¿Los biocombustibles para aviación son una oportunidad potente para Argentina?

Juan Facciano, Director de Essential Energy Holding y miembro de CASFER; Jorge Enrique Bassi, Gerente de Marketing Fertilizantes en Bunge Cono Sur y Andrés Iolster, Consultor en NUFARM

viernes 12 de diciembre de 2025

Por Fernando Vilella | Denise Sol Mazzitello | Agroempresario.com

En el marco del Ciclo de Seminarios In-House “Argentina Agrega Valor en Origen”, Agroempresario.com organizó su Segunda Edición sobre “Bioenergías: ¿Estamos aprovechando el momento global?”, realizada el pasado 2 de diciembre y coordinada por Fernando Vilella, Director de Desarrollo de Agroempresario.com. Juan Facciano, Director de Essential Energy Holding y miembro de la Cámara Santafesina de Energías Renovables (CASFER), junto a Jorge Enrique Bassi, Gerente de Marketing Fertilizantes en Bunge Cono Sur, y Andrés Iolster, Consultor en Aceites y Materias Primas de bajo índice de carbono para Biocombustibles de NUFARM, analizaron las oportunidades y desafíos para que Argentina se consolide como productor de biocombustibles para aviación, en un contexto donde la demanda global de combustibles sostenibles supera ampliamente la oferta.

¿Los biocombustibles para aviación son una oportunidad potente para Argentina?

Juan Facciano, Director de Essential Energy Holding y miembro de la Cámara Santafesina de Energías Renovables; Andrés Iolster, Consultor en Aceites y Materias Primas de bajo índice de carbono para Biocombustibles de NUFARM; Jorge Enrique Bassi, Gerente de Marketing Fertilizantes en Bunge Cono Sur y Fernando Vilella, Director de Desarrollo de Agroempresario.com

Facciano afirmó: “la oportunidad que tiene Argentina es única, porque contamos con disponibilidad y variedad de materias primas, infraestructura y tecnología para procesarlas”. Destacó que el país puede producir no solo biocombustibles convencionales, sino también de segunda generación o avanzados, para aprovechar materias primas menos contaminantes, y posicionándose como un proveedor de SAF y otros combustibles de bajo carbono a nivel global.

El proyecto Santa Fe Bio, una asociación de YPF con Essential Energy, contempla una capacidad de procesamiento de 220.000 toneladas de materia prima por año, para generar un volumen cercano a 190.000 toneladas de producto terminado, principalmente SAF destinado a exportación. Facciano explicó que, considerando la proyección de la aviación europea, la demanda podría alcanzar 2 millones de toneladas hacia 2025, mientras que la capacidad actual apenas cubre 1,5 millones. “El gran desafío, además de lo político y regulatorio, es el acceso a la materia prima”, señaló.

Este planteo se inscribe en un contexto donde la presión internacional sobre la reducción de emisiones de carbono en la aviación es cada vez mayor. La Unión Europea, Estados Unidos y Brasil han establecido mandatos progresivos que exigen a las aerolíneas reemplazar gradualmente combustibles fósiles por biocombustibles sostenibles. Según Facciano, estos programas incluyen penalidades significativas, como los 4.500 euros por tonelada no suministrada en Europa, lo que convierte a la certificación y disponibilidad de materias primas en un factor crítico de competitividad.

¿Los biocombustibles para aviación son una oportunidad potente para Argentina?

Juan Facciano, Director de Essential Energy Holding y miembro de la Cámara Santafesina de Energías Renovables y Fernando Vilella, Director de Desarrollo de Agroempresario.com

Innovación y adaptación de cultivos

Bassi destacó que la transformación de la matriz energética requiere cultivar materias primas biológicas sin afectar la producción de alimentos. “Lo que nos impulsa es la nueva producción, nuevos aceites y, sobre todo, cambiar barbecho por cultivos”, indicó. Explicó que están trabajando con tres especies principales: cártamo en el norte, Carmelina y colza en la Pampa Húmeda, seleccionadas por su adaptación regional y capacidad para integrarse en la rotación agrícola sin afectar la productividad de cultivos tradicionales como soja o maíz.

Iolster agregó que NUFARM ha avanzado en el mejoramiento genético de la camelina, logrando rendimientos de hasta 1.500 kg por hectárea en Argentina y Uruguay, con un contenido de aceite del 41 al 43%, además de una proteína de alta calidad, útil para alimentación bovina. Esto permite generar un aceite de alta calidad certificado, que cumple con los estándares de bajo índice de carbono exigidos por los mercados internacionales, principalmente europeos.

El trabajo en los cultivos no se limita a la selección de especies. Según Bassi, “hay que trabajar región por región, con híbridos y ciclos que se adapten al clima y al suelo, para darle al productor la mejor alternativa dentro de su rotación y maximizar la eficiencia del cultivo”. En Salta, por ejemplo, la camelina puede insertarse entre soja y maíz; en Córdoba se evalúan otros cultivos con ventanas de siembra específicas para cada localidad.

Uno de los aspectos clave para la exportación de SAF es la certificación de bajo índice de carbono, que incluye mediciones de carbono del suelo, seguimiento de rotaciones y prácticas agrícolas sustentables. Iolster explicó: “La tierra tiene que cumplir y mantener o aumentar el contenido de carbono del suelo, para que la producción sea considerada sostenible”.

¿Los biocombustibles para aviación son una oportunidad potente para Argentina?

