La disminución de la radiación solar durante el ciclo del arroz puede provocar pérdidas productivas significativas, especialmente cuando ocurre luego de la floración. Así lo indica un estudio realizado por investigadores del INTA y de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), que evaluó el comportamiento de distintas variedades frente a condiciones de menor disponibilidad de luz. La información, difundida originalmente por TodoAgro, resulta clave para la toma de decisiones en contextos de variabilidad climática.
La investigación fue desarrollada por un equipo integrado por especialistas de la FCA-UNNE, el Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE, UNNE–CONICET) y el INTA, en el marco de una beca doctoral cofinanciada UNNE-CONICET a cargo del ingeniero agrónomo Ángel Ignacio Zorat. El objetivo central fue cuantificar cómo la reducción de la luminosidad impacta en los principales componentes del rendimiento del cultivo de arroz.
Los resultados del trabajo fueron presentados durante la XXIX Reunión de Comunicaciones Científicas, Técnicas y de Extensión de la FCA-UNNE, realizada en 2025, y permiten avanzar en la comprensión del efecto de factores ambientales frecuentes en la región arrocera argentina.
En la Argentina, el arroz se produce mayoritariamente en la región del Litoral, una zona donde algunos años el fenómeno climático El Niño genera un aumento de las precipitaciones acompañado por una menor radiación solar. Un escenario similar puede darse cuando la implantación del cultivo se retrasa y la siembra se realiza en diciembre.
La falta de luz afecta momentos críticos del desarrollo del cultivo: la etapa de diferenciación de los órganos florales y el período posterior a la floración, cuando los granos comienzan a llenarse. En ambos casos, la menor radiación reduce la capacidad fotosintética de las hojas y, en consecuencia, la producción de asimilados que se destinan a la formación de granos.
El ensayo se llevó adelante durante dos campañas consecutivas, 2022/23 y 2023/24, en el Módulo Arrocero Didáctico y Demostrativo de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE. Se analizaron tres variedades: IRGA 424, ampliamente difundida en el mercado; Alfredo INTA, un material más reciente; y CR2212, una variedad que aún se encuentra en desarrollo.
Para simular condiciones de baja luminosidad, los investigadores utilizaron mallas de sombreo que redujeron la radiación solar en un 50 %. Este tratamiento se aplicó en dos momentos distintos del ciclo: antes de la floración y después de la floración. A su vez, se mantuvo un testigo sin sombreo para comparar los resultados.
Al alcanzar el máximo desarrollo del cultivo, se relevaron distintos componentes del rendimiento: número de panojas por metro cuadrado, cantidad de granos por panoja, porcentaje de granos bien formados, peso individual de los granos, producción total por superficie y proporción de biomasa transformada en grano comercial.
Este enfoque permitió identificar no solo las pérdidas de rendimiento, sino también qué procesos fisiológicos se ven más afectados por la reducción de luz.
Los resultados mostraron respuestas contrastantes entre las variedades. Alfredo INTA y CR2212 presentaron cerca de un 19 % menos de panojas por metro cuadrado en comparación con IRGA 424. Sin embargo, Alfredo INTA logró un número de granos por panoja similar al de IRGA 424, superando en alrededor de un 12 % a CR2212.
En cuanto al peso de los granos, CR2212 se destacó con los valores más altos, alcanzando un promedio de 27,14 miligramos por grano, lo que evidencia estrategias diferentes de compensación entre componentes del rendimiento.
La reducción de la luminosidad luego de la floración fue la que generó los efectos más marcados. En ese escenario, se registró una caída del 17 % en el porcentaje de granos bien formados y una disminución del 11 % en la proporción de biomasa convertida en grano aprovechable, resultados que se repitieron en las tres variedades analizadas.
Estos datos confirman que el período de llenado de granos es especialmente sensible a la disponibilidad de radiación solar.
Al analizar la producción total de arroz, la variedad Alfredo INTA mostró descensos tanto cuando el sombreado se aplicó antes de la floración como después de ella, lo que la posiciona como el material más vulnerable frente a la baja luminosidad. No obstante, la eficiencia con la que transformó la biomasa en grano fue similar a la del resto de las variedades.
Además, independientemente del nivel de radiación, Alfredo INTA mantuvo una cantidad de granos por panoja comparable a la de IRGA 424, lo que sugiere que otros componentes del rendimiento explican su mayor sensibilidad.
Según los investigadores, estos resultados preliminares coinciden con antecedentes científicos que describen una relación directa entre la reducción de la radiación solar y la caída del rendimiento en arroz. El valor del estudio radica en aportar información específica sobre la respuesta de distintas variedades utilizadas o en evaluación en el país.
Este conocimiento puede ser de gran utilidad para productores y técnicos al momento de elegir materiales y definir estrategias de manejo en campañas con riesgo de baja luminosidad, ya sea por la influencia de El Niño o por la necesidad de realizar siembras tardías.