactuar con el mundo”, un enfoque que consideró fundamental para el crecimiento nacional y que, según expresó, “quizás no debiéramos haber abandonado nunca”. En este sentido, afirmó que el país cuenta con los recursos clave para impulsar un salto exportador desde la transformación de proteínas vegetales en proteínas animales, apoyado por tecnología, conocimiento y una larga tradición productiva.
Al mismo tiempo, remarcó que persisten dificultades internas para la consolidación del sector. Indicó que todavía falta “ponernos de acuerdo sobre las políticas públicas que le den sostenibilidad y perspectiva al sector”, una tarea que consideró central para evitar perder oportunidades frente a competidores regionales.
Uno de los ejes más desarrollados por Benedetti fue el impacto de las retenciones en la competitividad internacional. Recordó que este instrumento genera distorsiones internas significativas: “El tema de las retenciones significa una desventaja con respecto a los competidores de la región, incluso los que han podido ocupar nichos que el mundo ha ido ofreciendo”.
El legislador explicó que, si bien reconoce avances del actual Gobierno, especialmente en la eliminación de trabas al comercio internacional, observa que la agenda de prioridades no acompaña al sector agropecuario con la intensidad necesaria. En sus palabras: “Es un gobierno que da enormes oportunidades, pero no prioriza este sector”.
Para graficar esta situación, apeló a una imagen de su infancia: la de los carros tirados por caballos en la costa entrerriana. “Buscaban al caballo más manso, al más fuerte para ponerlo de barrera, para soportar el peso. El sector agropecuario sigue siendo el más sacrificado”, afirmó. La metáfora buscó ilustrar cómo, pese a su aporte estructural, el sector recibe el mayor peso fiscal y regulatorio.
Benedetti también destacó que mientras el agro podría generar “los 20 mil millones” mencionados por otros expositores, el Gobierno ha priorizado la obtención de divisas mediante minerales e hidrocarburos. Si bien valoró la política energética, insistió en que “hace falta un régimen especial para el desarrollo de estas actividades” también en el agro, similar al otorgado a otras industrias estratégicas.
En su análisis político, Benedetti consideró que una de las mayores debilidades actuales es la falta de acuerdos sostenidos entre los distintos actores del sistema productivo y político. Señaló que el intento de establecer un mecanismo de retenciones por ley, que otorgara previsibilidad al sector, no prosperó debido a diferencias tanto entre entidades gremiales como entre espacios políticos.
“Había entidades que no estaban de acuerdo porque creían que de esta manera le dábamos perpetuidad a las retenciones. Otros porque les parecía demasiado baja”, explicó. A esto se sumó la resistencia de sectores políticos que consideran las retenciones como una herramienta de gestión macroeconómica indispensable.
Para Benedetti, esta fragmentación dificulta la construcción de políticas públicas estables. Sostuvo: “Es muy difícil” y agregó: “Hay que unificar posiciones para poder tener certidumbre y proyección en el tiempo”. En su diagnóstico, avanzar hacia consensos internos permitiría replicar experiencias exitosas de la región, como el bloque legislativo agropecuario de Brasil, que consolidó un respaldo institucional duradero para el desarrollo del sector.
Asimismo, subrayó que la falta de acuerdos también impacta sobre otros temas clave, como la promoción de biocombustibles. “No hay prioridad en el Gobierno por estos temas, como tampoco de incentivar el uso de biocombustibles”, apuntó, aunque sin atribuirlo a un conflicto sino a la dinámica política actual.
Hacia el cierre, Benedetti reflexionó sobre la importancia de recomponer la percepción social respecto del sector agropecuario. En su opinión, el vínculo se vio afectado tras el conflicto por la Resolución 125, episodio que, según afirmó, marcó un quiebre profundo: “Para mí fue una victoria lo de la 125, porque después se fue alejando la percepción del sector productivo de lo que la sociedad pensaba y esto nos ha jugado en contra”.
Consideró que ningún proyecto de políticas públicas será sostenible si no se apoya en un entendimiento social más amplio. “Nunca vamos a tener mayoría de legisladores vinculados al sector productivo. La conversación del sector con la sociedad tiene que servir de marco para que luego los legisladores actúen en consecuencia”, expresó.
Benedetti remarcó que varias entidades rurales ya han iniciado ese proceso y que la recomposición de esta relación es esencial “para que no perdamos relevancia en la consideración de las políticas públicas”.
Finalmente, el diputado advirtió sobre la urgencia del momento. Señaló que el contexto internacional abre oportunidades para la producción de proteínas y su transformación, pero que estas condiciones no serán eternas: “Estamos hablando de despoblación en el mundo para dentro de 20 años. No es que las oportunidades van a ser ilimitadas”.
En este marco, pidió avanzar en acuerdos que permitan aprovechar el escenario actual antes de que sea demasiado tarde. “Hay un nuevo escenario propicio —sostuvo—, pero necesitamos que el sector unifique criterios”.
Antes de cerrar, reafirmó su mirada optimista: “Sigo teniendo un enorme optimismo por la oportunidad que tiene la Argentina. Espero que estos acuerdos comerciales tengan el equilibrio necesario para que podamos llevar adelante nuestras actividades de agregado de valor”.
