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Este martes, el Senado de Mendoza decidirá la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del Proyecto PSJ Cobre Mendocino (San Jorge), una inversión de US$ 600 millones que podría reactivar la minería en la provincia después de dos décadas, informó El Economista. La votación adquiere relevancia nacional, ya que el presidente Javier Milei y referentes de su gobierno han respaldado públicamente la iniciativa, destacando su impacto económico y estratégico.
Si el proyecto obtiene la aprobación definitiva, tras el visto bueno de la Cámara de Diputados provincial, se permitirá la puesta en marcha de una mina de cobre capaz de producir 40.000 toneladas anuales de concentrado, marcando un hito para la economía local y la inversión privada en Mendoza.
El presidente Milei, a través de sus redes sociales, enfatizó: "Mañana la Legislatura de Mendoza tiene la enorme oportunidad de dar la sanción definitiva al Proyecto PSJ Cobre Mendocino", y criticó al kirchnerismo provincial: "Para sorpresa de nadie, el kirchnerismo no acompaña. Siempre en contra del sector privado, de la inversión, del progreso y del trabajo".
El proyecto se enmarca dentro de la estrategia del gobierno nacional basada en Campo + Energía + Minería, considerados los vectores principales del crecimiento económico, según los voceros oficiales. La dirigente opositora Patricia Bullrich también expresó su respaldo: "Mendoza tiene la oportunidad de crecer. Y, como siempre, el kirchnerismo del otro lado: frenando y oponiéndose al progreso. Es hora de hacer lo que hace años funciona del otro lado de la cordillera". Su comentario hace referencia al modelo chileno de minería sostenible, con reglas claras y control ambiental, que los defensores del proyecto buscan replicar en la provincia.
Desde la cartera económica, José Luis Daza, subsecretario del Ministerio de Economía, señaló que "la economía del futuro gira en torno al cobre, impulsada por la masiva demanda de electrificación: vehículos eléctricos, inteligencia artificial y redes 5G/6G". Además, destacó que el precio del metal se encuentra en máximos históricos y que su escasez global convierte a San Jorge en una oportunidad estratégica.
La respuesta en Mendoza también fue inmediata. Jerónimo Shantal, director de Minería provincial, agradeció públicamente el respaldo presidencial: "Gracias señor presidente por el gran apoyo", mientras que el ministro de Gobierno, Natalio Mema, subrayó la compatibilidad entre producción minera y cuidado del recurso hídrico: "En Mendoza sabemos que producir y cuidar el agua pueden ir juntos. Lo demostramos transformando el desierto en una potencia vitivinícola". Mema agregó que la provincia podría seguir la receta chilena de minería sostenible, con empleo formal y reglas claras.
La vicegobernadora Hebe Casado, activa en redes sociales promoviendo datos sobre minería, celebró también la intervención presidencial: "Gracias señor presidente por acompañar el desarrollo de Mendoza".
La decisión de este martes sobre la DIA es crucial. Sin esa aprobación, no se puede habilitar el proyecto, no se moverá ningún dólar de inversión y la minería provincial seguirá paralizada. Por el contrario, la luz verde permitiría:
Ingresar US$ 600 millones en los próximos años.
Iniciar la producción de 40.000 toneladas anuales de cobre.
Colocar a Mendoza nuevamente en el mapa minero regional, luego de dos décadas de retraso.
La provincia busca replicar el modelo chileno, que combina minería sostenible, control ambiental y empleo formal, para posicionarse como un actor relevante en el mercado internacional.
Para la Casa Rosada, la minería es un pilar de la denominada "nueva economía argentina", y la aprobación del proyecto en Mendoza representaría un hito político y económico: un caso de inversión concreta, un triunfo en una provincia clave y un mensaje positivo para los mercados y empresas mineras globales.
El debate también tiene un claro trasfondo político: Milei, Bullrich y Daza han puesto su atención en la votación para mostrar respaldo a la inversión privada frente a lo que consideran la resistencia del kirchnerismo. La participación directa del presidente y de líderes opositores subraya la importancia estratégica que el Gobierno otorga al desarrollo minero como motor de crecimiento y generación de empleo.
El proyecto San Jorge no solo se vincula a la minería, sino también a las oportunidades tecnológicas y energéticas que genera la demanda global de cobre para la electrificación y nuevas tecnologías. Con un precio internacional en alza y escasez de recursos, Mendoza se posiciona ante la posibilidad de atraer inversiones significativas que impacten en la economía provincial y nacional.
La minería en Mendoza ha estado prácticamente paralizada durante 20 años, lo que dejó a la provincia fuera del mapa minero regional. El proyecto San Jorge representa una inversión privada de gran escala, con potencial de reactivar la industria y generar empleo. La experiencia de Chile, líder regional en exportaciones de cobre con reglas claras y control ambiental, sirve como modelo para los defensores del proyecto.
La votación de este martes en el Senado provincial será determinante. La aprobación de la DIA habilitaría la inversión y permitiría a Mendoza consolidarse como un polo minero sostenible, mientras que un rechazo mantendría a la provincia al margen de un mercado estratégico y de alta demanda global.
El desenlace del debate también tendrá repercusión nacional, ya que será interpretado como un mensaje del gobierno sobre la política de inversión y la relación con sectores estratégicos, marcando la tendencia de futuras iniciativas mineras en otras provincias.
La atención está puesta en Mendoza: el resultado de la votación definirá si se concreta un proyecto de US$ 600 millones, con impacto económico, político y tecnológico, y si la provincia puede finalmente incorporarse a la economía del cobre que impulsa la electrificación y la innovación en la región.
