Catamarca tuvo 85% de ocupación hotelera durante la Fiesta de la Virgen del Valle y el turismo religioso volvió a impulsar la economía local

La ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca registró un 85% de ocupación hotelera durante la reciente Fiesta de la Virgen del Valle, celebrada entre el 29 de noviembre y el 8 de diciembre, en un fin de semana largo que convocó a miles de fieles y turistas, principalmente motivados por el turismo religioso. El movimiento turístico superó el promedio provincial, que se ubicó en 65%, y reflejó un crecimiento interanual del 10%, ya que en 2023 la ocupación en la capital había llegado al 75%. La masiva presencia de peregrinos generó un impacto económico estimado en $1.770 millones, según datos oficiales.

La Fiesta de la Virgen del Valle es uno de los eventos religiosos más importantes del Noroeste Argentino y cada año convoca a devotos de distintas provincias. Este año, el operativo de asistencia, servicios y movilidad se extendió durante varios días y contó con una participación activa del gobierno provincial, la Iglesia y voluntarios que acompañaron a los visitantes durante sus trayectos y en los puntos centrales de peregrinación. La afluencia comenzó a intensificarse desde fines de noviembre y alcanzó su punto más alto durante el fin de semana en que se llevó a cabo la procesión central.

De acuerdo con el relevamiento del Ministerio de Cultura, Turismo y Deporte de la provincia, la estadía promedio fue de dos noches. Para estimar el impacto económico, se tomó como referencia un gasto medio diario por visitante de $89.167, cifra que abarca alojamiento, gastronomía, transporte, compra de recuerdos, actividades recreativas y otros consumos asociados a la actividad turística. El movimiento se reflejó especialmente en hosterías, hoteles, alojamientos informales, restaurantes y comercios del microcentro capitalino.

La secretaria de Gestión Turística de Catamarca, Evangelina Quarín, destacó el alcance de la convocatoria y valoró el rol de la festividad como motor de desarrollo turístico. “Una vez más la devoción de los peregrinos hacia nuestra Virgen del Valle se vio reflejada en la ocupación hotelera y en el impacto económico que genera el turismo religioso. Ingresaron muchísimos peregrinos, y además nos favoreció el hecho de que la Fiesta de la Virgen conformara un nuevo fin de semana largo”, expresó en declaraciones difundidas por canales oficiales. La funcionaria remarcó también el trabajo conjunto entre organismos públicos, la Iglesia y ciudadanos que tradicionalmente colaboran en los operativos de asistencia durante la peregrinación.

Paralelamente, la Policía de la Provincia realizó un registro del flujo turístico en los accesos al Valle Central. Entre el 29 de noviembre y el mediodía del 8 de diciembre, los puestos camineros contabilizaron el ingreso de 305.765 peregrinos y 118.430 vehículos, lo que confirma la magnitud del desplazamiento de fieles durante el feriado. La mayoría de los visitantes llegó desde provincias del Noroeste Argentino, especialmente Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Jujuy y La Rioja, aunque también hubo presencia de grupos provenientes de Córdoba y Buenos Aires.

La Virgen del Valle, Patrona de Catamarca y símbolo identitario de la región, constituye uno de los pilares históricos del turismo religioso en el país. Cada edición de su festividad representa para el sector turístico un indicador clave de la temporada alta previa al verano. En esta oportunidad, además de los espacios religiosos tradicionales como la Catedral Basílica, la Gruta de la Virgen y el Museo de la Virgen, el circuito sumó un atractivo que se consolida año tras año: la imagen de la Virgen emplazada en la montaña de El Rodeo, inaugurada hace apenas doce meses y convertida en nuevo punto de ascenso para peregrinos y visitantes.

El aumento en la ocupación hotelera y el nivel de consumo plantean expectativas alentadoras para la temporada 2026. Desde el sector turístico sostienen que la combinación entre fe, cultura y naturaleza consolida a Catamarca como destino de eventos religiosos con continuidad durante todo el año. La particular geografía del Valle Central permite, además, complementar la experiencia espiritual con actividades de aventura, senderismo y gastronomía regional, por lo que el movimiento que generan estas festividades se derrama más allá del calendario tradicional.

El esquema de trabajo articulado entre el Ministerio de Cultura, Turismo y Deporte, la Policía provincial y los municipios próximos a la capital se diseñó con el objetivo de garantizar seguridad, asistencia, movilidad y acceso a la información turística. Durante los días de actividad más intensa, los servicios de salud, hidratación, descanso y orientación operaron en puntos estratégicos del recorrido que realizan los peregrinos. La presencia voluntaria de vecinos también tuvo un rol destacado en la distribución de alimentos, agua y apoyo logístico.

Los datos difundidos permiten dimensionar la incidencia económica del fenómeno religioso en la región. Con casi una semana de peregrinación constante y un fin de semana largo que favoreció la llegada de fieles desde distintos puntos del país, la ocupación del 85% consolida un nuevo récord para la ciudad. La cifra provincial del 65% evidencia que la capital continúa siendo el corazón turístico de la celebración, aunque otras localidades comienzan a ganar relevancia con propuestas complementarias.

El Rodeo, Fray Mamerto Esquiú, Valle Viejo y localidades cercanas se incorporan de manera creciente a la oferta de alojamientos y circuitos vinculados a la peregrinación. En la última década, el turismo religioso se convirtió en uno de los segmentos de mayor expansión dentro del mapa turístico del NOA, con un público que viaja en grupo y prioriza la experiencia colectiva y espiritual del recorrido. La tendencia también muestra una integración fluida con el turismo cultural e histórico, que en Catamarca cuenta con rutas marianas, festivales folclóricos y espacios patrimoniales de alto valor simbólico.

Mientras sectores vinculados a la gastronomía y la hotelería celebran el rendimiento económico del fin de semana, especialistas señalan que la planificación sostenida es clave para transformar picos de actividad en crecimiento estable. Para eso, será central fortalecer la promoción fuera del calendario de festividades, ampliar la oferta de alojamiento, mejorar la accesibilidad vial y consolidar espacios culturales asociados a la Virgen del Valle. La continuidad del flujo turístico permitiría sostener el empleo en temporada baja y profundizar la presencia de Catamarca como destino religioso nacional.

La última edición de la fiesta volvió a demostrar que la fe moviliza y transforma. La imagen de miles de peregrinos recorriendo rutas, asistiendo a misas, ascendiendo a los cerros y participando de la procesión central reafirma el nexo entre tradición y economía local. Con una ocupación hotelera en alza, un gasto turístico significativo y una presencia federal de visitantes, la provincia cierra el año con indicadores positivos y una proyección que entusiasma tanto al sector público como al privado.