El gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, encabezará este viernes 5 a partir de las 18.30 la inauguración de la nueva línea de media tensión (13,2 kV) destinada a dotar de electricidad permanente a las localidades rurales de El Cañón y El Quemado Nuevo, pertenecientes a la jurisdicción de Laguna Yema. La ceremonia de descubrimiento de placa y puesta en marcha se desarrollará primero en El Cañón, y luego —a las 19.15— tendrá lugar el acto central en El Quemado Nuevo. El proyecto responde a una inversión estatal pensada para garantizar un servicio eléctrico eficiente y continuo en zonas históricamente aisladas.
La línea, construida por la empresa de distribución eléctrica REFSA, parte desde el Centro de Distribución 33/13,2 kV ubicado sobre la Ruta Nacional Nº 81, y se extiende mediante un tendido de aproximadamente 60 kilómetros hasta las dos localidades beneficiadas. Hasta ahora, esos parajes contaban con suministro intermitente mediante grupos electrógenos, ya que no era posible llegar con cableado tradicional. Según explicó el gerente de REFSA, Benjamín Villalba, con esta obra se asegura “un servicio continuo, igual que en Formosa Capital”, y se habilitará además la iluminación pública en ambas comunidades.
La puesta en marcha representa un paso fundamental en el acceso a servicios básicos para entre 70 y 100 familias que viven en esos puntos remotos. Villalba sostuvo que, aunque la densidad poblacional sea baja, la decisión del gobierno demuestra compromiso ante las necesidades más aisladas: “donde hay necesidad tenemos que estar presentes”.
La llegada de electricidad estable tendrá un impacto directo en la calidad de vida de los habitantes. En primer lugar, se eliminan las limitaciones impuestas por los grupos electrógenos: la electricidad estará disponible las 24 horas todos los días. Esto facilita no solo la iluminación y las tareas domésticas, sino también el uso de artefactos eléctricos esenciales, como refrigeradores, equipos de comunicación, y dispositivos de control sanitario y educativo.
Además, la iluminación pública permitirá mejorar la seguridad en las calles de ambas localidades, así como ofrecer mejores condiciones para la vida nocturna y las actividades comunitarias. Para familias dedicadas a la producción agropecuaria, el acceso a energía estable puede permitir la utilización de bombas de agua, sistemas de conservación, y otras herramientas que antes resultaban inviables.
El acto de inauguración será un momento simbólico: el descubrimiento de placa y el inicio formal del servicio, que representa la concreción de un proyecto largamente esperado. Para muchos vecinos, se trata del ingreso formal de sus pueblos al mapa del suministro eléctrico permanente.

Esta acción se enmarca dentro de una política más amplia del gobierno provincial para cerrar la brecha de servicios públicos en zonas rurales y aisladas. En regiones como Laguna Yema, el acceso a electricidad, agua potable y caminos adecuados ha sido históricamente limitado. Obras como esta no solo buscan ofrecer confort y dignidad, sino también fomentar la igualdad de oportunidades entre comunidades urbanas y rurales.
Para el gobierno de Formosa, conectar pueblos remotos implica avanzar en inclusión social, reforzar la presencia del Estado en territorios de baja densidad poblacional y favorecer el desarrollo productivo local. La extensión de la red eléctrica es además una base necesaria para futuras inversiones en infraestructura —viviendas, escuelas, centros de salud— que requieren suministro confiable.
Durante la presentación del proyecto, Villalba señaló que “no se trató únicamente de un tendido de cable, sino de llevar un servicio eficiente a quienes hasta ahora dependían de generadores”. A su vez, subrayó la voluntad del gobierno de atender necesidades aun en zonas con poca población. Además, anticipó que la obra permitirá que tanto hogares como espacios públicos accedan a un estándar de servicio comparable al de centros urbanos como Formosa Capital.
Por su parte, el gobernador Insfrán —quien liderará la inauguración— ha insistido en que “en lugares donde hay necesidades claras, el Estado debe estar presente”, y que la obra es un paso concreto en ese sentido. En un contexto provincial marcado por la dispersión geográfica y los desafíos del acceso a servicios, la iniciativa simboliza una apuesta por la equidad territorial.
La construcción de la línea implicó no solo el tendido de 60 kilómetros de cableado, sino trabajos de tierra, postes, soporte técnico, y una inversión importante —pese a tratarse de una zona de baja densidad poblacional. Esa combinación de costos operativos con bajo retorno comercial suele desalentar a empresas privadas, lo que refuerza la necesidad de una intervención estatal para garantizar el derecho al servicio básico.
Con la habilitación prevista para este viernes, se espera que las familias de El Cañón y El Quemado Nuevo accedan desde ahora a un servicio confiable. El paso siguiente será evaluar posibilidades de ampliar redes de agua, mejorar caminos y potenciar la conectividad, con el fin de impulsar desarrollo local y mejorar condiciones de vida.
Si bien el número de beneficiados es reducido comparado con centros urbanos, el impacto en la vida cotidiana de cada una de esas familias será sustancial. En zonas tan remotas, obras de esta naturaleza pueden marcar la diferencia entre aislamiento y vinculación con servicios esenciales.
La inauguración prevista este viernes constituye, en ese sentido, un símbolo: la materialización de un compromiso estatal con la inclusión y la igualdad de posibilidades. Para los habitantes de Laguna Yema, el sonido del motor de un grupo electrógeno dará paso al zumbido estable de una red eléctrica, y con él, a nuevas oportunidades de desarrollo.