La Unión Cívica Radical (UCR) renovó sus autoridades nacionales y eligió al intendente de Venado Tuerto, Leonel Chiarella, como nuevo presidente del Comité Nacional, en un acto realizado en la Ciudad de Buenos Aires. Con 36 años, el dirigente santafesino se convirtió en el titular más joven en los 135 años de historia del partido, en reemplazo del diputado Martín Lousteau, y asumió con un mensaje centrado en la transparencia, la renovación interna y el fortalecimiento de la militancia, ejes que buscan reposicionar al radicalismo en el escenario político nacional. La información fue difundida por El Economista.
En su primer discurso como presidente del partido, Chiarella puso el foco en la administración de los recursos públicos y vinculó el equilibrio fiscal con la ética en la gestión. “Los radicales demostramos todos los días que los recursos alcanzan cuando no hay corrupción en el Estado; que si no se roba, la plata alcanza”, sostuvo, según consignó El Economista. En ese marco, agradeció a su equipo de gobierno municipal por el trabajo cotidiano en Venado Tuerto y utilizó su experiencia de gestión local como ejemplo del modelo que propone para el partido a nivel nacional.
El nuevo titular del Comité Nacional también hizo una aclaración sobre el concepto de superávit fiscal, al remarcar que no debe ser un objetivo en sí mismo. “El superávit por el superávit mismo no sirve de nada; sirve cuando se hace obra, cuando se garantiza seguridad, salud y educación”, afirmó en su mensaje de asunción, de acuerdo a la misma fuente. La definición buscó diferenciar una visión contable del equilibrio fiscal de una mirada orientada a resultados concretos para la ciudadanía.
En ese sentido, Chiarella reivindicó el rol de los gobiernos radicales en provincias y municipios, y destacó que el partido cuenta con gestión territorial como respaldo político. “No son ideas, son hechos, ya lo estamos haciendo porque gobernamos mirando a los ojos a la gente, demostrando que se puede gobernar con honestidad, porque la honestidad no se pregona: se demuestra”, expresó, según publicó El Economista. El mensaje apuntó a consolidar una identidad partidaria basada en la administración local y provincial como plataforma para un proyecto nacional.
Uno de los pasajes más destacados del discurso estuvo dedicado al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, a quien Chiarella agradeció de manera explícita. “Gracias por el respaldo, por tu confianza, por tu ejemplo militante y por todo lo que venimos transformando la provincia de Santa Fe, con quien comparto la militancia desde hace casi veinte años”, señaló el flamante presidente de la UCR, siempre según El Economista. La mención reforzó la alianza política y generacional entre ambos dirigentes, surgidos del radicalismo santafesino.
La nueva conducción del partido estará integrada por referentes de distintas provincias, en una señal de equilibrio territorial. Chiarella estará acompañado por Piera Fernández, ex presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), como secretaria general. Las vicepresidencias quedarán en manos de Inés Brizuela y Doria (La Rioja) como vice primera, Javier Bee Sellares (Córdoba) como vice segundo, y María Inés Zigarán (Jujuy) como vice tercera. Además, integrarán la mesa nacional como secretarios Daniel Kroneberger (La Pampa), Gabriela Valenzuela (Corrientes), Marcos Ressico (Chaco), Danya Tavela (Buenos Aires), Ramón Mestre (Córdoba), Agustina Madariaga (Río Negro) y Daniel Angelici (Ciudad de Buenos Aires).
Durante su intervención, el nuevo presidente radical también convocó a una reactivación de la militancia, tanto en el territorio como en el ámbito digital. “Salgamos a militar en las redes y vayamos casa por casa a tocarle el timbre a nuestros militantes para decirles que la Unión Cívica Radical está de pie, que estamos marchando y que vamos a construir un proyecto político para volver a conducir los destinos de nuestro querido país”, expresó Chiarella, según reprodujo El Economista. La consigna buscó recuperar una identidad militante histórica del partido y proyectarla hacia los desafíos actuales.
En esa línea, planteó la necesidad de una renovación interna que deje atrás las disputas intestinas y priorice la gestión. “Dejemos de hablar de rosca, de internas. Empecemos a hablar de gestión, de método, de lo que hacemos todos los días: resolver problemas y mejorar la calidad de vida”, afirmó, de acuerdo con la cobertura del medio citado. El mensaje apuntó a ordenar el funcionamiento interno de la UCR y a ofrecer una alternativa política frente al clima de polarización.
Chiarella también hizo referencia al contexto político nacional y a la persistencia de la grieta. “Vivimos un momento complejo, donde existe una grieta que solo los beneficia a ellos. Pero tenemos la responsabilidad de contar que existe una manera diferente de hacer política”, sostuvo, según informó El Economista. Con esa frase, el dirigente buscó posicionar al radicalismo como una opción institucional y de diálogo en un escenario marcado por tensiones y enfrentamientos.
El nuevo presidente de la UCR es intendente de Venado Tuerto desde 2019, cuando asumió su primer mandato con apenas 30 años. En 2023 fue reelecto con el 83% de los votos, un respaldo electoral que lo consolidó como una de las figuras emergentes del radicalismo a nivel nacional. Su consigna recurrente, “cuando no se roba los recursos alcanzan”, se transformó en una síntesis de su discurso sobre la necesidad de un Estado eficiente y transparente.
Al igual que Pullaro, a quien acompaña desde sus años de militancia estudiantil en Rosario, Chiarella definió la seguridad y la lucha contra el narcotráfico como ejes centrales de su gestión municipal. Esa experiencia es la que ahora busca proyectar a la conducción partidaria, con la intención de fortalecer la identidad radical y preparar al partido para los próximos desafíos electorales.
Con esta renovación, la UCR inicia una nueva etapa bajo el liderazgo de una generación más joven, que apuesta a combinar gestión, militancia y ética pública como pilares de su reconstrucción política. El desafío para Chiarella será traducir ese mensaje en cohesión interna y en una propuesta competitiva a nivel nacional, en un escenario político atravesado por cambios profundos y redefiniciones partidarias.
