Salta impulsa su perfil exportador en una ronda internacional que reunió a importadores de seis países

La Provincia de Salta participó la semana pasada en la Ronda Internacional de Negocios y Capacitación para el Sector Vitivinícola, un encuentro organizado en Buenos Aires por el Consejo Federal de Inversiones (CFI) con el objetivo de fortalecer la presencia global de bodegas argentinas, especialmente PyMEs con potencial exportador. A la actividad asistieron cinco bodegas salteñas y autoridades provinciales, quienes destacaron la relevancia del evento para abrir nuevos destinos comerciales y consolidar vínculos con importadores de América Latina.

La delegación estuvo encabezada por el subsecretario de Comercio y MiPyMEs de Salta, Luis García Bes, acompañado por representantes de Viñas en Flor, Bodega Isasmendi, Francisco Puga y familia, Domingo Molina y Finca de los Viñedos Imposibles, todas firmas con trayectoria y proyección en mercados internacionales. Las reuniones se desarrollaron en la sede central del CFI, donde se concretaron encuentros formales con compradores extranjeros de Brasil, Colombia, México, Paraguay, Perú y Uruguay, mercados considerados estratégicos para los vinos argentinos.

Según informaron autoridades del sector productivo, el eje central del evento fue promover una vinculación directa entre bodegas locales e importadores, una modalidad que busca reducir intermediarios y facilitar negociaciones más ágiles. Este tipo de rondas forma parte del programa de Promoción Comercial Internacional del CFI, que desde hace varios años apunta a sostener la expansión de productos regionales con valor agregado, entre ellos el vino, uno de los complejos exportadores de mayor proyección en el país.

Durante las jornadas, los productores salteños presentaron sus líneas de vino y expusieron las características diferenciales de la vitivinicultura de altura, un sello distintivo del noroeste argentino que suele captar la atención de compradores internacionales. La posibilidad de ofrecer degustaciones y material técnico en encuentros cara a cara permitió, según fuentes provinciales, avanzar en conversaciones que podrían convertirse en contratos de exportación en los próximos meses.

Además de la instancia comercial, el evento incluyó una capacitación presencial destinada tanto a agentes provinciales como a representantes de las bodegas. Allí se abordaron temas vinculados a tendencias mundiales de consumo, estrategias de relacionamiento con distribuidores globales, requisitos regulatorios de distintos mercados, certificaciones necesarias para la exportación y herramientas para mejorar la inserción internacional de pequeñas empresas. Especialistas invitados explicaron cómo evolucionan las preferencias de los consumidores, con énfasis en la creciente demanda de vinos orgánicos, producciones sustentables y etiquetas con identidad territorial clara.

En otro tramo de la capacitación se analizaron las condiciones de acceso a mercados de América Latina, Asia y Europa, así como las particularidades logísticas que enfrentan las bodegas del interior del país. Para las firmas salteñas, estas instancias fueron especialmente valoradas porque brindan información actualizada sobre exigencias técnicas que cambian con frecuencia y suelen representar un obstáculo para productores que recién comienzan a proyectarse en el exterior.

La actividad concluyó con una master class destinada exclusivamente a los importadores, enfocada en las principales regiones vitivinícolas argentinas. El objetivo fue que los compradores internacionales conocieran en profundidad las características del suelo, los métodos de producción y las variedades que distinguen a cada territorio. En el caso de Salta, la exposición puso en primer plano la altitud de sus viñedos, algunos ubicados por encima de los 2.000 metros sobre el nivel del mar, una condición que influye en la concentración aromática y el perfil sensorial de los vinos de altura, considerados de nicho pero con creciente presencia en mercados especializados.

Para la provincia, la participación en esta ronda se inscribe en una estrategia más amplia de impulso al sector vitivinícola, que en los últimos años experimentó un crecimiento sostenido tanto en superficie cultivada como en reconocimiento internacional. Las bodegas salteñas, muchas de ellas de tamaño mediano o familiar, buscan afianzar su presencia en ferias y misiones comerciales, así como acceder a programas de financiamiento y asistencia técnica que permitan mejorar su competitividad.

Desde el Ministerio de Producción y Desarrollo Sustentable provincial señalaron que este tipo de iniciativas contribuye no solo a generar oportunidades de negocio, sino también a profesionalizar la cadena productiva mediante la capacitación continua. La participación en rondas internacionales, explicaron, permite comprender de primera mano qué buscan los importadores, cuáles son las tendencias que se consolidan en el mercado global y qué innovaciones requiere la industria para sostener su crecimiento.

En paralelo, el CFI —organismo que integran todas las provincias— viene desarrollando acciones específicas para el sector vitivinícola, entre ellas misiones comerciales al exterior, rondas inversas, capacitaciones técnicas y programas para fortalecer la marca país. En los últimos años, la entidad priorizó sectores estratégicos en los que las economías regionales tienen alto potencial, como los vinos de altura, cuya identidad y calidad permiten diferenciarse en mercados altamente competitivos.

Para las bodegas que participaron, el balance de la misión fue positivo. Según comentaron asistentes del sector productivo, los encuentros facilitaron el contacto con importadores que mostraron interés en ampliar su portfolio con vinos argentinos y, en particular, con etiquetas poco difundidas fuera del país. Las charlas también permitieron identificar oportunidades en mercados emergentes, donde la presencia de vinos premium y de alta diferenciación continúa en expansión.

De acuerdo con referentes de la industria, la presencia en estas instancias resulta clave para mantener la visibilidad internacional en un contexto de fuerte competencia global y cambios en las dinámicas de consumo. La pandemia, el encarecimiento del transporte y la fluctuación económica en distintos países impactaron en las exportaciones vitivinícolas, por lo que las rondas de negocios se consolidaron como herramientas eficaces para recuperar terreno y abrir nuevos canales.

Con esta participación, Salta busca profundizar su estrategia de internacionalización y posicionar sus vinos en mercados donde la demanda de productos con identidad regional se encuentra en crecimiento. La continuidad de estas acciones es vista como una condición indispensable para que las bodegas de menor escala puedan acceder a compradores globales y sostener procesos de expansión en el largo plazo.