El Gobierno de Jujuy confirmó el pago de la segunda etapa del programa destinado a cubrir el consumo de combustibles para el estufado del Tabaco Virginia, una medida que alcanza a 770 productores y que se ejecutó este jueves en el marco de la campaña actual. La asistencia suma $70.000 por hectárea, que se añaden al desembolso inicial realizado en noviembre por $100.000 por hectárea. El objetivo es asegurar que el proceso de secado se mantenga operativo en una temporada marcada por limitaciones financieras y un menor flujo de recursos nacionales provenientes del Fondo Especial del Tabaco (FET).
El ministro de Desarrollo Económico y Producción, Juan Carlos Abud, señaló que la iniciativa llega en un momento crítico, en un año en el que la recaudación nacional del 80% del FET se encuentra por debajo de lo esperado. Sostuvo que la medida busca garantizar la continuidad productiva y permitir que los establecimientos tabacaleros mantengan su ritmo de actividad. “Sabemos que este año la situación es especialmente desafiante para nuestros tabacaleros. Por eso trabajamos para que la asistencia llegue en tiempo y forma, directamente al productor y sin devolución, asegurando que puedan sostener el estufado y el ritmo de la cosecha”, expresó el funcionario.
La acreditación de estos fondos constituye un refuerzo directo sobre los costos operativos del sector en el período de mayor exigencia, cuando el proceso de secado requiere abastecimiento constante de carburantes, uno de los insumos más sensibles por su impacto en la ecuación productiva. Desde el Gobierno provincial remarcan que este esquema apunta a mantener la estabilidad del sistema, reducir la incertidumbre financiera y evitar que la falta de combustible limite el rendimiento del tabaco.
El programa de asistencia económica se inscribe dentro de una planificación integral diseñada para acompañar a las plantaciones en distintas fases del ciclo de producción. Según Abud, en septiembre se llevó adelante una primera intervención orientada a la etapa de plantación, también con recursos del FET, lo que permitió sostener el arranque del ciclo vegetativo. El ministro destacó que la Unidad Coordinadora Provincial fijó como meta para 2025 mantener un acompañamiento continuo en los momentos más exigentes del cultivo, y aseguró que los avances logrados responden a una política pública que busca priorizar la continuidad laboral y productiva.
El impacto de esta asistencia es particularmente visible en zonas rurales donde el tabaco mantiene fuerte incidencia económica y social. El diferencial en los costos operativos derivado de la subsidicación del combustible se traduce en mayor disponibilidad para tareas complementarias, contratación de mano de obra y absorción de variaciones de precios en insumos necesarios para sostener la actividad. Este flujo de recursos busca garantizar que los productores puedan atravesar la campaña sin interrupciones, evitando pérdidas en el volumen final de producción.

En paralelo al desembolso de carburantes, el Ejecutivo jujeño ejecutó el pago correspondiente al programa "Financiamiento de Mano de Obra en Cosecha para Pequeños Productores Tabacaleros", una línea crediticia que este año alcanzó a 80 beneficiarios. Se trata de un mecanismo que ofrece $200.000 por hectárea, con una tasa de interés baja y devolución al finalizar la campaña. La iniciativa, impulsada por la Secretaría de Desarrollo Productivo junto con el Consejo de la Microempresa, apunta a sostener a los productores de menor escala, un eslabón estratégico dentro del mapa tabacalero.
La secretaria de Desarrollo Productivo, Patricia Ríos, destacó que la línea cumple seis años consecutivos, lo que le otorga continuidad administrativa y previsibilidad financiera. Subrayó además su papel estructural en la cadena: “Nuestro compromiso es que nadie quede atrás. Estos créditos permiten que cada productor pueda llevar adelante la cosecha con previsibilidad y continuidad, fortaleciendo la estructura productiva de toda la región tabacalera”.
Este tipo de asistencia facilita la contratación de mano de obra durante el período de mayor demanda laboral, una etapa en la cual se requieren cuadrillas para cosecha, traslado, clasificación y acondicionamiento. La medida funciona como un puente financiero que evita la parálisis de tareas por falta de liquidez y apunta a asegurar que los productores más pequeños permanezcan dentro del circuito formal sin perder competitividad.
El contexto general que rodea la actividad tabacalera en Jujuy está marcado por la caída en la recaudación nacional del 80% del FET, un componente clave para el financiamiento del sector. Frente a este escenario, la Provincia resolvió acelerar los mecanismos de asistencia directa para garantizar que el ciclo productivo continúe con la menor interrupción posible. Las autoridades sostienen que la estrategia apunta simultáneamente a sostener el empleo rural, preservar el volumen de producción y mantener estable el flujo interno de recursos.
El tabaco es uno de los cultivos más representativos de la economía jujeña y ocupa un rol central en comunidades rurales cuya actividad económica depende en gran medida del rendimiento de la cosecha. La disponibilidad de combustible y la posibilidad de financiar jornales constituyen dos factores clave para superar el período estival sin pérdidas significativas. Al mismo tiempo, las políticas oficiales buscan consolidar previsibilidad para que el sector planifique el año productivo con menor exposición a volatilidades externas.
Las medidas ejecutadas esta semana se complementan con los desembolsos previos realizados en primavera y con los programas de fortalecimiento estructural que se planifican para la próxima temporada. Con la campaña ya en marcha, la prioridad del Gobierno provincial es sostener el flujo operativo y evitar caídas en la producción que repercutan tanto en los ingresos de las familias tabacaleras como en el movimiento económico de los departamentos rurales donde el tabaco es motor productivo.
Con estos anuncios, Jujuy refuerza un esquema de estímulo financiero que, aunque condicionado por el menor ingreso de fondos nacionales, busca consolidar un horizonte de estabilidad para los productores. Las autoridades remarcan que la asistencia continuará en la medida que el ciclo avance y que la prioridad institucional será mantener la capacidad operativa en los meses más exigentes.