El Aeropuerto Internacional de Río Gallegos volvió a operar con normalidad tras completar una remodelación integral de su pista principal y sectores estratégicos de la terminal, una obra ejecutada en 2025 en la ciudad de Río Gallegos que demandó una inversión de USD 29 millones. El proyecto, a cargo de Aeropuertos Argentina, resulta clave para reforzar la conectividad de la Patagonia, mejorar los estándares de seguridad operacional y acompañar el aumento del flujo de pasajeros, según informó Infobae.
La terminal, operada por Aeropuertos Argentina —empresa perteneciente a Corporación América, el holding que lidera Eduardo Eurnekian—, reabrió tras una intervención que abarcó infraestructura crítica del “lado aire” y áreas de atención al público, con el objetivo de extender la vida útil de la pista por al menos dos décadas y optimizar la experiencia de los usuarios.
Durante el acto de reapertura, el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, destacó la relevancia de la obra para la provincia y valoró su ejecución. “La obra se comenzó y se terminó en tiempo y forma y para nosotros, los que vivimos en Santa Cruz, esto es fundamental. Garantiza 20 años más de vida útil de la pista y demuestra que es posible llevar adelante obras públicas con articulación público-privada”, afirmó, según consignó el medio.

Desde Aeropuertos Argentina, el gerente general de la Región Este, Estanislao Alemán, subrayó el impacto operativo del proyecto: “Esta intervención consolida a Río Gallegos como un aeropuerto clave para la conectividad patagónica, al tiempo que reafirma nuestro compromiso con la seguridad operacional y el desarrollo de la aviación comercial en el sur del país”.
Las obras principales incluyeron la rehabilitación de 2.750 metros de pista, la construcción de una nueva cabecera en pavimento rígido y la reconstrucción completa del sector central. En términos técnicos, el proyecto contempló demolición y reemplazo de losas de hormigón, mejorado y perfilado de base, colocación de hormigón simple con juntas y la ejecución de una cabecera de viraje apta para aeronaves Clave C, un estándar que amplía la capacidad operativa del aeropuerto.
En las áreas de pavimento flexible, los trabajos se enfocaron en el fresado total de la carpeta asfáltica existente y la incorporación de nueva base y carpeta, mientras que la cabecera 25, de concreto, fue sometida a limpieza y sellado de juntas y fisuras, además de reacondicionamientos puntuales en losas que lo requerían.
El proyecto no se limitó a la pista. En el “lado aire”, se realizó una actualización integral del sistema de balizamiento, que ahora cuenta con 140 luminarias LED de alta intensidad, lo que mejora la visibilidad nocturna y en condiciones meteorológicas adversas. Además, se incorporó un sistema de detección de hielo, una tecnología clave para maximizar la seguridad operacional en una región con clima riguroso.
La ejecución de las obras involucró a más de 80 trabajadores locales, generando impacto directo en la economía provincial durante el período de intervención y fortaleciendo el entramado de proveedores y servicios asociados.

En paralelo, la terminal de pasajeros fue objeto de mejoras que apuntan a incrementar la capacidad y la comodidad. En la zona de preembarque, la superficie intervenida alcanzó 540 metros cuadrados en la planta alta, lo que significó un aumento del 60% en la capacidad. El sector fue equipado con mejor iluminación natural, oferta gastronómica renovada y una actualización completa de solados, cielorrasos y señalética, facilitando la circulación y la orientación interna.
El hall de arribos y partidas también fue renovado, con la incorporación de una Sala Kids, diseñada para mejorar la experiencia de espera de familias y niños. En el exterior, se refuncionalizó la infraestructura del estacionamiento, con nuevo asfalto y señalización optimizada para ordenar la circulación vehicular.
La reapertura se produce en un contexto de crecimiento del tránsito aéreo. Según datos oficiales, entre enero y agosto de 2025 —previo al inicio de las reformas—, el número de pasajeros internacionales que pasaron por la terminal creció 41% interanual. Al sumar los destinos nacionales, el movimiento total superó los 126.000 pasajeros hasta septiembre, lo que implicó un 2,38% más que el total anual previo.
Con estas cifras, el aeropuerto refuerza su rol como hub estratégico del sur argentino, clave para la integración territorial, el turismo y la actividad productiva de la región. Desde Río Gallegos operan vuelos a Aeroparque, Ezeiza, Ushuaia, El Calafate, Comodoro Rivadavia y Río Grande, además de conexiones internacionales hacia Islas Malvinas y Punta Arenas.
La obra se enmarca en una estrategia de inversión aeroportuaria orientada a modernizar infraestructura crítica y acompañar la recuperación del transporte aéreo. La articulación público-privada fue destacada por las autoridades provinciales y la concesionaria como un factor clave para cumplir plazos y estándares técnicos.
Desde el Gobierno provincial subrayaron que la intervención mejora la previsibilidad operativa y amplía la capacidad de respuesta ante picos de demanda, un aspecto central para un aeropuerto que cumple funciones logísticas, sanitarias y de conectividad regional en una provincia de grandes distancias.

Con la pista renovada, sistemas de seguridad modernizados y áreas de pasajeros ampliadas, el Aeropuerto Internacional de Río Gallegos retoma operaciones con estándares superiores y una vida útil extendida. La inversión apunta a sostener el crecimiento del tráfico, reducir riesgos operativos y mejorar la experiencia del usuario, consolidando a la terminal como puerta de entrada y salida estratégica de la Patagonia austral.