Phoenix avanza sobre nuevos límites de Vaca Muerta y ya lidera la producción de petróleo en Río Negro

La petrolera Phoenix Global Resources, controlada por la suiza Mercuria Energy Group y dirigida por el exYPF Pablo Bizzotto, puso en marcha este mes los primeros cuatro pozos exploratorios no convencionales en el área Confluencia Sur, en la provincia de Río Negro, un paso clave que confirma la presencia de la formación Vaca Muerta en una zona que hasta hace pocos años no figuraba en los mapas del shale argentino. La información surge de un artículo publicado por iProfesional, medio que detalla el impacto productivo y estratégico de esta expansión, que convierte a Phoenix en la principal productora de petróleo rionegrino.

Los nuevos pozos —de 3.000 metros de rama lateral y una profundidad total de 6.350 metros— ya se encuentran en fase de producción inicial y forman parte del programa comprometido con la provincia para los bloques Confluencia Norte y Confluencia Sur. En ambos casos, la compañía ejecutó fracturas de alta intensidad basadas en aprendizajes de otras áreas de Vaca Muerta, acumulando 105 etapas de estimulación hidráulica.

Según iProfesional, el nuevo pad supera actualmente los 5.000 barriles diarios (bbl/d) durante el período de pruebas, mientras que su producción se integra con la de Confluencia Norte para alcanzar más de 7.000 barriles por día. Este desempeño preliminar confirma el potencial del extremo noroeste rionegrino, donde Phoenix detectó espesores de roca similares a los de sus desarrollos en Mata Mora Norte, en Neuquén.

En términos provinciales, la petrolera ya aporta más del 25% del petróleo de Río Negro, lo que la posiciona en el primer lugar entre los operadores de la provincia. El avance de estos pozos exploratorios, sumado a los resultados en Confluencia Norte, consolida un crecimiento que redefine el mapa operativo de Vaca Muerta y habilita nuevas ventanas geológicas para la actividad no convencional.

Durante la presentación del plan de negocios, Bizzotto destacó el carácter estratégico de los resultados. “Es muy impresionante cuando uno compara un mapa de Vaca Muerta de hace apenas algunos años. En algunos ni siquiera aparecía Mata Mora y en ninguno Confluencia. La visión estratégica del equipo de Phoenix y una ejecución de clase mundial, nos ha permitido poner en valor activos que no estaban en el radar de la industria”, expresó en declaraciones citadas por iProfesional.

La ampliación territorial de Vaca Muerta hacia nuevas áreas del norte patagónico es uno de los elementos que explican la relevancia del proyecto. Hasta hace una década, el desarrollo no convencional estaba concentrado casi exclusivamente en el núcleo neuquino de la formación. Con los descubrimientos recientes, Phoenix contribuye a extender la frontera productiva hacia zonas donde la presencia del shale era desconocida o incipiente. Esta diversificación geográfica reduce riesgos, amplía la oferta potencial para inversores y fortalece la infraestructura energética regional.

El programa exploratorio de la empresa incluye, además de los siete pozos comprometidos, el registro y procesamiento de 228 km² de sísmica 3D, una herramienta esencial para delinear nuevos targets y mapear continuidad de roca en áreas poco estudiadas. La inversión asociada supera los u$s 110 millones, de acuerdo con el detalle difundido por el medio especializado.

Pero más allá de los hitos exploratorios, Phoenix trabaja en un plan de expansión acelerada. Bizzotto adelantó que la compañía —que emplea actualmente a unas 100 personas— proyecta elevar su producción desde los 20.000 barriles diarios actuales hacia 50.000 barriles en los próximos dos o tres años, con un techo potencial de 70.000 barriles. “Seguramente vamos a ser 130 o 140 empleados, no vamos a ser mil personas”, sostuvo el ejecutivo, resaltando el modelo de organización liviana de la empresa.

Para respaldar ese crecimiento, Phoenix definió un programa de inversiones por u$s 2.000 millones para los próximos cinco años, cifra que Bizzotto describió como un escenario “de mínima”, según la nota de iProfesional. El plan incluye la incorporación de un segundo equipo de perforación, ya contratado, y el desarrollo de infraestructura clave para soportar el incremento de volúmenes.

La obra central es la construcción de una planta de procesamiento de crudo (CPF) con capacidad de 40.000 barriles por día, ubicada en el yacimiento Mata Mora Norte y adjudicada a una empresa neuquina. La instalación —que entrará en funcionamiento en mayo del próximo año— permitirá optimizar el manejo de los fluidos, reducir cuellos de botella y consolidar el hub no convencional que Phoenix está configurando en la región. La obra demanda más de 200 empleos directos e indirectos, lo que genera impacto económico adicional en la zona.

Bizzotto destacó que el modelo de operación de Phoenix se basa en dos principios: competitividad y consistencia. Señaló que la compañía mantiene costos de pozo “altamente competitivos”, que le permiten sostener su plan incluso con precios internacionales por debajo de los u$s 65 por barril. “El ADN de la compañía es hacer todo simple, no estar atados a procesos, tomar decisiones ágiles y rápidas”, explicó, siempre según iProfesional.

La estrategia también coincide con un momento de contracción en la actividad de otras compañías del sector, afectadas por la volatilidad internacional y por procesos de reordenamiento de portafolios. La decisión de Phoenix de avanzar en un esquema contracíclico, con inversiones decididas y expansión territorial, la coloca en un lugar singular dentro del ecosistema energético argentino.

En paralelo, la confirmación de nuevos sectores productivos dentro de Río Negro puede contribuir a modificar la dinámica energética regional. La provincia, habitualmente relegada frente al protagonismo neuquino, busca desde hace años fortalecer su rol dentro de Vaca Muerta. Con los resultados publicados, Phoenix establece un precedente relevante para otros operadores que evalúan oportunidades en la zona.

El avance sobre Confluencia Sur y Confluencia Norte también genera expectativas sobre la continuidad de la formación hacia áreas vecinas. Geólogos y consultores indican que la evolución de los pozos exploratorios aportará información crucial para determinar la extensión real del shale y sus zonas más prolíficas. La disponibilidad de sísmica 3D, sumada al desempeño de los primeros pads, será determinante para un futuro desarrollo masivo.

De cara a los próximos meses, Phoenix se concentra en sostener la curva de producción inicial, avanzar en la infraestructura y mantener el ritmo de perforación. Con la construcción del CPF en marcha y la llegada del segundo equipo, la empresa busca acelerar los tiempos hacia un modelo de desarrollo continuo. La consolidación de este esquema podría reforzar su posición no sólo en Río Negro, sino también dentro del mercado energético nacional.