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La idea de un seguro agropecuario regional comenzó a consolidarse en Brasilia, donde Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay profundizaron el análisis técnico durante una nueva reunión de la Red de Coordinación de Políticas Agropecuarias (REDPA). El encuentro reunió a directores, especialistas y equipos ministeriales bajo la coordinación del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y con asistencia del Banco Mundial.
En un contexto de creciente exposición a eventos climáticos extremos, los países del Consejo Agropecuario del Sur (CAS) buscan diseñar un instrumento financiero capaz de dar respuestas rápidas ante sequías, heladas, incendios forestales y otros fenómenos que golpean los sistemas productivos y amenazan los medios de vida rurales.
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Luis Alfredo Fratti, participó de la discusión técnica que ya avanza con simulaciones específicas en Brasil y Uruguay. Estas pruebas permiten evaluar cómo funcionaría el seguro en contingencias reales vinculadas, por ejemplo, a déficits hídricos recurrentes.
La propuesta contempla una arquitectura regional que luego pueda ser gestionada por los Ministerios de Agricultura de cada país, con la posibilidad de escalar el modelo a todo el Cono Sur. El diseño inicial se enfoca en riesgos con una probabilidad de ocurrencia de uno cada veinte años, que serían derivados hacia aseguradoras y reaseguradoras internacionales.
Para garantizar eficiencia, los equipos analizan parámetros de indexación, aspectos jurídicos, modelos de activación del pago y mecanismos que eviten demoras administrativas. El objetivo es que los fondos lleguen en tiempo real a los productores afectados.
La reunión de REDPA coincidió con la presencia de delegaciones que viajaron a Brasilia para la Conferencia de Ministros de Agricultura de las Américas 2025. En este escenario, el IICA destacó que la futura herramienta de cobertura se enmarca en una visión integral de resiliencia, en un momento en el que los eventos climáticos severos se intensifican y generan pérdidas millonarias en toda la región.
Además, los participantes analizaron estudios recientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre productividad en América Latina y el Caribe. El especialista senior Paolo Di Salvo explicó que entre 2000 y 2015 la región registró un crecimiento acumulado cercano al 40%, pero este ritmo se redujo drásticamente durante la última década.
El diagnóstico del organismo hemisférico subraya que las distorsiones de precios afectan negativamente a la eficiencia, mientras que los apoyos directos y las inversiones públicas en innovación, infraestructura, investigación y sanidad generan impactos positivos y de largo plazo.
El contraste es contundente: el gasto público agropecuario representa solo el 5% del PIB agrícola regional, y la mayoría de los países destina menos del 1% a investigación y desarrollo.
Las recomendaciones del BID apuntan a fortalecer la arquitectura de políticas agropecuarias para aumentar la resiliencia y productividad. Dentro de esta estrategia, el seguro regional se perfila como una herramienta esencial para dotar de previsibilidad a los productores y amortiguar los impactos del cambio climático.
Los representantes coincidieron en que la construcción del mecanismo debe integrar cooperación técnica internacional, financiamiento adecuado y evidencia científica, con el fin de acompañar a los países en su transición hacia sistemas productivos más robustos y adaptados a la variabilidad climática.
REDPA también revisó avances relativos al reglamento europeo 1115/2023, el estado de las negociaciones por el acuerdo Mercosur–Unión Europea y un proyecto de cooperación centrado en la mosca de la fruta.
A su vez, se evaluó el trabajo conjunto con financiamiento del BID destinado a perfeccionar metodologías de medición de emisiones y absorciones de carbono, un componente estratégico para la competitividad y sostenibilidad del sector agropecuario.
Además del ministro Fratti, participaron la directora de OPYPA de Uruguay, Verónica Durán; el director de negociaciones multilaterales de Argentina, Gerardo Petri; la directora de ODEPA de Chile, Andrea García; la directora de planificación del MAG de Paraguay, Liliana Miranda; el especialista del MAPA de Brasil, Paulo Marcio; el agregado agrícola argentino en Brasilia, Javier Dufourquet; y Gabriel Delgado, secretario técnico del CAS y representante del IICA.
El encuentro dejó una conclusión compartida: el Cono Sur avanza hacia un instrumento colectivo que podría convertirse en un pilar estratégico para la estabilidad económica del sector agropecuario, en un escenario marcado por la incertidumbre climática y la necesidad urgente de respuestas coordinadas.