Andrés Iolster, Consultor en Aceites y Materias Primas de bajo índice de carbono para Biocombustibles de NUFARM y Juan Carrozzino, CEO de Agroempresario.com 

Facciano y Bassi destacaron que, sin políticas claras y regulaciones que incentiven la inversión, el desarrollo de esta industria sería limitado. “El desafío para Argentina no es tecnológico, sino regulatorio y de materia prima”, aseguró Facciano. Bassi agregó que los productores necesitan contratos que garanticen precios y volúmenes, dado que la certificación y seguimiento del carbono implican costos y procedimientos complejos.

Además, se destacó la necesidad de flexibilidad en el uso de materias primas. Iolster señaló que en algunos países europeos la normativa permite que ciertos aceites y grasas se contabilicen de manera diferenciada, afectando directamente la oferta y los precios. “La demanda está corriendo por delante de la oferta”, explicó, poniendo en evidencia la urgencia de contar con una política nacional clara y con infraestructura que permita procesar las materias primas localmente.

La industria de biocombustibles avanzados no puede desarrollarse sin la colaboración del sector agrícola. Bassi señaló que los productores argentinos están mostrando interés y apertura para incorporar estos cultivos en sus rotaciones. “Los productores son muy eficientes y están preocupados por la resistencia a malezas y la recuperación de suelo”, indicó. El reemplazo de barbecho por cultivos de cobertura mejora la materia orgánica del suelo, la estructura y optimiza el uso de fertilizantes, a la vez que beneficia tanto al medio ambiente como a la productividad agrícola.

Iolster destacó que la competitividad de estos cultivos depende de lograr rentabilidad similar a los cultivos tradicionales y que la normativa para garantizar que no compitan con la alimentación aún está en desarrollo. “Creemos que se va a poder hacer perfectamente una vez que la regulación esté definida”, afirmó, remarcando que la industria está lista para operar de manera sostenible.

¿Los biocombustibles para aviación son una oportunidad potente para Argentina?
Juan Carrozzino, CEO de Agroempresario.com; Juan Facciano, Director de Essential Energy Holding y miembro de la Cámara Santafesina de Energías Renovables (CASFER); Andrés Iolster, Consultor en Aceites y Materias Primas de bajo índice de carbono para Biocombustibles de NUFARM; Jorge Enrique Bassi, Gerente de Marketing Fertilizantes en Bunge Cono Sur; Fernando Vilella, Director de Desarrollo de Agroempresario.com; Agustin Carrozzino, Director de Relaciones Gubernamentales de Agroempresario.com y Santiago Maria Carrozzino, Director Comercial de Agroempresario.com 

Según el consultor, las proyecciones a 2050 indican que se necesitarán 500 millones de toneladas de SAF para satisfacer la demanda global de aviación, mientras que la producción actual basada en aceites y grasas alcanza apenas 60 millones de toneladas. Este desbalance genera una oportunidad para países con capacidad de producción agrícola e industrial, como Argentina.

Facciano explicó que la estrategia del proyecto se divide en dos fases. La primera consiste en adecuar activos existentes de refinerías de petróleo para procesar materias primas sostenibles en un plazo de año y medio; la segunda permitirá la recepción y tratamiento de diferentes tipos de aceites certificados para la producción de SAF.

Iolster señaló que varias refinerías en Brasil ya han iniciado mezclas iniciales de biocombustibles, demostrando que el mercado está en expansión y que Argentina puede insertarse como productor de combustible final, no solo de materia prima. En concordancia, Facciano agregó que la estrategia contempla la exportación regional, aprovechando puertos y conectividad con Uruguay, Chile y Brasil.

Ventajas competitivas de Argentina

Entre los principales beneficios, los expertos destacaron la variedad y disponibilidad de materias primas como aceites convencionales y de segunda generación. Por otro lado, la infraestructura industrial como refinerías adaptables para la producción de SAF y otros biocombustibles; la experiencia agrícola de productores capacitados en rotaciones y cultivos de cobertura y potencial de exportación de mercados internacionales con alta demanda y precios estables mediante certificaciones.

Facciano remarcó que los desafíos principales son regulatorios y políticos, mientras que la cadena de valor y la tecnología están listas para operar. “SAF y HBO son estratégicos para la integración de la cadena agrícola, industrial y energética, y para la reducción de emisiones en transporte aéreo, marítimo y terrestre”, concluyó.

El consenso entre los referentes es que Argentina puede convertirse en un hub regional de biocombustibles sostenibles, con proyección de crecimiento hacia mercados internacionales. La combinación de innovación agrícola, tecnología industrial y políticas claras permitirá que el país aproveche esta ventana de oportunidad global, generando empleo, valor agregado y contribuyendo a la mitigación del cambio climático.

Con estos avances, los especialistas destacaron que Argentina no solo estaría exportando combustibles, sino también experiencia en producción sostenible, fortaleciendo la integración de la cadena de valor agrícola-industrial-energética y consolidándose como un actor clave en la transición energética global.

¿Los biocombustibles para aviación son una oportunidad potente para Argentina?

Jorge Enrique Bassi, Gerente de Marketing Fertilizantes en Bunge Cono Sur

En el cierre, Bassi destacó: “Hay una oportunidad de oro, pero hay que trabajar mucho”. Por su parte Iolster agregó: “Hay que tener productos competitivos para el productor, que tenga rentabilidad y es clave entender que todavía no está la parte regulatoria”. Por último, Facciano cerró: “El desafío es normativo y para adentro, coherente con los estándares internacionales y está todo dado para que sea un industria económica, la Vaca Viva”.



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