La advertencia de Nissan Argentina ante el avance chino y el nuevo escenario automotor

El presidente de Nissan Argentina, Ricardo Flammini, advirtió este miércoles en Buenos Aires que la llegada creciente de nuevas automotrices —especialmente de origen chino— podría derivar en una situación similar a la vivida en el país a finales de los años ’70, cuando un ingreso masivo de modelos importados terminó con la retirada de varias marcas y dejó a miles de usuarios sin respaldo. El planteo se dio durante el lanzamiento local del nuevo Nissan Kicks, y fue realizado en una entrevista citada por Infobae, única referencia a ese medio en esta nota.

Flammini contextualizó su advertencia al repasar cómo cambió el mercado en apenas dos años. Recordó que en 2022 se habían patentado cerca de 380.000 autos particulares y vehículos livianos, mientras que en 2025 esa cifra ya supera los 600.000 patentamientos. Para el ejecutivo, esta recuperación no responde únicamente a la demanda reprimida, sino a modificaciones normativas y económicas que destrabaron operaciones y redujeron costos derivados de restricciones vigentes hasta diciembre de 2023.

El directivo mencionó que, en aquel período, las terminales podían importar vehículos y piezas, venderlos y cobrar en pesos, pero no tenían acceso al mercado cambiario para cancelar deudas con proveedores del exterior. Eso obligaba a asumir riesgos financieros significativos y terminaba influyendo en los precios finales. Con la eliminación del sistema SIRA y el nuevo esquema para el pago de importaciones, sostuvo, el sector pudo normalizar flujos y absorber costos de manera más eficiente.

También destacó el impacto de los bonos Bopreal, una herramienta que permitió a las empresas regularizar compromisos comerciales acumulados. Junto con la eliminación de la escala 1 del impuesto al lujo, que venía distorsionando los precios de modelos de gama baja y media, estos cambios contribuyeron —según la visión del ejecutivo— a recomponer la oferta de vehículos y mejorar su competitividad en comparación con años anteriores. En ese sentido, señaló que el auge de las pick-ups en la participación del mercado respondía más a una ausencia de alternativas atractivas que a una tendencia genuina del consumidor.

Otro factor relevante fue la implementación del cupo de 50.000 vehículos híbridos y eléctricos con arancel extrazona cero. Esa medida habilitó el ingreso de modelos inéditos en el país, muchos provenientes de China, y abrió un escenario de competencia que, para Flammini, obliga a todas las terminales a operar con mayor eficiencia. También confirmó que se analiza un acuerdo con Estados Unidos para avances tributarios similares que favorezcan el arribo de unidades fabricadas allí.

Fue en este marco que retomó un recuerdo histórico: la apertura total de fines de los ’70 y comienzos de los ’80, cuando el país recibió una gran oleada de modelos de marcas poco conocidas, como el Daihatsu Cuore. Muchas de ellas, luego, abandonaron el mercado local, dificultando el acceso a repuestos y deteriorando el valor de reventa de esos vehículos. Con la llegada de nuevas firmas asiáticas, el presidente de Nissan pidió evitar repetir una experiencia que generó incertidumbre para consumidores y concesionarios. Su inquietud, dijo, no apunta a frenar la competencia, sino a sostener la previsibilidad del sector.

El análisis del ejecutivo adquiere otro matiz al considerar que Nissan decidió discontinuar la producción en Argentina. La pick-up Frontier, fabricada hasta ahora en Córdoba, pasará a producirse exclusivamente en México, desde donde también llegarán otros modelos destinados al mercado local. Para Flammini, mantener dos plantas en una misma región fabricando el mismo producto generaba ineficiencias difíciles de sostener: el proyecto industrial que incluía el desarrollo de tres pick-ups en conjunto nunca alcanzó el volumen necesario para garantizar su continuidad.

Aun así, aclaró que el traslado no afectará la disponibilidad del modelo. Señaló que no habrá interrupciones en la oferta de la Frontier ni faltantes en la provisión de repuestos, y que la transición hacia la nueva estructura productiva será ordenada. La marca, afirmó, continuará ofreciendo soporte integral en la red de concesionarios locales.

En paralelo, el mercado automotor transita un período de transformación marcado por la electrificación, la diversificación de orígenes, la globalización de plataformas y el reposicionamiento de países productores. En ese contexto, la entrada de nuevos jugadores aumenta la competencia, pero también plantea desafíos sobre la permanencia de cada marca, la capacidad de sostener líneas de posventa y la consolidación de una oferta estable para los usuarios.

Flammini insistió en que la apertura del mercado debe complementarse con políticas que otorguen previsibilidad a quienes fabrican e invierten en el país. Para la industria —argumentó—, los cambios recientes permitieron corregir distorsiones, pero el desafío hacia adelante será garantizar que la expansión actual no derive en un escenario frágil o de corto plazo. La comparación con el pasado, dijo, busca recordar un antecedente concreto de ingreso masivo sin continuidad, un riesgo que considera necesario evitar en un momento en que la economía empieza a recuperar ritmo.

Mientras tanto, el sector automotor argentino muestra indicadores favorables, aunque aún con interrogantes. La mayor disponibilidad de vehículos, la presión competitiva en precios y la incorporación de tecnologías híbridas y eléctricas configuran un mapa distinto al de los últimos años. En ese proceso, las marcas tradicionales enfrentan una exigencia creciente para adaptarse a nuevas tendencias de consumo y diseñar estrategias acordes a un mercado más amplio y dinámico.

Para Nissan, el foco inmediato estará en consolidar su gama importada, fortalecer su red comercial y acompañar la evolución tecnológica que atraviesa la industria global. Con la producción concentrada en plantas de mayor escala, la compañía apuesta a sostener su presencia en Argentina en un entorno donde conviven oportunidades inéditas, competencia intensa y la necesidad de evitar viejos errores.