Cuatro rincones de Bariloche donde el verano se vive a orillas del lago

Cuando el calendario marca diciembre y el calor empieza a sentirse en la Patagonia, San Carlos de Bariloche cambia su pulso habitual. Con menos nieve y más horas de sol, el verano transforma al Lago Nahuel Huapi en el gran protagonista de la temporada. A sus orillas, la ciudad ofrece playas de arena y bahías reparadas que se consolidan como una alternativa cada vez más elegida por turistas y residentes que buscan refrescarse, relajarse o simplemente disfrutar del paisaje.

Lejos de limitarse a la montaña o al trekking, Bariloche amplía su propuesta estival con espacios costeros que combinan naturaleza, accesibilidad y servicios, ideales tanto para pasar unas horas como para organizar una jornada completa al aire libre. Entre las opciones más destacadas, cuatro playas se posicionan como paradas obligadas del verano patagónico.

Ubicada dentro del área protegida de Llao Llao, Villa Tacul es uno de esos rincones que conservan un encanto especial. Se encuentra a unos 25 kilómetros del centro de la ciudad y se accede a través de senderos sencillos que atraviesan bosques de lengas y coihues. El recorrido, lejos de ser un obstáculo, forma parte de la experiencia: pequeñas bahías, miradores naturales y sectores de arena se suceden hasta llegar al lago.

El agua en esta zona suele ser clara y tranquila, lo que la vuelve ideal para nadar con calma o practicar snorkel cerca de la orilla. Villa Tacul es elegida por quienes buscan un contacto más directo con el entorno y priorizan la tranquilidad por sobre los servicios urbanos, en un marco donde el bosque y el lago se integran de manera natural.

Para quienes prefieren resolver el día sin grandes traslados ni caminatas, Playa Bonita aparece como una de las opciones más completas. Ubicada sobre la Avenida Bustillo, a la altura del kilómetro 7, es una de las playas más concurridas del verano barilochense. Su amplitud, la vista directa al Nahuel Huapi y el perfil de la Isla Huemul la convierten en una postal clásica de la ciudad.

Playa Bonita combina paisaje con infraestructura: cuenta con paradores, opciones gastronómicas, baños y espacios cómodos para permanecer durante varias horas. Esa combinación la vuelve especialmente atractiva para familias y para quienes buscan alternar descanso, agua y servicios sin alejarse demasiado del centro urbano.

Un poco más alejada del movimiento, Bahía Serena se destaca por su perfil sereno, fiel a su nombre. Se encuentra en el kilómetro 12 de Bustillo y se extiende a lo largo de unos 200 metros de arena fina. Aunque en temporada alta recibe visitantes, conserva una atmósfera más relajada, con aguas que suelen verse espejadas cuando el viento afloja.

Bahía Serena es una alternativa valorada por quienes buscan un ritmo más calmo, con espacio suficiente para instalarse con reposeras, leer o compartir un picnic. Su equilibrio entre accesibilidad y tranquilidad la posiciona como una de las joyas menos ruidosas del circuito de playas de Bariloche.

Dentro del clásico Circuito Chico, Lago Moreno Oeste completa el recorrido estival. A diferencia de otras zonas del Nahuel Huapi, sus aguas suelen ser más templadas y serenas, lo que facilita el ingreso al lago incluso para quienes no están acostumbrados a las temperaturas patagónicas.

El entorno es otro de sus puntos fuertes: áreas verdes, sombra natural y sectores ideales para picnic convierten a Lago Moreno Oeste en una opción muy elegida por familias y grupos que buscan pasar el día completo lejos del movimiento del centro. La experiencia apunta más a la calma y al disfrute pausado del paisaje que a la actividad intensa.

El auge de estas playas responde también a un cambio en la forma de vivir el verano en la Patagonia. Con temperaturas cada vez más agradables y una temporada estival que se consolida, Bariloche amplía su perfil turístico más allá del invierno y la nieve. El lago deja de ser solo un telón de fondo para convertirse en un espacio activo, donde nadar, descansar y compartir al aire libre forman parte de la agenda diaria.

Según informó TN, estas bahías se posicionan como algunas de las mejores alternativas para disfrutar del verano en Bariloche, combinando paisajes emblemáticos con propuestas accesibles para distintos públicos. En un contexto donde el turismo busca experiencias diversas, las playas del Nahuel Huapi refuerzan el atractivo de la ciudad y confirman que Bariloche también se disfruta con los pies en el agua.